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A LOS VIVOS 2025

 







A LOS VIVOS





AUTOR MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA



LUGAR:

LA CAMPIÑA, MIRADOR DEL HENARES
















Contenido
        
 
CLAREZA:
OCASO EN SIMIENTE:
LUMBRE LÍQUIDA:
AMARSE IN RADICE VERITAS EST:
ELEGÍA TERCERA:
ODA TERCERA:
EL ORO ROJO DEL REY:
Enhiesta albilla:
Raíz:
RAÍZ DEL AURA:
Raíz descubierta:
COSECHADOR TU AGUA:
AGUA:
Yo soy siempre:
Sentido yerto:
Flor de tierra:
Quimera quieta:
Tierra en el viento:
Silbido de la centella:
PRECIPITACIÓN DE MIS OJOS:
ODA AL RÍO MUNDO:
Prímula escarlata:
Ceremonia terruña:
Voz de tu preludio:
Brotado:
Primavera tu hoguera:
Memorias frías:
Rauda estela:
Catarsis:
CATALEPSIA Oda a reina Musa:
Sincrónico fulgor:
Cuerda yerta:
Orfanato de inspiración:
Estameña flor:
Resurgir:
Gloria oscura en auge:
Subrepticia:
Espiral de reposo:
Atisbo de nácar:
Preludio de la certera posesión:
Lugus:
Oda al Sol:
LUGH
Yo soy siempre:
Sentido yerto:
Aguerrido albor:
Final con comienzo:
Flor de tierra:
Quimera quieta:
Tierra en el viento:
Tu grillo:
El observador:
TARRULLO DE LUNA UMBRÍA
DESIGNIO SUPERIOR
INVOCACIÓN
PRECIPITACIÓN DE MI ALMA 2024
ÁNGEL DISPARA
FLOR DE NIEBLA
CAYENDO COMO UNA FLOR
Odis
Fractal
AMADA ONÍRICA







CLAREZA:
I
Avanzo esta mi tarde callada,
veo mi voz que grita en la penumbra,
lentamente, camino un contento de letra,
el sol no anda turbio,
me siento en la piedra su belleza,
la soledad avanza matando,
que si oyera cantara,
estrella como diamante,
de blanca ala,
clareando vegas, lares, valles, montes,
riveras, endrinos y zarzales,
bajo la horrida sombra un nogal excelso,
acuesto agravios y señales;
y pajarillos de auroras evanescen,
dormidos, que canten grillos y chicharras,
de un verano que se aproxima,
verdor de cerros, tus pechos,
candor de senderos, tus piernas,
tu ramaje que canto,
piador, clareando de la cepa, al olivo,
pasando el girasol.
Soy hijo del trigo, y una amapola.
Los grillos que en oscuro velo aparecen,
cerros, y montes, te orean,
creería que mi tarde quiebras,
como rayo de Poniente.
 
II
Y arpa abismal,
oh mis grillos amables,
con azul chaqueta en el raso,
rocío permisivo, le creería en el rostro de almendras.
Adornada la reina espiga,
antigüedad y fiereza, viste el noble comunero,
en su Campiña, se mete sin juntarse,
entre las filosas lenguas,
Donde oye:
-Plantamos, o recogemos.
A las puertas florecen las azucenas de la tarde,
más lozana ella, que un cebollino,
bonita, como una caléndula,
harta de sensata,
como si floreciese alta como lirio
de las peñas nevadas,
y bajara reluciendo como bendita cicuta
de pantano, algún ciego de armónica ligera,
y pluma clara de alegre escritura,
entonces, se promete, admirarte siempre,
mientras vea el sol nacer
y poder esperar la golondrina,
píe:
Hipsípila, siempre vivirá como su padre Sol.
 
 
 
Förüq er lobo-bohemio Esteban
 
OCASO EN SIMIENTE:

Hoy avanzo, hendido de aguas azures,
henchido como va un fértil vientre,
dotado de notas angelicales 
y sumisos cristales obscuros complacen,
 
suspiros precoces laten,
arriba van al astro
sonrisas caducas y besos incipientes
sus llamas liberadas,
 
avidez que escala cual seco rayo
todas primaveras sanguinosas,
desde el ababol flamígero
o su sangre de tierra,
 
hacia el divino laurel empero
que busco a Calíope,
ajada de lares y númenes húmedos
su floresta desnuda, como la transparente noche.
 
 
Asido ramilletero pulcro,
como un cangrejo cosechador su agua, su río,
servir flores al eternal precio sus simientes.
 
Era mi empeño como una oratoria,
como robar un beso o un alba,
como dedicar o servirme,
 
del fuego diestro,
que su empeño era, es ser justo,
acompañar y unir deslices,
 
como unir y cantar
siempre áureos surcos de alma,
necesito soñar para escribir.
 
 
Pintar, lo que se siente,
lo que habita detrás de los sentidos,
 
infra-realidad de mi ojo sangre,
oh, realidad preñada.
 
Como vientre femenino fecundado de ocasos.
 
 
 
 
Förüq Esteban er-lobo bohemio
 
 
LUMBRE LÍQUIDA:
¡Oh, manantio de espejos!
fuente rebrotada,
es palabra,
candor de exactitud,
o brea encendida,
mi pupila, llama que brota,
iridiscencia en acto
puñal álgido,
cavo abismos en azadilla,
en cumbre de Éfeso,
en bosque de  Cumas,
con quietud prolífera descubro,
valles y señales,
oculta la tiniebla,
oh mano de fruto,
diamante blando es espera,
ruina de la palabra,
ciencia apócrifa,
conjuradora,
como noche latiente,
y denso párpado,
su azabache,
lo que callo
sólo es ceniza,
lo que vivo
es savia sangre,
o las dos,
ojo de tierra
me viese apuesto,
le clavaría semilla
al crisol, la recta forma,
carbón, celda de luz,
temblor de infinita melodía,
vapor de mares,
sol sin los días
reflejo durmiente,
no olvidé quién ser.
quiero y valido su querencia,
contento, oh su acento,
de verbo alegre juega,
galantía clemente,
su sola aspa,
vente flor de virtud,
desde premisa
que aprietas y conjuras.
canción de espada,
blasón de tu sonido,
casta sin flor en la mejilla,
va mi prestancia a tu cáliz,
lirios de los valles
riegan Orféo y Eurídice,
mis huesos ya no laten de tristezas,
ojos de otros ojos
dicen cavé mi vide en balde,
en un baldío,
donde anhelaba fortuna,
y logré traiciones,
encierros y besos de sangre,
oh río de mis almas desangradas,
no fue osadía pedir pan
en aquel lugar,
brotaron malvas y abrojos pares,
retiros de razón heridora,
memoria de cuánto,
vivo por besarle un Ocaso.
Quedándome al cobijo
su terneza de luz obscura.
Esencial premura cuánto la amo.
 
