Yo te busco
yo te busco luna
entre bloques de hormigón
y cemento, entre violetas escarchas,
yedras nocturnas de este cielo sonámbulo
con cielo calizo.
me rehúye tu ojera de nácar ciega
segura, colgándose de mi puente escarlata
férreo, más te escapas por las turquesas ramas,
Cielo plateado, quién te tuviera. esta tu rama de idea
entre las manos, tu miel de niebla, húmeda, trasnochada,
panal de lumbre quieta, deshojada,
tu lágrima que viste de locuras, de esquilmada luz.
Mi noctámbula sangre y mi tinta bermellón
que
te guarda fiel a la espera, en la Torre de Hércules,
tu camino que me serpea, y mi soga blanquea,
alumbrándose los árboles erizados,
que en lluvia cantan
vespertinos, cantan su serenata santa
acequia de tu ser, que la bruma pervierte
colmada a tibio reflejo, en fanales cristales sin tajo,
de tu hueso crepitando, apostando su desnacer,
dunas del sueño y metales esquivos
con azabaches siniestros, cuentan los astros, que su belleza
duerme en las incesantes hogueras de sus cestas
tú que te escapas por entresijos de negra ala
quién te tuviera en sus palmas.
Como destello escaparías.
FÖRÜQ Y LEANNÁN- SHÍDHE
Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara
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