Tierra, oh tus negras alas;
terreno cero. Oniros levanta.
abre Ebúrnea puerta
que desfilen todos vanos sueños,
Nix noche, perenne, inmortal
junto tu hermano Tánato,
maldito hado yo soy
tu hijo tuviste Noche
sin acostarte con nadie,
venerable Tierra, madre de los sueños,
a mí ensueños,
tribu alada del inframundo,
mil hermanos alados,
bebamos agua del arroyo del olvido,
florezcan fecundas las adormideras
y cosechemos las hierbas de la noche.
De alas negras va montada mi dicha.
Vente Ensueño, Oniro
caminemos a las veleras naves aqueas;
sembremos en el prado de asfódelos.
Oniros mensajeros del destino futuro,
oh himnos órficos,
dos puertas en caverna de Érebo situadas.
Los sueños auténticos surgían
de una puerta hecha de cuerno,
mientras que los sueños falsos se abrían paso
desde una puerta hecha de marfil.
Canta que cantaré,
todas las personas que perdí,
oh infausta planicie real;
ni obtuve mortal olvido.
Momentos hechos de barro,
cantaré
por tantas personas vueltas polvo,
todos sueños
dibujados detrás,
por las promesas fugaces
no es tiempo para la sombra,
ni para reflectar.
Ocaso de Sol es vida labrada,
tú despiertas porque lo digo yo.
Mantén las mentiras en el corazón,
te mantendré a salvo
del Sol cada día.
Todo lo que amaste
ya volvió flor.
Förüq y Leannán-Shídhe
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
22-08-2025
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