 
 
Förüq Esteban er-lobo bohemio
 
 
 
 
 
AMARSE IN RADICE VERITAS EST:

I
La noche vuelve de la tarde,
a la salvación,
solución del alma quebrada,
no puedo ver las estrellas,
sí escuchar el sollozo
mi luna, mi luna semper,
todo que nada está hecho,
oh destrucción de luz,
efímera, pequeña, ingrávida,
susurro por eco
no digas mi nombre
acudiré
a donde vengo y vine a germinar,
oh pequeña ángel,
nada como tu gozo,
no estoy asustado,
soy, sí yo soy paranoia,
quiebro de mi destino,
puedo arrojar tu rostro a mi corazón,
sin orgullo no hay nada,
nada como la conciencia,
oh placer en aval,
nada, nada como una mente,
cabalgar, y no sopesar
actuar,
oh vacío, sin arrullarte no hay nada,
de sol, de brillo, de bruma,
de humedad permisiva,
sentirse la noche,
todo este ruido dentro mi cabeza,
sin miedo, sin embargo,
prominente sujeto, dispuesto
a conquistar, arrasar, vencer, y mantener puesto,
Tierra, no hay lugar mejor,
todo lo que amé
amo y amaré girando como manecilla,
un reloj de pulso,
mi corazón gira dentro de él,
cerrado como esfera reflector;
quién soy,
hijo de mi regocijo inter-dimensional,
no vine a morir gratis
vine a trascender primero,
a resurgir segundo,
transmigrar tercero,
siento los ángeles sollozar,
no de perdida, ni ganada la guerra,
ídem arriba que abajo,
amo desconocer,
desconozco incierto,
encegando la ausencia,
que se detiene por el lugar,
y veía a dónde no avanzará,
desconozco de mentira,
odiaría desconocer,
lo ignoro falsamente.
Incierto,
incierto,
incierto,
opacidad sola,
que detiene,
en ausente lugar.
Y veía que cegado,
allí no irá, allí no irá,
lo conozco de mentira
y veía que sin pensar
veía, intuía
la ausencia que devela,
la Claridad.
Y desconocía que sin pensar,
todo es un desvelo,
lo conozco de incierto,
lo ignoro de mentira,
lo miento que es verdad,
quisiera Beligerante no saber.
Quisiera desconocer,
lo sé de mentira,
qué calla, qué deshace,
qué desvela,
qué dejará de hacer.
Todo es un desvelo,
nada es sueño,
lo desconozco de incierto
lo sé seguramente desconociendo,
no quisiera no saber,
lo desconozco intrínseco.
 
 
 
Förüq Custodio Martínez



ELEGÍA TERCERA:

Diestra escribía la tarde,
envuelta de ojos,
cantando con mi soledad multiplicada
este sol que nunca muere
que nunca ha de morir,
miraba mi mano que él escribe,
camino las llamas tersas,
no tengo miedo,
de esos cristales
ni de su espejo ardiente,
quién escribe por mi mano,
que dueño pudiesen tener estas letras,
escucho ángeles llorar,
gimiendo mi nombre
hendiendo mi mano vetusta,
luz, oh luz lisonjera
que te hiendes descarnando mi pecho
de espiga y ababol,
limpias esta herida sanguinosa,
virtud justa como ciega,
siento mi regente crepitar,
llamando,
llamándome,
sin llegar a ningún parco final
mares de tiempo
que naufragan en mi carne,
elegía de hoja repleta,
haz que me crezca
hirsuta,
mi tinta difunta
forrando mis casi veinte años
escribiendo a mis soles difuntos
y lunas derretidas en albas puntuales,
haz que desborde mi sangre
en río todas flores desangradas,
este sueño que me enraizaban tus versos,
y planeaba seguir viviendo,
siempre para ello,
vidrio inefable que no ocultas
el ímpetu ni fuerza,
que corren y danzan en mi espalda.


Esteban er-lobo bohemio
ODA TERCERA:
I
Grandioso, que tú me alzas
viles lindes inconclusos que lloro,
mi vigía con auras,
recompongo mi coro;
siendo hoz destellando, todo incoloro.
 
II
Oh alma, sin llantos tibios
servil cuanto dirijo ciego, bruma,
anublan cielos, lirios,
severo tiento no huma.
Destellar que calmoso, pulcro, fuma.
 
 
III
Si sea por la alta lira
alzar su carne, el intransigente sol,
glorificas mi pira,
como el trigo y girasol,
flameante como hornillo tu tornasol.
 
 
IV
En tersas noches solas,
mi suave canto puro, ensombreciese;
duras montañas de olas,
de árbol noble moviese.
Frondas y la furia de mar entonas.
 
V
Desfallezco, ir subiendo,
aljibe mi esencia, terneza firme;
solo voy descubriendo,
canto de áspero al irme,
ninfas, hadas, sátiros, a plañirme.
 
 
VI
Por ti bravo, voy calmo.
Al valor y hermosura de antaño.
por ti toda, me ensalmo.
Mi barba de ermitaño.
Osando cautivo, lamer su letra.
 
Förüq castellano Miguel Esteban
 
EL ORO ROJO DEL REY:
Oculta intención en aire
que espiro,
suspiro breve mecido
en agua helada una mirada,
al final y comienzo de todo,
como un pronóstico que se anticipa,
al espejo y su pececillo de plata,
flores niñas ya no danzan
un cierzo de noviembre veleidoso,
que arrastraba hojas como forrajes,
besos como nieve roja,
aroma de azul caída,
el miedo no sonaba en los corazones helados,
sí el rubor de campanario,
en cal viva, peces y pájaros
al festín de Dante y Baco,
era el resonar del oro rojo del rey,
por cielos vastos,
y vidas de un pez de papel,
tiempo de caricias llegaba,
como a callar una razón enlutada;
mañana y pasado seguiré viviendo,
al otro lo dejo en tus manos,
beso tras beso deshojado, desposeído,
fauces un vil olvido de filo
renacido,
iré allá, donde el océano no envuelve,
a buscar mi tristeza perdida,
y una ola serena de espuma breve,
mi rostro en vidrio 
como plañe el azur un libro,
árboles cantores
un bosque perdido,
cada vez que voy a encontrarme,
bosque de nieve granate,
y vetas oro noble,
campo, campo lindo,
hay en mi olvido,
vestido de zarza y endrino,
calidez de transparencia,
signo febril de hoz,
y simiente,
ternura tanta monte santo,
que quien a ti vino,
es peregrino,
existe mi pena que ya no mira,
si acaso pasa.
Naipe como caracol
del resto de mi espejo.
 
