Estoy llamando a la sangre del dragón,
en fuego su medio, fuerza del tormento,
tu sombre del bien, se me presenta,
furor y ardor no se disipan,
letana caricia indómita;
tan amada sombra
que ni a súbito obscureció sus ganas,
mi canción que ligereza espante,
estados deviene mi alma.
cuerpo febril sumo de ascua
y vil centella fugaz enarbola
al cosmos.
Aquel silencio tan hondamente silbaba,
poder no pudo, con sentimiento
grande ni pequeño
que nacido, tan de sufrir fue vestido,
contrasto, que flaqueza
me tiene por vista mi entereza;
no te baste sapiencia,
que de quererte
mi verso no jugaba con la muerte,
encubierto va mi temor padre,
si de ti no alineo,
la vastedad de lo que siento,
así no vea cercanía
veo del verso su premura.
Vaya mi barca de un inhóspito confín,
a otro confín enhiesto,
no presumirán de espantarme,
ahora ante tus aguas
no has de quejarte,
por entre flores
llegaron tormentos y males,
culpa mía
que no me han muerto por boca,
reina siempre Fantasía,
imaginación, porfía
guardo en beso florido,
desdén de pocos o ninguno.
Förüq y Leannán- Sídhe
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
Lugar: Castilla la mancha España
a 29-08-2025
Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara
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