Ir al contenido principal

FUELLE DE VIDA

 







Cerca- frente la tercera inscripción,
allí que habitaba la piedra
donde aire cubría y rebañaba.
Un cuarzo azul,
cielo de vespertina mirada,
tirana, piedra 
de infinito secuaz memorable.
Vestigio las plantas
y azadas sacaban sus lágrimas
terrones, peleaban
con suspiros de minutos
y humos férreos,
su azur era leve,
que intacto, sonreía
al musgo y a su verde,
escritura del brillo cristalino,
y dulce osadía, incuestionable.
Sobre el mundo,
no traigo manifiesto asordinado.
De profundidades vieron signo,
y fuegos engendraron vientres.
Hasta convertirse en roca,
y semilla todo otorga;
no fue piedra
el viento viajaba inmóvil su vera,
entonces tampoco fue aire,
siempre incólume movimiento,
su esencia fue ceniza,
de fuego se negó
a morir,
y acabó lágrima de humo y silencio
petrificado,
obertura que llamaron tercera dimensión.
Fin del Programa.


Förüq y Leannán.Sídhe
Miguel Esteban Martínez García
A 25-08-2025
Lugar Castilla
El Inocente firma



Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...