 
 
Förüq
 
II
Fue un día hecho,
como ninguno,
no me sostenía
niebla alguna, mental, mundana,
no buscaba yo honores,
ni delicias otorgaban
destinos ni azares,
encontré sin planear
ni anticipar éxito alguno,
un tesoro brindó la tierra,
una maravilla,
un tesoro hecha flor
de los difuntos,
era frondosa cubierta 
de numerosos botones
de flores de pétalos naranjas,
como el fuego difunto más vivo,
se me reveló a continuación
el segundo tesoro
de sangre Azur del rey
era una rosa abierta,
tan bella que cuando ella hablaba
callaba toda la belleza del patio de la araña,
era escondida entre la maleza y forraje
la envidiaban y protegían,
la rosa Azur del rey,
sólo abría en flor
una vez cada cien años,
yo pude acariciarla,
y obtener el tesoro su belleza
iracunda en mis retinas de ojos,
tal revelación del descubrimiento,
brilló mi intuición,
y solo pude atribuir
que era rosa Hija del atardecer
y la hermosa Alba que precede 
a la Reina Luna,
mi ignorancia no deslumbraba ya,
como tesoro de necios,
ni tinieblas envolvían mi pensamiento,
me sentía vil, afortunado
sin importar comparación,
no entendían mis anhelos
ni pretensiones,
el por qué ni para qué mis dones de tierra
me fueron otorgados antes yo nacer,
todo llegaría resuelto a su momento,
como la luz surge de maternal cristal oscuro,
veo mi futuro en mi mano
para lucharle,
y por lo tanto
conozco lo que no debo
ni considerarlo.
 
 
Förüq
 
Enhiesta albilla:
 
Amándote ferviente cada llama,
presa amapola en fuego se quedó,
sonriente aurora, ella la heredó,
tu corazón caliente fuerte se ama.
 
Renuevo esta mi sangre, dulce dama,
veraz la rosa, amor siempre alegó.
Al latido, su beso le ofreció,
la flor abierta en agua se proclama.
 
El estambre una súplica advenida,
piel la acaricia y le brindó su daga,
su gineceo blanco, su avenida.
 
 
Óvulo atravesado cual semilla
su tierra, anclada joven la biznaga,
germina fértil vientre, enhiesta albilla.
 
El CASTELLANO
 
I
27 abril 2016
 
Raíz:
 
Tibio resplandor dorado
mi aura escapa de mi cuerpo
para no saber quién ser
el ababol del camino clama
por enternecer la primavera
a rojo carmesí cuando la tierra estalla
en flores ellas dejan su río de sangre
allí donde el olmo viejo
crepitando mi sentido estaré
me nace una espiga de la mirada
a la hora que se acuesta una malva
luce el colorín su trino
la caléndula cierra sus flores en verso
a la hora que el tejo exhala por el tiempo
transcurrido hueso viejo
y su tornasol afilado
hoy es tiempo de colgar sus flores al viento
por si llora mi cielo cuelgo ramilletes
en chopos silentes que la vida
vio colgar de mis pupilas
al dulce trigo en verde olivo
que mi ser yace más que vivo
mi ser es primavera
a la hora que su caricia blande entera
mi tierra y su entraña abre
al esplendor de un estambre
y se eleva mi lumbre quieta
río de sangre que me crece
por soñar soñé y me enraizó la flor
y que la flor sólo sea la flor
Porque jamás mil máquinas podrán hacer
una flor y elevado mece su amor
por la verde grama
que se afila de mis ojos
la guadaña
por el ancho largo
trepó y escaló su cielo
al fiel desliz me hallaba
esperando adoptar su sabiduría
que reverbera en cada pétalo
en cada hoja, en cada raíz
de su fiel testigo estático
quedando quien fui
y la tierra que seré.
 
El Castellano
 
II
28 abril 2016
 
El tiempo que se abra
y brote mi vida
al compás de un Sol mayor
resumen de existir en el brote
de una zarza que allí
baila mi hada
estallando en flores su pelo
tierra yerma que vio trinar
el estruendo de un zorzal
quien te viera caminar
vestida de espiga y lavanda
por ti se abre la Rambla
tus cabellos iridiscentes al brillo
canta al son mi grillo
por un camino se bifurca el reguero
el gato lame su pelo
yo estoy esperando por si te encuentro
mi señora de las flores silvestres
se Acuña mi aliento
en una flor del viento
una flor pálida nació del cielo
con sus colores alegró al tiempo
de sus hijas nacieron alegres vientos
del norte que en color vistieron el bosque
una flor naciente abría su esplendor
a un Sol de mayo por ella tormentas
nacieron germinando a su paso
vivezas de antaño
por los prados viste mi calma
fiel a encontrar tu amor un día
por si el cielo se abre
que sepas que él te mira
mi señora de las flores silvestres
un cardo de la dama en tu mirada
por si vivo mi vida te entraña
fiel de esperanza
una flor bajó del cielo
a expensas de sangre tener
ella se volvió mujer
con tu nombre en la piel
por la floresta danzaba mi suplicio invernado
fiel testigo maravillado
con amor en las venas esperando las flores
de primavera y sus caléndulas
despertaba por fin Ostara
y el cariño de la tierra
mecieron los terrenos
un soplo de su aliento
me floreció un beso
Cuando los jacintos abrieron
sus flores al horizonte del terreno
yo estaba despierto
surcando la mente de quien me piensa
con paso lento y decidido
transmutaba la flor de Odin en luz
cabalgando un arco iris de estrella
sonaba la campanilla entre grama dolida
era el momento de acostar
los dientes de León
al tiempo que besaba fragancias de colores
mi jardín de duendes.
 
