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Mitad de azumbre

 







Primera hoja:

 En mitad un silencio 
me hallo 
donde habitan crepitares sordos 
fulgores metálicos 
resplandores de sueños
 bañados en remanso
 el descanso del chirrio 
la madera 
unión de fuerzas 
comunión todas energias telúricas 
imagen muda adentrando 
un espejo Magno 
reflejo tu belleza 
que recobra que domina 
mi realidad 
mi hada mi señora

 página 2 
:
Quise naufragar a mitad 
este viento meseteño 
justo la cima 
me hizo montaña 
me hizo hombre 
quise volar contigo 
mi golondrina 
me bañé en tus fuentes 
en tus rosas insondables 
ni hadita de mayo 
hoy mi subrepticia late 
en cada destellito bello 
de vida y su color
 sus paticas me trepan
 quiero mantener 
mi voz diáfana segura 
en tu beldad 

Hoja III:

Subí el musario cerro 
gemía la dicha 
por entablarla 
una disposición Suprema 
ordena cuando vive 
la musa de un poeta 
montañas descienden el risco, 
cultivarse puede  
semillas estelares  
como ráfagas 
y estelas o notas 
y sinfonías de sueños intocables
 se pueden capturar las estrellas 
y brindarle a ella 
la más bella 
el horizonte por fin 
ya no luce sediento 
llegó el momento.



IV

Gran luz, gran luz al conocerte.
Cabalga un sueño hermoso en los albores,
cruzando el mar, su alma está.
Su casa, su amor y su hogar
en el corazón de su doncella está.
Guerrero niño, vasallo nombrado del amor.
Gran luz en su reino, creado de ilusión,
de fuego incombustible su interior.

Cabalga su amor, su doncella más cerca está.
Crecen las flores, en los alrededores están.
Deleitadas y coloradas,
dejando en pétalos su complicidad,
para el romance que viendo están.
Mientras va el río de colores
con paso lento y decidido.

En besos de gotitas,
que dan vida a las almas al pasar.
LLora una plantita con una gota de rocío.
-¿Qué pena tienes tú plantita,
tú que eres linda y la luz y el río
te besa y acaricia cada día?
-Mariposa quisiera ser,
¡¡Mariposa quisiera ser!!

Volar a la otra orilla
y a mi amada margarita,
que está solita, poder besar.
Al viento le pido cada día
que traiga sus semillas,
para que con las mías,
abandonemos la soledad.

El Castellano


V



Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor
y por querer pensarte
desapareciste entre la ténue luz de luna que me abrigaba.
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra yerma
marchitó aquella flor que un día llamé amor
y ninguna pudo ocupar su lugar,
sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.
y lo vuelvo a hacer.




VI


Cerré los ojos y allí estabas,
como si no pudieses salir
de mi interior.
Como si quisieras besarme
o decirme algo.
Pero tú bella en sueños
no hablas.
En sueños no hablas.
y nos quedamos mirándonos
a ciegas.
Yo te aviso que en el bosque
de mi mente solo hay un camino,
y es un laberinto.
El final lleva a despertar
y enfrentarse con la realidad.
Pero tú bella en sueños,
no me hablas.
Y yo a primera vista
me enamoré de ti,
por si algún día acaso
el sueño se cumple,
y ya de realidad me dices,
te estaba esperando
siempre te ame.

VII


Logré lo que soñaba,
logré encontrar amor,
conseguí felicidad en el pequeño
y largo momento.
No entendí de ella sus lágrimas,
o quizás sí.
Si su felicidad fue la mía,
al revés también sería.
Al revés también sería.
Y yo la esperaba como
aquel día.
Pero con otra compañía.
No lo elegí, sin saberlo
ella seguía en mi camino.
La consolé cuando llegó en lágrimas,
no me dijo por qué,
pero sentía su dolor.
Tenía un presente,
y no soportaba la idea
de quien por ti sufre
es quien te quiere.
Y esa noche lo que tenía,
se esfumó como suspiro
de oscuridad del callejón conocido.
Esa noche vinieron los jinetes del tiempo,
me mataron en el sueño,
pero el sueño lo termino yo,
y mejor esa noche solo me quedo
contigo amor y mejor,
muero con tu calor
para terminar en ti con el color
de caricias y besos
como un romance que no acabó.


VIII


Buscándote en el silencio.
Buscándote debajo de una piedra,
o en el fondo de una cueva.

En la flor sin cortar,
o en el fondo del mar.
En la nube o fuera del cielo.
En lo que se ve,

y en lo que solo se siente.
En el sueño y en el recuerdo,
en mi felicidad o en mi tormento.

Buscando, te encontré lejos.
Ahora que en letras te tengo
estás cerca de ser mi vida
y yo tu verso.




IX

Bella, vuelas libre doncella,
sol te toca, acaricia tus efímeras alas
de mariposa desvelada.
Viento te lleva, allí donde el amor creó,
reflejo de libertad soñada.
Encerrada en tu sangre de lluvias pasadas,
dejaste atrás nubes de tormentos,
rozando tu destino me arrastras.
El manto de las hojas te protege,
buscadora de sueños
de la fronda de mis sentimientos.
Viviendo en la ternura de la dulce mirada,
volando con la fuerza de la palabra sincera.
Durmiendo hasta que se oculta el alba,
ángeles y dragones arropo en el corazón.
Para tu despertar, mi luz quisiera llevar,
para encender tu corazón, el fuego de mis ojos,
cientos de tonterias para tu sonrisa.
Entre las flores de miel y azúcar que forman tu piel,
pintando mi vida.
En la caída color gris quedó,
color gris quedó.
En la huida el tiempo y la situación
que cortó un camino en dos.
Vuela libre, pidiendo ser vista de nuevo.
Su esencia mariposa del amor.


Förüq y Leannán-Sídhe
Miguel Esteban Martínez García
El castellano

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