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Confín

 









Cabalga un sueño
en los albores crecía 
la Flor de Hércules
mirada niña, hermanada
su latido perseveraba
hasta ver la grama recién nacida
despertares y bellos colores,
río de gotitas
a su paso 
sin fin de otro confin
por ilusiones mil,
con paso lento y decidido
avanzó, sin volver atrás
flores sonreían a su albor
en rocío de gotitas de unión,
cabalgaba buscando a su doncella,
el vasallo todo amor sembrado
en su reino de ilusión,
podaba recuerdos
para seguir amando,
un día notó triste
a su flor,
pedía tierra y piedritas
su montaña donde la raptó,
qué te ocurre pequeñita y bella flor,
yo te cuido y cuidaré al esmero dictó,
una serpiente sabia un día le comentó
si muere esa antigua flor, morirá tu alma
Hipsipila centauro,
allá fue a aquel remoto confín
le trajo tierra y piedritas
aquella remota montaña,
su doncella vio exhuberante la florcita
y acordaron visitarla juntos cada mayo
un día tras primera lluvia
anunciaba un otoño la flor cerró
en su interior simientes brotaron
hasta caer germinando
todas las hijas Sídhe
haditas cuidaron cada páramo
y todos los campos.


Förüq y Leannán-Sídhe

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