 
El Castellano
 
III
29 abril 2016
 
Todo se baña al calor
de tus ojos
ciñendo la danza
de mi azada
se enhebra mi calma.
Vespertino guiño
de gramas preñadas,
por la sed de arrojo
por tus estrellas desdobladas
Viene mi caléndula con una sonrisa enfundada
Yo estaba caminando sobre mi línea
la noche me contaba sus mentiras
sobre un parco negro límite
me encontraba
disparé a la luna sin hueso
se me acercó un cuervo
con alas azabache
pregunté a la noche
que su abrazo en letanía aguarda
si yo era merecedor de su dama
yo soy la voz de pasados lejanos
soy la voz de un futuro
soy eco de tormenta
al fuego de su rayo
llevo a cuestas montañas
enjambres de abejas
quieres oír su nombre
que la oscura soledad late
Él es Siempre
como un relámpago de sangre
como una luz que mece y envuelve
es el despertar en otra carne
en otro cuerpo
las sombras cantan a su vuelta
yo que camino por la ortiga que me mueve
hoy verá el cielo llover flores
y los campos abrirán sus colores
al rey astro que nada ni nadie
contra él puede
por si brilla mi suerte
de la mano de la dama nocturna
contará aquel cuervo que me vio.
 
 
El Castellano
 
RAÍZ DEL AURA:
 
 
 
 
Arrostran secuelas
de cicatrices
en mi nueva forja,
abren caléndulas temperamentales,
cebollinos de lares silvestres,
a Numidio le ofrezco,
jacintos silvestres
que evanescen,
y mis rosas caninas por abrir,
no falten a tu vuelta,
ajipuerros inquietos
aguardan los campos
el reverdecer
de otoño sembrado,
romo hierro acrecienta mi sangre,
labriego invocado,
irritable,
a la vuelta de mi fortuna
sosegada, trillada entera,
como tupida yedra abraza
la sombra de su árbol,
no piso cenizas que se parecen,
honraré sin coturno
a Cécrops
esperando laurel eterno,
cúantos ríos nos desconocen,
este honroso polvo,
Musa mía no abandones tus juegos
modula tu laúd sonoro
que tu voz parte y pretende
dulce y armoniosa,
al fugaz viento
tiende mi fulgor de armas,
se duerma así
con mis oídos dejando
se afilen trompetas
y clarines bélicos,
brillante mira displicente
mi hiel de suerte,
hoy no vendí ni un atisbo
de espíritu a su cruel destino,
argento un color
nombré escudero
que enraizó en la tierra
como un blanco chopo de belleza.
 
 
Förüq
 
II
2017
Raíz descubierta:
 
Sueño, un haz subordinado
hoy tuve una experiencia
subjetiva al cansancio intuido
de aquel retoño de lagartija salamanquesa
de mi pared habitante de mis tiestos,
la regué y corrió a detenerse vertical
frente mis ojos,
en aquella pared donde caza,
detenida sin presura,
yo acerqué mi mano tapándola
por completo sin asustarse siguió inmóvil
y pude acariciarla con cariño,
empiezo,
que no he terminado,
enmudeció mi soliloquio confinado,
abandoné mi voz,
bajo el latir de tierra
sangre huye,
rojos carmines en avidez
de rizados estambres,
sobre las montañas y su blanco gineceo,
esencias despiertan,
palabras bullir
en carne fundida de suelo
en fértil, serena de aliento
en bruma niña,
madre de este gris anisado,
con crispado horizonte,
toda caída sin destello
ni florida estampa
que seca mi ala,
iris de soturna
carcoma mía
en tejado de oscuridad,
de tronco y su nido,
vamos tejo,
si yo creo que eres mío
háblame de tus penas sin escapar,
de tus romances oscuros
a vientos de luna,
piérdeme la compostura oxidada,
haz que me lloren sin miedo tus hojas
que yo deseo ser tu eterno amigo,
compañero.
En raíz descubierta
que afila el tiempo,
será mi cuerpo.
 
El Castellano
 
III
 
Cuerno sonoro,
cuerno vivo,
cuerno hueco
brillo frío templado,
vive tu osadía la bravura,
osamenta quebrada,
viertes tu sangre,
dando brío a la fuerza,
tu luz no tiene rienda,
tu puñal me dio vida,
y a Quoth el cuervo,
tu fiel agonía,
late, sangre fluye,
corre el lobo que soy
bailé entre serpientes
altura desbocada
he oído alzarse
almas bajo la tierra,
arde regio sol-ferro,
oscuras alas blanden
sus filos de alba.
Regentan iris
la lucha que reinará.
Habla desde la leyenda
el origen de Iberia,
quién espantará
mis gritos entre ruinas,
desciende su poder
somos los otros,
canción de una piedra,
férreo el destino,
amplia senda
honro mis dioses
abrídme el camino,
surcarán abiertos
libres vivos;
oda por esta tierra en llamas
por esta tierra en trizas.
Ahogarán alientos
bajo el dios del Trueno
ávidos guerreros resplandecen,
raíz de plomo
incandescente.
 
El castellano
 
 
IV
 
 
Por la vía
que los vetustos
olmos blancos
protegen los desnudos álamos
que aguardan erguidos,
al descanso de trémulos corceles
y sus carros, cruzan sin herir el sendero,
abatida mi contemplación
fue silenciosa entre páramos
angostos esquilmados del ocre
ardiente, encorajinado,
como un negro suelo que rozo
con los ojos.
La sombra que un ciprés rutila
se acrecienta erguida, ahilándose
con aspavientos que retuerce la luz
sin franco obstáculo.
Era de la tierra habitado
un bronco grito sin suerte,
refirió su desventura
y miradas no esquivaron,
quedaron vistas cuatro espigas
juntas en tierra arremolinada,
por las vides de semblanza
y el resurgir del añil
del santo olivo,
misteriosa sombra de ciprés
háblame como se habla a la primavera
para que se lleve los fríos,
quiero compartir tus preocupaciones
preservarte como me preservarás
cuando muera,
al sigilo del rojo brezo
me alzo como flor
que la primavera arrebata al invierno,
y abeja que baila sobre coronas,
como agua clara
que da la misma luna,
así como tú sombra,
yergues tu profunda pupila
desde la misma senda
que te vio nacer
pura, limpia serena
aguardando al alba
tu desnacer
que tiña tu ojera suave.
 
El Castellano
 
V
Candor en raíz:
 
Sembrar unos versos,
en nueva hornada
que el río lleva
en estribillo
cantad pues
que cantaremos
los mineros del verso.
Luz y claridad
en seno de nueva alborada.
Certeza en mi corazón
que late a las raíces
del antaño oculto,
por padre soy minero
por madre soy barquero,
cavando esta mi sombra
voy al hoyo del Sol.
Medito cual azada
de tres cabezales.
Tiemblo,
retemblando voy contento.
Onda vítrea marco mi andar,
por costales del Álamo
forjador, a su boca de fuente solariega.
Sed cándida de funesto, aciago sol.
Luz en aire es del herbario viejo,
padrón de arpa y su son.
Cantó mi campana
vengo por piadoso cerro
como solitario
señor.
Oro jovial seré
como vena del ámbar
relumbraré
mi añil,
amarillo viejo.
Pintaré lunas
y sus anchas ojeras
que relucirán sin ocasos
ni malvas espantarán,
fríos vernales.
Vendrá la niebla clara
por arboledas
y pinos tupidos
que caracolean
mis ideas reverdeciendo
los antiguos pesares
y su alameda errante,
vine por el murmuro de la piedra;
arraigado yo voy de mi insepulta tumba.
Hierros repican
sones como astros cinceles,
desnaciendo de la roca
su candor mineral.
 
