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Carta del signo granate de Luna

 












 



He de oír tiempo
comme ista leviatán
mas no ver tu caminar
al son de mi soñar

como amar tu mirar,
tu soñar,
amar tu sentir.

Tú estás,
en mis versos estás.
Puedo amar,
puedo despertar,

puedo vivir una vez más,
puedo sentir, soñar.
Esperaré,

 con tu amor caminaré.

 


Soy el agua de tu rostro,
la piel sobre tus pies
qué oras a un tiempo de nadie,
a ese tiempo de redención
nunca contesta.

soy tu tiempo marcha
sobre tu rebelión,
soy el incio y final
del suplicio enardecido,

sí, soy el captor tu alma,
el cansancio
bajo tus rodillas,
un conjuro parco de luna,

un pilar y un eje revestido
al sosiego reverdecido,
afilaré mi cuerda yerta
conduciré mi carretera
nunca termina,
trataré de sobrevivir
sin secuela ni gancho me ate
a no volver,

de un disparo seré invicto,
a un tiempo oré
su nuevo amanecer
traía la Hermandad
de la Sangrada humanidad,
en sístole de evanescer.

Oí aquel tiempo
y volví a ser
más recio que los que
nos sabemos tierra,
ascender quedó dictado,
más que a un soldado usado
de pan en agua,

escuché las notas
resbalaban de un blindado,
tiempos de futuro mejor
no sonaban,
¿Quién asciende ahora?


El Inocente

MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA


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