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Sé viento



















Sé aire cariño,

como aquel día
que miré el mar 
de los tranquilos,
sé viento que te lleva
todo lo que siento,
oxígeno necesario,
indultado suplicio,
como agua un deseo precoz,
y lluvia todo deseo plañe.
Yo quiero ser tu noche,
para que no halle el día 
que te desveles por mi culpa.
Mi alma jamás partida
ni llena al nacarado desliz
hojas bailan.
Mi alma,
sin crepúsculos
ni vagos tonos,
le encarcelen.
Éramos, el asfixiar
del aliento ciego;
sórdida nota unas ganas
penetrantes, insobornables,
del vivir interior,
lo que derribaba todo tormento
estertor cualquier ambición humana,
seguro como ciprés en tierra,
enervar música de los suelos,
quiero;
en copa y de raíz ancestral,
me pediste algo simbólico,
como oír la oscuridad
de tus ojos,
por los siglos y milenios,
que comienza nuestra condena,
de arrejuntarnos,
como eco y viento azul,
aire del abismo,
que sin él, ningún incendio
palpita ni avanza en carne.
No dejes cariño, la rienda este, mi placer.



Förüq castellano Miguel Esteban

 

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