El Castellano
 
 
Flor de difunto:
 
Caléndula dorada de mi vida,
tibia, eterna, esposa del Sol de día,
amarilla, gran luz de los campos
flor de difunto en tu grandeza antigua.
 
Que baile el tiempo sobre tu flor
que ni te importa la estación,
sobre tu quietud alcanzo la verdad
del ser sin preocupación
 
alegría da verte, belleza creada
del rayo de sol, dame tu luz
descíframe el saber de tu ser
para tu oro tener
 
ese por el que el muerto encuentra
su luz y la abeja tu beso tener
lozanía del camino si silvestre naces
al ocaso del lucero
tus flores cierras en verso.
 
El Castellano
 
Cáléndula joven del camino,
vieja de la senda que lleva a tu casa,
ardor de luz brotado entre florestas hirientes,
alza tus pétalos comunión de insectos,
por estos solitarios caminos
que me llevan a verte
alzas en pitanza
tu verde semblanza,
de la tierra vida en añoranza,
fulgor entre tus sienes,
darás de flor simientes,
así demostrarás que no hay tierra
sin flor así no importe estación,
María oro, flor de los difuntos,
luz entre luces del alba,
sostenme la caricia en tu flor,
que me creo abeja por un día,
álzate entre cardos y malvas que te rodean,
demuestra que eres única,
que ni caracoles osan morderte por tu savia fuerte,
señero silvestre donde los haya,
oro luciente entre engranajes verdes,
espera a tu ababol compañero
que tú sigues dando flor
sin ser primavera entre despertares y albores
de vidas y sus trinos,
navegas mi alma esta mañana
glorificando mi tierra yerma,
te aman mis ojos, te admiran latidos precoces,
eres más que silvestre flor
eres una vida precoz de luz,
si pudieras ser mujer yo sería tu eterno acompañante,
colmas la belleza de lo sencillo
eres mi alegría del camino,
pasarán fugaces las generaciones
y brotarás cualquier terreno
que el reposo tornó sin construcción,
para que tú grites
que la belleza también tiene casa
contigo,
Calendula arvensis.
 
El Castellano
 
Danza en mi oscuridad:
 
Es el eco furtivo
de estas sombras,
rompe el silencio
guarda su pálpito
es como el mío,
es como el mío,
cuando un agujero
se abre del cielo,
sombras de gatos
caminan la ciudad,
iluminan mejores tiempos,
que ya pasaron,
canta mi grito solitario,
maestro del animal,
cierran las pestañas,
me ha traicionado el viento,
solo, solo en este oasis de cemento,
mi mala yerba brotará
entre su asfalto,
cruces torcidas
el día escapa deprisa,
un párpado negro al acecho,
me piensa la oscuridad,
su negra ala no  me bastará
al día que llega
desaparecerá,
desaparecerá,
escucho notas de este vacío
perplejo, perplejo ante su miedo,
voy por escalas al infierno,
carreteras oscuras
va construyendo mi vida,
la ciudad desvanece,
la tierra muerde los cuerpos,
este invierno
ya no me seduce,
se clavan mis uñas en la celda
de mi cabeza,
el tiempo esfuma etéreo,
nunca más labraré mi miedo,
aúllan persianas con el viento,
estoy en el otro lado,
contemplo vidas inertes pasar,
el espectáculo de la soga comienza,
es una flor de sangre
abriendo su polen,
no hay un alma
en esta calle de mi mente,
se retuercen mis ideas
en adversidad,
crepita que arde
esta lengua de frío,
amanece mi sangre
escribiendo sin madrugada,
el día comienza su alborada.
 
El Castellano
 
Otro beso:
 
Mañana saldrá el sol si yo miro tus ojos,
el mundo se hará pequeño
solo para que nos conozcamos,
tiraré la moneda al pozo de oro,
contestarán sus doradas gotas,
que los sueños hay que vivirlos
para que sean realidad,
al verdor del monte
sembraré dulces vericuetos,
para que diluyan escarchas hirientes,
y sus blancos de sabor a nube,
se rizarán cumbres
dolerán sigilos del álamo,
dejando su nieve
en fusión de escalas al cielo,
eternos alambres alumbrados
por el sol y su desquicia,
me llorarán los ríos nuestras gotas de unión,
tu alma pura, colorada será como mi alma,
intransigente comunión, destellos sin calma,
ganaré la batalla,
la noche será mi criada,
la luna rajará crisoles en estampa helada,
las estrellas me arroparán la sábana,
amor yo nuestra primera noche
no seré hombre,
se destaparán los reinos olvidados
seré el rey animal gobernando tu cuerpo,
mi ciprés tendrá sabor a mujer desnuda,
todo lo teñirá el rojo bermellón,
al tañer de nuestras almas en hoguera,
las sombras se unirán todas
hasta vivir en tus cabellos,
yo pasados los siglos
volveré a vivir para pedirte otro beso.
 
El Castellano
 
 
 
COSECHADOR TU AGUA:
 
¡Armaos, perros poetastros,
poneos vestimentas, vestimentas de amores mediocres,
vuestras líneas sin más tardar!
Es tarde para volver atrás;
No dudéis ni un suspiro
de este yerto que cruzó
el río de la Estrida.
¡Mas, por regio el Sol caudillo,
por su blancura de Madre,
oh dulce, cuantas estrellas siembran el horizonte,
hay los cielos.
Y hojas hay en mis manos escritas.
¡Remate yo, de mi origen, si os devuelvo a la tersa olvidada!
Suenan las grandes trompetas
que ni en toda Babilonia,
ni en alta torre de Hércules
su resonar pueden disolver.
Recobrara mi aliento,
mis ojos cobraran su luz.
¡Mas por el regio Sol caudillo, por su blancura de Madre!
Día tras día nuevo,
tirando tajo de verso recto.
Embestía y no halagaba a ninguno.
Por un pajarillo envío
por una hermosa golondrina,
que allí donde se vea una alborada,
Hipsípila caudillo hijo,
siempre vivirá como invencible Sol.
 
