OSCURIDAD VENCIDA, BESADA ALEGRE: Pulcro destelleo entre sienes aladas, -sinfonía que estoy invocando, estoy rasgando sombras para verte, -y volver blando filo mi cuchilla de sílex, para mirarte serena, flamígera, -como llora una flor en llama su rocío azabache, redentora como as de trece lenguas, -y treinta venas, mis razones, arremolinada, plena como cuando ciego encuentra la luz primera, -avance, no te dé zozobra mi verde música. Abierta, candente, como ascua efímera -no detenga paso al mirar, el mundo hecho en la grama de verano. -En el brote de otoño, nuestro árbol. Saberte honda, transmigrada despierta, fugaz cuan estela breve, como leve flor sonrojada. -Hermana del negro hilo. Suave entre espinas despuntadas, -y abrojos dulces con sabor a luna, y a tu hermosura; en calles de agosto heladas -y ángeles estampados en tus estrellas, en las que conmigo quiero verte, -como se ve a un erizo de noche cuando avanza la grama, hasta el ocaso del nueve; -resquicio onírico tu tras...
Parnaso devorado mar de sienes ingentes caricias, mísera era ala. Escalé mi dulce yermo y sonrojo acontece fiel de almíbar lira y arpa el serrín de destino, oh tormento jamás yerto, no te necesito, me necesitas fiel de asidero. Va mientras mi barca procurando paz de un conflicto nunca existió. y ella, dudo de su realidad; jamás mil máquinas parirán la Flor. Förüq y Leannán-Sídhe