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Honroso, tibio pulso, solícito

 






















41. HONROSO, TIBIO PULSO:

 

Grave, y sonrío

entre la gravedad de lo efímero,

el castillo, el soliviar vetusto,

graves aras de sonrojos

al terruño,

un dulce claro oscuro,

tu boca diáfana, perjuro,

gravedad del insecto insulso,

un halago, un pulso,

enjambre de bellezas en tu nombre

quieto, sin arrullo,

cristal de humo partiendo minutos,

por qué árbol mío,

la proporción de tu aire

que alejas,

grave sin sueño alguno,

hondo soto, inconmensurable hacienda,

trilla que trillaron los hombres

antes yo nacer,

y ahora tantas luchas te siguen.

Tu pasión por un crimen de flores

y altas rosas,

corría un otoño plástico

por la vereda y la rambla enajenada,

sortilegios de hierros azarosos

y pulcras vides sanguíneas,

alta te quiero ver como la noche,

y esa luz difusa, vertida en lengua

de castiza fuente soslayada,

cincelando con tus manos los altares

de huesos que pertenecen.

Como pez sencillo de milagro

que tu boca sea musa, mi rosario.



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