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RUEGO TENTADO

 
















I

Recto ante tus aguas
lleno de fulgores
entresijos brillantes

todo cuanto quise y quiero,
tú crees en el desliz
toda noche traes flamante,

puedo verte sin coro
ni mundo indeleble
de espejos invaden.

II
Algo que orar
ser el final del dulce tormento,
clavar ascua a destino atronador.

Ser el guardián tu alma,
cicatrizar vil herida,
que amansa fiera y no cubre.

Regio que vaporoso,
me deshago del alabastro
y mi corazón tirita su reloj de cuarzo,


III
Libo mi cielo,
vistiendo de caléndulas
sones y nubes,

escalas a un suplicio dormido
que lloran astros terrenos,
llamo a mis ángeles despiertos.


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lamerte, fueras paloduz,
vine de tu hinojo de abajo.

IV
Soñando alto
sobre su cielo encerrado
guardas y su ojo mágico.

Llamas a lo alto,
un ser que envanece
la perfidia abrasiva.

Toda forma que baila,
sin rima, sin embargo
no espero dormir mi melodía.

V
Trabajo sobre la misma secuencia
de aguas escarlata, oh magia,
tienes que me posee.

Trenzado recto a tu terreno,
voy libre, voy firme,
de fuego ambidiestro, parejo,

cauce y éter sin formol,
ni verde mosca medicamentosa.
la z un sí bemol.

VI
Venga tu poema solar
venga el traslúcido pio,
de verdad endiosada,

sin ajos de esperas
caricia de todo mañana impostor,
me culmina, me domina.

Sin brebaje su dopamina,
oración a la misa der Alba,
algo que agradecer.

VII
Un millar de colores
un vestido y traje luminarias azures,
medio siglo que desperté ayer.

De pura sintonía
y frecuencia modulada
al bien supremo, superior.

Me eriza que vuelve sístole de barretero
el desmán furtivo pasajero
que de impulso es culpable.


VIII
Que de culpa late inocente
por lo expuesto
por lo menso que no acaba.

Vine a destapar tus voces,
cual trayecto nunca acaba,
una saeta y no merezco espinas;

si pisar abrojos
y saber como sabes
cuan te adoro, y te priorizo,



IX
Allá que la tierra
llamaron planeta
y su energía Tierra.

Sin ceguera precoz evidente
amaso que te mimo,
oh cuánto te estimo,.

Es tu pensar de inextricable saber preso,
un atrapa sueños
sin inicio, y sangre sin final.


Miguel Esteban Martínez García

El Inocente a 21-04-2024













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