Ir al contenido principal

Misión Camino visto sin ojos, Solícito

  3339

Para ver mejor lo que no quiero ver








Manifiesto de luz aeterna,

Abandonar no es ni ilusión por alcanzar,
juro seguir esta guerra personal,
hasta dulce énfasis mi muerte estacada,
existe y me abarca
un sentido de escritura transversal
a toda existencia humana,
afloro que escribo
en simiente dorada
raicillas de versos automáticos,
guiados en fe y razón,
sin esta última guiar vestigio en profundidad,
oh divina ceguera,
acoge mi feraz desempeñar,
vine del traspuesto de abajo que miraba sin ojos,
Ó Valhalla,
dicen fuentes de jardín,
y palacio dorado los castos cielos,
que alumbran los honorables guerreros,
Ó gamle grá Viejo Gris esquilmado,
entre maestrillos de librillo resucitado,
y vidas de cómic en esquelas
que no arden,
caminan,
sé que invenciones no son que orar a lo invisible,
atrae a lo visible,
O Saepe mecum,
Materia est Natura Non-Vita.
vine de los últimos y desnaceré Mejor
que todo se plantea,
tengo Misión,
y decisión,
no un gurú de premisa Mentira
su gloriosa senda,
no dispongo una degustación de embutidos cuando creo
Lit C et summun Canae,
cada escrito,
poema,
o decretos de letra C Condena o salvación,
Musa es eje una arquitectura de sentir
que valgo,
que este mundo sea injuria,
yo brillo,
yo vibro,
por dentro en búsqueda descendiente,
acrevi caloris,
infernus descens caelis,
protégeme de sombras que caminan,
seré tu guardia,
y silbará la pulcra estampa me unió a ti,



El Inocente


 










 Justo la Tierra,
mi trabajo,
una honra lustros no abarcan,
la jornada,
la travesía dentro mi tierra,
las repuestas ocultas
a herradores,
herrubres,
y oradores,
mi batalla no acaba,
algo través la senda,
mi dama oculta entre la grama,
no hay comienzo sin final,
no hay destino sin rayo, relámpago,
caras del prisma,
ver, vencer y morir,
felicidad que carga
a mis espaldas
muros de falacias,
falsas ideosincrasias,
númenes como tormentos,
alistados
a servir gozo,
sin victoria
ni alas un amor tangible,
real, atónito,
inseparable,
incuestionable,
Señora Hada me cubres
estaca de imposible,
yodoformo cual injuria un mundo
sin beneficio no entiende,
el paraíso mi mente,
no hay celdas, ni barrotes de cal y sosiego,
la paz no se inventó de no hacer nada,
vine de las lumbres de abajo,
donde todo sonaba igual,
cerca mi constelación,
desnacer ocurriera,
mi lucero me atraviesa,
es hoy día su divina concepción yo soy,
oh Lvgvs,
Mercurio te vuelvo a sembrar mi Rito,
a la Vanguardia avanzo
día consumado,
resoplo agravios y señales,
navíos y huracanes,
es mi camino,
dispuesto
uno,
alienta en dos,
avanza y vence
el tridente.
Eres sangre fluyente.



Förüq y Leannán-Sídhe

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...