Ir al contenido principal

Dedicado

 Lluvia sembrada:













Dicha amanecida:

A la dama hermosísima,
irisado le canto, como denso cristal,
irisado de luces y predilecciones,
reverdece mi solo llano,
como campo de un azul que Ario reblandece,
en miles coágulos de viento, 
y rocío de hojas, penitente,
transparente de ansia germina,
su lisa desnudez mordiente,
Oh de radios temblorosos,
va ella vestida de hoja bella,
Como nieve recién asentada
y lágrima extasiada, cae su rayo,
de gota su rocío de alma en flor,
de astro en tierra mi ánima iluminas,
como caricia trémula
y tenue imagen brotando,
al peso mis párpados anisados
tu perfume arde y levanta,
Tú de belleza múltiple,
incuestionable,
Insobornable de alma en filo candente,
que hasta los sentidos traspasas
y vuelves y quedas nuevamente diosa de Alba,
Hermosa que dulzura brillar concibo,
ternura ligada en jardín soberano y delicado,
Vine por tus cuestas de abajo,
ablandando mis metales,
tu puridad, de cristal, pura,
Oh la gloria, gota de rocío permisiva,
asedia y avasalla mi fuente eterna,
embeberé tu cauce, de sangre y néctar.

Förüq castellano er-lobo bohemio Esteban

Comentarios

Entradas populares de este blog

Album Obras

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer