Oh, aguacero de luz, hecha de luna y vahos de escarcha, eter que gotea los luceros, de perfumes y armónicas bailan mis yunques insomnes, árboles, que deletrean mis azules sobre mi casa vieja donde pululan , brisas y añiles de cerro viejo, grillos me criquean el sentido despierto que ondula un lagarto, el rumor unos pasos de verrde acequia entre juncos y espigas rojas juguetonas; a gesto de alba y disparate disparado tú estabas blanca de alba y ojeras férreas, oh tu luminaria se arrolla de agreste piel y hoja fina, capaz, de aire antiguo jamás vencido, armonía eres como triste tristura incapaz, sola soledad tan pulcra, de llaga perfecta abre amor tu portón, pasarán mis dragones dulces abre la puerta sanguinosa todo otorga, de aspa, molino y oro trigo, sí, me resiste lo inacabable, de monte, de cielo de fuente, mi deidad, torbellino de hojas de vientos y mis muertos al clamor lo poco yo he vivido, corazón en alma lo sentido, efluvio de fuego largo. Baje a la tierra y truene, desper...
Parnaso devorado mar de sienes ingentes caricias, mísera era ala. Escalé mi dulce yermo y sonrojo acontece fiel de almíbar lira y arpa el serrín de destino, oh tormento jamás yerto, no te necesito, me necesitas fiel de asidero. Va mientras mi barca procurando paz de un conflicto nunca existió. y ella, dudo de su realidad; jamás mil máquinas parirán la Flor. Förüq y Leannán-Sídhe