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Destino afable














Una carretera,
una jornada,
travesía llena de ocasos,
de signos como señales,
de divinas notas
e ilusiones,
hace tiempo, pensé
si alma bastaba
para adentrarme,
dentro de la tierra,
soñé caminaba solo,
pesquisas y azares
como vistos brillantes
allá llorando el astro.
Quise no preguntarme,
caminar hacia donde nunca había
de llegar,
horizontes y nubes
dilemas como bruma tangente,
todo clareaba un destino,
de cerrojillos y trescientas llaves,
abrí el inextricable,
desplegó tres más.
Era lejano el miedo, ni se podía sondear,
un paso al frente
y divisé lo que anhelo en verdad,
no es funesto ni imposible alzar
me amen por y para mi verdad
que abre cada portón y cerradura
llamándose amor.


Förüq

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