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Lengua estelar, OBRA COMPLETA

 





















































I

Miro y veo el vidrio
intentar perderse a sí mismo,
de irrefutable saber
hago parte e inciso
que si amas cuidas
semejante cuestión;
el tiempo giraba como
veraz trompo extasiado
un día osé que alcanzaría
que sí, todo anhelado
se obtenía de un disparo
osé tres disparos hacían uno,
verte, quererte, cuidarte,
mi ente sólo entonaba lira
en pluma, y alas un Paraíso.



II

Verte de frente a espalda,
no fue funesto ni devenir,
desangelado;
fue afilar colmillos
quedando blanquecino filo,
incuestionable, goteando
sanguíneo deseo,
pronosticada tú,
de hace años
que llegas en otoño,
afable tú, para quedarte,
como ascua imantada,
al alma fugaz, sorpresiva,
rebelde,
como Rocío estelar,
a la flor sagrada.


Förüq castellano Miguel Esteban

a 15.09.2022


III. 
Mala clase de sueño
que quita y desquita,
luz valiente d' este astro
oh, pena sin fin
desquitar coraje floreciente
ascua y vela, del honor,
fue una sempiterna luna,
que traía sonrisa en encaje
que creciente blandía
lirio de espada tajante
oh negro lirio, de obscuridad,
brillante, noble sentir,
era éter, sortilegio claro
y ávida secuela, un río
de flores y ángeles, entre ababoles
fuego en tierra, la beldad tus piernas.


IV
Asciende la litera, y letra,
este antiguo romance escarlata,
de Puerta y semblante viejo
comunero, su castilla,
su casta y trilla;
veneración cercana,
que cursa traje y calzas,
de cara húmeda
y pétalo en mejillas,
ojos cual chisporroteo,
largo, oh fuego su seda,
insignia española calzo,
de orden enraizada
cual vil araña su tela.


V
De tardo paso avanzo
al azur alzo alabardas,
firme, entre escalas subo
al Averno resplandeciente, 
que brillante voy por Musa,
de grave paso, y lira
en mano, 
su caricia da la tierra,
que traerme no puede;
de lecho y clave granate,
el verde, soy yo,
trajín de suelo que ordena,
me tumbé en la grama
a pensar, adoptó por
sembrarse en mí un dulce
fantasma.

VI
Sus penas eran largas
como broncínea condena
tú, sólo me ves castellano,
yo, encadenada a la tierra
cabalga mi esquela, y espuela,
recibe mi manecita fría,
que treparé tu placer,
como luz que atraviesa,
severa y afable pintaré
tus rosas de sangre,
sobre Galatea,
el miedo será nuestro vasallo
entre florestas desnudas,
y voces enteras,
seremos engalanando,
aliento sembrado.


VII
Mi voluntad es servirte
castellano, como ama la flor
el campo,
blasones se oscurezcan,
que nos encontramos.
Yo, por caballero errante,
te susurro
siempre mi doncella
yo te amé
y volviste para  ser
granate y rubí,
de condena y sedoso
desenlace.


VIII
Habito los honrados aposentos
la noche,
siempre vine y te haré
ver el sonido del ocaso,
su luna en tus iris,
imantados,  oh, sé mi dama
oh, sé mi turquesa
enamorada, siempre
a tu vera taciturna;
yo estaré.
Salta, sube a mi coraje,
mordiente, santa, habita mi cuerpo.



IX
Ausencia de luna
turbada, vapor gris y azul
oh de luz pálida,
aeterna, tu mirada,
ágil y denso, yo voy,
elevo y en crescendo,
nube oscura mi pecho,
no se vaya compañera
para siempre volver
a poseerme, de claro cielo;
valles, iluminados, chispas,
de reflejos argentos me bañan,
alta torre, que derrumba
alto pavor, incausado por
tenaz empeño.



Förüq y Leannán-Sídhe a 29-03-2023


lugar- Mirador del Henares la campiña Castilla





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