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Proyecto canto del Zahorí Herrador

 














Avanzo tu repecho,

donde brilla un desfalco pronunciado,
haces y cornucopios de luz fugaces,
era sacra de sordo repiqueteo,
magnificiente exacto,
as de tus nueve caras,
un llanto y silbido foráneo,
es lo que siento,
en pila de marmol,
y calizo blanco,
no nací ayer,
ni me llamaron er-fariseo,
de un pino te traigo piñón
de pino carrasco,
en verde aljibe,
mi pozo y remanso,
entre terquedad licenciada,
y sones mineros,
de la retama
al señor olivo,
del brezo,
al espartero,
en canasto de trufas,
y bellotas der mañana desterrado,
venga amigo,
no conteste es que será asordinado,
brillo que guarda filo,
mi jamonera de tersura
y brillo diamante,
de sonata y tres cuartos,
platino y herida sangrante,
vine del hinojo de abajo,
buscando la seta este otoño excomulgado,
arrieros somos
porque de mera Tierra somos,
no cantes al pecho humo,
afila tu cuerda yerta,
te colgará
necios y dineros,
el ayer viste desnudo,
su gloria adveniente,
y que si viene te miente,
no busques
matar al ajiporro,
él te matará
al despiste
no anticipes,
canario de cimbrel,
no tuerzas tu alita,
en reberencia
del Tirano gobierna Aquel,
canto de solear
y mimbre entre botica de vino,
la más granate sangre
dio la vid y su ceporro,
del espárrago triguero,
a la hoganza de su matanza,
migas morteras
te trae Castilla,
mi ley, mi ordenanza,
mi parca semilla
su mañana,
que vibrará sudores
que a los campesinos
nos llora las manos,
un autillo me dicta
ojo de un ojo
saboreo dulce.
Si piso el abrojo,
Quejigo y terraria,
oh romero castellano,
tomillo de cerro bajo,
zarza de zorzal,
y Cardo borriquero,
de colorín jilguero,
vida a la vida
savia a mi creación,
estoy repicando
tu tiempo de bajío,
es sueño hermoso,
debido tengo
que estoy creando proyecto,
como Canto de Tierra,
belleza ignota,
sangre del castellano,
Zahorí herrador.
Ya el futuro...


Esteban Förüq el castellano y Leannán-Sídhe II Mentaste Musa el río tu azar, oh que aprehendía sin verle; y sin saberle fúlgido se alza, óyelo, oíste, agua de tierra lleva, duraba cual brujo marrullero, sin hablarle ya aparece el loco y oscuro sueño, de cazar la perdiz de noche, y ahora queda único, sin cerros ni pinos de maderos, porfía que al brujo ve, conté de la inmortalidad que está por ver su mar de tierra su río su rivera de Paraíso terrenal, algunos le conocemos, pasa y no mira fluye y no asegura aquí la Puerta aquí la Vestal, vena mi vena, toda sangre ahora, sube, calla, quedemos de un lugar el sacrificio nos acudirá, oh polvo en cuchillo, nadie llama desde dentro tierra honda, arena, bajío de agua abajo, vil chisporroteo que amo, y tú más ayen los ayes debido yo te he creado, no te vayas, cantaré de pinos y hallas, de pueblos, cuentos y simientes ataranta mi cepa la hoguera, de carro y mula se pierde mi río Paraíso,

bella eres cual ninguna por no haberte visto en vida laborable, adicto voy a tu miedo adicto voy a tu amor, himno recio, adusto te cantara resonar de tijera hermana del negro hilo, un silbo bajo mi caléndula, invoca sus dos pueblos, de arrebol y trébol en garganta, y de postrera espiral iridiscente, escarlata, armada. El Inocente Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

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