 
FÖRÜQ castellano Miguel Esteban Martínez García
 
AGUA:
 
Eslabón vasto, ardido, deslizado,
un iris de gota que a ti te llega,
marcha tenue, compás de tu eterna huida
que te marca y da vida,
fulgente fuente en infinitud de bocas
que tu ser desprende,
de su nombre y su alambre,
irisado canto de nubes derretidas,
comunión de trinos,
un beso a la tierra que deja herida,
límite de árboles y sus soles,
siembra de azul,
despensa de tu saliva,
hoy buscaba belleza y belleza eres tú,
río corre directo a tu nacer
río levántate,
jamás te canse tu desnacer,
efímero latido de tierra,
tú vena del cielo,
una solar yaga del gris,
un hogar, cuna de mi tempestad,
para ser agua inmortal elemento
capaz de crear y destruir,
de vivir siempre tejiendo la realidad,
alcanza, desvela que te debo esta existencia,
sin saberte nada existiera,
equilibrio que en tus vasos juega
para estallar en creación llamada vida.
 
Suspiro fresco
en labio extinto
de sombra.
Día que no se encuentra
su densa forma,
cuerpo con agua de estrella,
querer vivo que llega al aire
tiende y espera,
la muerte que renace
por fuegos de brea
en el aire.
Abren batientes pétalos
de viejo silencio esquilmado,
esplendoroso.
Acurrucados sobre un lecho
que la brisa abre,
en trocados rayos de sol,
esquivos en plano
de verde follaje.
Astuta golondrina encontrando
dócil rama.
Mundo sin mentira de vida,
manantial reluciente de esmeraldas
ahonda y todo siente,
que la sangre miente.
Terruño ojo victorioso
aplaca sus arpas irascibles
estrujando abismos dolorosos,
petrificados.
Reniega la boca vegetal
casi viva,
promesas en frente de violetas,
cantan amando el claror
lírico, estremecido.
Coágulo de viento
en cientos de porciones,
esta luna quieta
semejanza quiere
descubierta la zona umbría
donde invicta llagó mi alma.
 
El Castellano
 
 
Ríos que me tibian el corazón,
eslabones de sangre,
¿Dónde está la paz, dónde está el amor?
ríos de sangre se comen mis venas,
cada tropiezo,
otro borbotón,
otro alfeñique para mirar,
¿dónde quedo yo?
que el sol sea mi pena,
cantando espero mi triunfo,
se afila mi papel,
crepita mi alma,
tropiezo con la tiniebla,
hoy navego sobre mis versos,
aliento de la sombra de la creación,
hijo de la luz y de la sombra,
no acabaré de irme,
no cesará mi terco aljibe,
enamorado sin luz avanza
parco el sonido,
deslumbrado albor,
desnudo mi árbol,
hoy centellea mi rayo,
para decir que yo aquí no he muerto,
se viste mi sangre de caléndula y margarita
por si vuelvo al desliz de mi vida,
pasajera de un caudal
que mi entraña mece,
piel con piel, dolor con dolor,
enamorado corazón,
hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,
estoy latiendo en el umbral de los dos,
mi sangre está llorando,
el cruel desliz de la parca efímera,
me siembro en los campos para perderla de vista,
suenan los trigos, de la verde espiga al girasol
se viste brotando mi amor,
viene a plañir mi alma
por el sendero sin prisa,
se alza la dicha,
mi ser crepita el alma,
hoy me visto de espiga,
y que el campo me enternezca
al cuchillo dorado de la piedra caliza,
hoy mi amor al albor
gime por su caricia
y que el alma dolorida entienda
que ella maravilla es mi vida,
por este siglo y los que me quedan,
escrito yo en la piedra.
Lima el albor mi nervio,
aliento cruzado que cae tejido,
la ilusión se hace nido,
borbotones de sangre que crepitan,
alcanzo la cima,
el sentido cae dolorido,
de vid y espino alcanzo el sonido,
al compás de un famélico ciprés,
mi alma dirá viviste,
encontrando la flor
por la que mi mundo se desviste,
rayos a la aurora
para su fiel investidura,
flor de niebla que avanza
mi umbral se desvanece,
bullen las fuentes,
el río es otro río de sangre más,
lucen las mortajas coloradas,
fiel desliz que cruza mi alma,
desgañitándose el alba,
el amor por parir una flor,
elevado al rayo de sol,
quién te viera quién te vio
rasguñado tornasol
se desangra mi campo del girasol,
millas aparte mi nombre se blande,
el beso me derrama las mejillas,
en albor quedan las caricias,
de la piel escritas, sentidas,
danzan las estrellas,
me vuelvo a ver en tu vida,
donde el te amo formo bandera,
y en tu ser queda,
resquicios sin nombre
que el ser come,
la rosa y la espina gimen
en tu nombre,
avanzo el ser resguardado,
sin franca escalo la tapia,
a tu cuerpo me encaramo,
hoy soy de ti
como el pájaro a su nido,
como la sed a su agua por beber,
como el río a su montaña por descender,
como el caracol a su mata por comer,
crepito el fuego que me brota
por tu corazón,
soy yo sin más razón,
tránsito veloz,
tu calma y su verdor,
me visto de malva
gimiendo una runa en el sol,
me anclas el gozo en la flor,
me blande el coraje
por el viento exclamo
mi valor amarte sin condición.
Desde mi umbral a la flor,
cantas mi canción,
te aúllo un caracol,
mi vida tornó a mejor,
irisado rayo de sol,
una fuente y un diente
un afilado canto irisado,
hoy acepto mi destino
porque muerto vivo si no te miro,
tengo tu imagen enraizada en mí,
es por mi sino que maldije,
pero hoy después de tanto
tengo el sendero labrado,
mi cuclillo trina al infinito horizonte,
mi ser se hace grande,
mantenme afilándome en la piedra,
hacia el centro me quedo exhausto.
para pulirte del alabastro.
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Yo soy siempre:
 
