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Jamás mil máquinas parirán la Flor

 











Saco, cancelo, transmuto
este afán infrahumano
saco, reviento, entierro
esta desquicia bélica

un día de pocos
que intentaba escribir
digno que valeroso,
y acabé sepultando

materia a tierra
materia est natura non-vita,
fulgor terso,
resquicio tenue veloz.

Diestro desdeñaba
oh su cara, inencontrable esencia
rayo que tormento suicida
avanzaba la despedida

Parnaso devorado mar de sienes
ingentes caricias,
mísera era ala.

Escalé mi dulce yermo
y sonrojo acontece fiel de almíbar
lira y arpa el serrín de destino,

oh tormento jamás yerto,
no te necesito, me necesitas
fiel de asidero.

Va mientras mi barca
procurando paz

de un conflicto nunca existió.
y ella, dudo de su realidad;

jamás mil máquinas parirán la Flor.





Förüq y Leannán-Sídhe



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