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UMBRÍO

 








I
Y a la voz de un Ababol 
y a la voz de un Alba 
que cante los soles 
que cante los cerros 
Ay, a la voz del pueblo 
que ore las piedras 
y hasta llore sangre 
el pedernal florido me baila, 
llorando mis amores.

II
Susurra mi tierra
enamorando al terrazgo quieto,
diré entre el acre
diré entre el barbecho
los caracoles de astros
serán mi escudo,
afilaré mis tercios
a mi luna guía,
subiré mirando rojos latidos.

III
Treparé la noche del sentido
pasajero, meditaré
a mi Sol fierro,
hablaré de futuro, de ofrenda
como cuenco de semillas
entre mis manos.
Sombra me afilará
en penumbra un siniestro canto
de violín y oro caracol, con forma corazón.




MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
El Inocente

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