Ir al contenido principal

FILOSA TORMENTA

 


FILOSA TORMENTA
Autores:
Iriabel Lazo Alvarado . Costa Rica
Miguel Esteban García, Castilla España
Fecha: 27- O4- 2024
Iriabel
La noche congeló sus ojos,
su cerebro proyectó decrépitos fantasmas,
acunados en la inconsciencia de un lapso de tinieblas.
Le daré el bastón del habla del pescador.
y encontrará el redil que debió defender.
Miguel Esteban
Pudo hacer montaña cada piedra que alojaron sus cabellos.
Un fuego diestro acogió a la irascible realidad.
Era un apóstata y la beldad le dio el perdón del amor
y supo ser en él eje y timón,
resquicio tenue,
hielo frío que sublimó bajo el fuego diestro de la palabra
en su destino de su santa casa.
Iriabel
.Sus rizos pétreos gimieron en la redención de sus manos
donde la espera abre sus alas en diferentes aromas
y espera el nacimiento de lo soñado
mientras la chiclosa mirada borda latidos en la esmeralda.
Miguel Esteban
Salvó la fragante mirada de espinas en sus pestañas,
y sentía los anhelos de precursora del Paraíso.
Cielo , terreno; llave secreta
y concordia fueron sus latidos,
mirada de ensueños
que convirtieron la miel de dioses en su final.




















Comentarios

  1. Carlos Alberto Huamán Arellano
    Autor
    Administrador
    ¡Qué hermoso dueto poético! La combinación de voces y la riqueza de las imágenes me transportan a un mundo de emociones y simbolismo. Permíteme comentar sobre algunos aspectos que me han llamado la atención:
    Imágenes vívidas: Los autores han tejido imágenes poderosas en cada verso. La “noche congelando los ojos” y los “rizos pétreos gimientes” son metáforas que despiertan la imaginación y nos sumergen en la atmósfera del poema.
    Dualidad y redención: El contraste entre la “irascible realidad” y el “perdón del amor” es fascinante. Parece que los personajes enfrentan sus propios demonios internos y encuentran redención a través de la belleza y la palabra.
    Elementos naturales: Las referencias a la montaña, el fuego, el hielo y la miel de dioses añaden una dimensión mística al poema. Cada elemento parece llevar consigo una carga simbólica profunda.
    La mirada como puerta: La “fragante mirada” y la “chispeante mirada” son como ventanas hacia el alma de los personajes. A través de ellas, exploramos sus anhelos y secretos más profundos.
    En conjunto, “Filosa Tormenta” es un poema que invita a la reflexión y nos sumerge en un mundo de dualidades, redención y belleza. Los autores han logrado crear una obra que resuena en el corazón del lector. ¡
    Gracias, amada alumna Iriabel Lazo Alvarado y Miguel Esteban Martinez Garcia por darme la oportunidad de publicarlo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...