Todo queda bajo el esfumino de mi grillo,
colgando pensamientos en tejados,
al compás de una cigarra,
piel con piel flor con flor
elevado resquicio de tu amor,
sueños atrás volaba mi alma ingrata,
nervios posibles y su cama,
sí soy yo sí eres tú,
qué pasa ahora,
instante de cerrar mis ojos,
por comenzar la historia de mi vida,
y sus siglos de dura existencia carcomida
al disparo de la ilusión y su mentira
donde los demonios llaman y me quieren,
deslizada la tela de araña
mi vida es lo que me queda,
soy Dios de mí mismo ahora,
el demonio me cuelga la espera
mitad luz mitad sombra es mi ahora,
mantenme lejos del nunca,
yo soy por siempre,
ojos renegados de este humor vivo,
gatos maullando a la luna en el tejado,
imposibles galanes,
cuando yo me caso con lobaluna de antaño,
animal feroz corre por mis carnes,
solitario ángel armado para el enemigo,
este es mi sino,
tejos crepitando su savia en albor
asidos a su quietud imperfecta
que el tiempo no determina final,
vida trenzada en albor siniestro mi ida
soy WECHE soy fuerza por y para siempre,
el verso me teje,
tinta mi sangre, pluma mi garra,
por acampar la estrella y su cama
hoy por qué no mantenme fuera de la mentira del fin del universo,
porque yo soy mi universo particular,
humor desdoblado asesino del tiempo,
mi mano acabando con el aliento imperfecto,
soy el imán de hombre que te atrae a mí de nuevo,
soy la ecuación perfecta que asesina tu velo,
toda mi realidad se construye de mi mano,
para acabar elevando al tercer cielo y noveno abismo mi canto
entonado en cal y arena como caracola de mar serena,
es tiempo hoy de morir por las ilusiones fugaces prometidas
y su tela aterciopelada, vestida de nácar,
hoy es final de mi espera,
es el comienzo de mi poder,
mírame estoy rasguñando mi piel a placer,
está quedando solo mi sangre vestida de hiel,
hoy como ayer a tu lado estaré para asesinar la quietud
y su asolada desilusión,
hoy por ti mañana será nuestro eterno comienzo,
para extender nuestras alas al cielo,
todo comienzo exhala su final de su mano izquierda,
elevado amor que me cae por el párpado,
y en mi vena que aguardo para estallar amor al viento
este amor que por ti siento.
tornada mi sangre la verdad de mi aliento,
en difusión magnánima del sentimiento preso,
muerta mi araña
mi corazón es lo que queda.
 
El Castellano
 
Blándeme en mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Hálito silente,
yo creo en ella
porque su piel demuestra
que los sueños se cumplen.
Volamos juntos al viento
como molinillo diente de león.
Hoy la vereda canta nuestra canción
dos corazones en un mismo latido unidos al unísono
Su carita que llama a la mía
de su cuerpo es mi caricia
por ella el piropo jamás escrito
solo desvelado en su oído
Sólo al viento le pido viento bonito
mantenme en su destino.
Que de lo vivido muerdo su corazoncito.
 
Del ababol a la verde espiga.
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Sentido yerto:
 
Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvido yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos
piedra de montañas...
hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puedo olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnudo mi cuerpo en la penumbra
del segundo quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerdo
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
quién estará allí
quién vendrá a darme un camino que seguir
solo en la oscuridad
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Aguerrido albor:
 
Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
hipsipila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsipila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
Hipsípila siempre vivirá como invencible Sol.
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Final con comienzo:
Retina escarlata,
su ojo de niebla
y bruma que avanza
donde corta mi flor de luz
el sendero,
esposa del Sol al mirar
lumbre quieta, retina abierta
muerte final con comienzo
en alabado fin de existir
y quebrar el tiempo
conquistando el terreno.
Sangrando raíces que gritan,
aullando hojas al viento,
pintando su dispersión eterna
como sustento y cobijo
de toda vida
mecido del insecto al mamífero
desde el helecho
al alto árbol
hoy canto para ti
vida vegetal.
Mi caricia te sembrará
una y mil vidas más.
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Flor de tierra:
 
Fuego en el agua de su mirada
de los vientos auspiciada,
la ceniza consumía su carne
ardía sin mesura su compostura
naufragó valles y sus caricias
su bandera fue de su vena acequia
molinillos fugaces sus pestañas
de él se enamoraban las hadas
de ella la primavera entera
con cabellos del rayo de Sol nacidos
ojos de tierra sin lugar era bella
clamaba su voz la cima de la montaña
descendió abismos
para anclar su esencia en la belleza
que late y envuelve su huella
conquistada en miel
su ambrosía
gemía la caricia
para brotar altares de hueso
y murciélagos de sangre
lloraba piedras en sabiduría prendidas
la bondad alzaba en servicial entrega
su fuerza era de su amor hoguera
él lloraba flores para ella su amada
su verbo a veces tornaba carmín
en pétalos de silvestres rosas desangradas
su voz germinaba la tierra a su paso
el amor a la tierra no le detuvo
ni sostuvo en fracaso,
encontró con ella el amor
que le fue negado llorando espinas
y si sus abrojos nacieron no fue
más que para rajar el viento
difuminando el tiempo en estaca
de eternidad con fuente y manantial
anclado gozo en armonía
bailando de la mano y naciendo del alba
jamás capturada
pupila enfrentada
que mecía
que gritaba.
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Quimera quieta:
 
Umbrío, tibio,
al resguardo de voz habitada
serena, llena de luz
en este linde
donde corta mi sendero
y florece mi sombrero
al viento
ojos llenos de paz,
sendero atravesado
en árboles de sosiego
encontrados
en hálito congelado,
lumbre quieta se dibuja,
espino amarillo que clavas al guiño,
calor de mi calor,
cauce de mi sangre displicente
desde la montaña al valle
luce mi traje
para encontrarte
vestida de Sol y caléndula,
resplandor dorado
al trasluz de tu amor,
granate mi sed de tu cuello
al destape
mi río de calma y arrojo
en réquiem por la rajada tierra
en albor de la centella
colmando su belleza
donde mi carcoma quieta
mira y avanza
sintiéndose en armonía plena,
yo fumándome un cigarro
en la piedra de tu belleza,
quién te alzara voz
entre los campos en flor,
fuego de tu fuego sin mas razón,
ciprés que clama protección
para sus muertos que vela
tejo morador de siglos y cobijo,
ababol de versos de piel y abrojos,
desde la verde espiga
a la mora sin espina
y su zarza esquiva
hoy te veo como eres
y perdona
me apasiona
ser guerrero de nuestra luz
donde avanza mi quimera
y mi pasión poseerte entera.
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Tierra en el viento:
 
Quieto silencio investido
doblado en el filo de la hoja
ese umbral que corta mi calma
avanza en un sentido
rápido, veloz el resguardo de tu
amada voz
encontrada cercana
donde estática enhebra la silente parca
fluye de un confín a otro confín
yendo mi barca atravesando el brillo
al compás del sí bemol mi traslúcido pío
y su suplicio en la carcoma
que recorre mi horizonte
infinito pintado en el borde de la ola
en la espiral de la araña y su tela
la flor de difunto abre su luz
al resplandor del cielo
que cae emplomado
Se corta mi alma para aullar
en la centella
quemándose en su hoguera
hoy el viento lleva nuestro nombre
mi árbol será sentido
en cada flor de niebla
la bruma su color gris dejará
en este jardín de mundo viví,
para sembrar mi aliento
que cayó como tierra en el viento.
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Silbido de la centella:
 
Claman verdades de la tierra
por nacer y resurgir
el eterno ciclo de la vida, muerte
y resurrección de la simiente al albor
de sangre sin condición
yo soy por siempre
Así como dura sonrisa y guiño
al azar de la existencia
efímera esencia
apellido y nombre que nada representa
como resplandor de la centella
cargo el silencio y el infinito de mi verbo
resopló en la montaña sin nombre
de mi tierra que jamás tuvo dueño
latido sin final
agua de manantial
va girando mi vida por enraizar
yo soy siempre
el eterno comienzo sin final
aullido del viento
hoguera crepitando la tierra del volcán
Río que acaba y resurge del mar
ese soy yo por despertar.
Resurgir:
Hoy las fuentes bullen
los ríos desbordan
las vidas dejan sus grises
de invierno y sonríen
al alba de la lluvia
que toda vida mece
sal al jardín ayer sembré mis ojos
esperando que la tierra fuese sangre
las raíces mi boca
y la planta mi cuerpo
para con longevidad imperial
llegado el momento
decir de este jardín yo no he muerto.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
PRECIPITACIÓN DE MIS OJOS:
 
Ojos trazados para todo lo que tú ves
negados a mirar, del laberinto ausentes
prohibidos, coartados de la mirada detrás suya
no soy yo, no eres tú
después del hecho despierto
perpendicular a todo rostro que amanece
y arrasa mi ser en estupor
en silencios por conquistar de perdidas mentes
incapaces de reconocerse, de adaptar su momento
y residencia mental a lo perfecto brillando cobijado
qué paso con lo que soñé y el segundo cambió
aguardé congelado en el seno de la luz y alma
sobre todo lo que vino y vendrá
hablo con la piedra del mirar
no hay rosas sin espinas,
ni rosa sin cruz por florecer
en todo ser humano,
como la flor quiere la abeja
la logia me quiere despierto
informe forma de vivir siempre
conociendo que ya estoy muerto
sin sentido morir de nuevo
volver, ilusiones, esperanzas,
pasado de un mundo hecho
me siento vivo respiro mi aliento
estoy vivo muerto para la sociedad que jamás me verá
siguiendo sus superficialidades que tienen de verdades
todo cambio redención,
de toda elegía del ser
fuerza que me mantiene quemando mares
de gentes asumidas en superficies planas
de falsedades hipócritas de reconocerse
mundo mío del acero, días para los días
de la creencia de que puedo exprimir la perfección
que mi cuerpo guarda
así en inspiración no duerma ni esté cansado
seguro en el arraso de la soledad
un día tengo su medicina
para volverlo sueño del acto plasmado y realizado
puedo escapar por mis ojos
tráeme tu mano te alcanzo una estrella
sonido dirigido a mi
consecuencias del grito sobrevivido
todas las cosas que creo pasan ahora
y pueden cambiar
bebiendo paz y fumando destellos pensados
desde que vine a vivir,
claro me ves de existencia
amando al Sol
dame tiempo seré llama sufriéndote
por tu típica existencia impulsiva de tus deseos
enormes imperios me quieren inmersos
en sus planas filosofías y creencias de sentidos inertes
escapo con el sueño
soy el sentido del sin miedo
calor helado del cielo,
fulgentemente ostentado
en tu caricia del sin nombre rayo de sol
lágrima de lluvia cae de nuevo
prende el suelo en vida
bebiendo todo lo que has sufrido sin sentido
forma de los ángeles buscando la felicidad
de los dioses que cobijamos dentro
ese dentro es ausencia del tiempo inventado
planos de existencia de lo más simple a lo más bello.
Te acecho desde que vengo.
 
 
El Castellano a 10-03-2015
 
ODA AL RÍO MUNDO:
 
De un mar de tierra
que tú desembocas,
que raspas sus siglos afligidos
de volver a comenzar,
como plañía la eternidad azogada
en verdes espigas,
y senderos verdecidos del inmortal forraje,
cuna de mis erizos seculares,
y orugas de hojas recias,
desde el caracol judío blanco,
al cerro bajo,
haces llorar el alma de belleza
que contigo Mundo juega traviesa,
siglos solariegos
entre juncos de tu extensa rivera,
hábil tenaza del cangrejo cosechador de tu agua,
vienes que sublimas mi esencia
volandera, entre surcos de tu inmensa
hacienda de toda idea,
espárragos trigueros tu orilla en sombra
de boscaje ofrenda,
rito y culto a lo ignoto de tu belleza evidente,
Oh, río Mundo,
ruedo tus acequias que llenas,
cobijo en respeto, tus barbos cobrizos
y carpas doradas,
arteria y vena del terreno
desde tu álgido nacer
en Riopar,
paradigma de chopos amantes,
y cepas de vida,
desnudo mi canto
te ofrendo
en compás de arraigo a mi tierrica bella,
castellana,
que se alce mi voz desde la encina erigida,
hasta un compás en cumbre
donde tierra nace,
y raíces gritan de su silencio sediento,
oh, Castilla cantaré extasiado
a tu saliva,
y lágrima de belleza
en tu horno de espejos
del río Mundo.
 
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
 
Prímula escarlata:
abril 03, 2021
 
 
 
Abría un abril,
cubriendo la Campiña,
en baja luz de luna que enhechiza,
metamorfoseando la vaga lluvia
que lentamente caía,
bajo cielo derretido, emplomado,
ya goteaban mis flores de difunto,
sobre una porción,
de terreno respirando la interperie,
pretérita una primavera ya llegada.
La luna sempiterna hermoseaba su metal noble,
purísimo al candor sin lumbre quieta,
era bastante para lanzar un beso al alba,
y ver si recogía algo,
quintales de nubes plañían
su melodía jamás interpretada,
ni escuchada sólo una vez sobrecogedora.
A la estrella fugaz que siempre veo,
lanzo un rito antiguo,
como cometa que el negror atraviesa desceñido,
olmo mío,
dime tus penas tú que tienes alma,
que baila entre oscuros romances de savia,
al brillo de mi espino escribo,
beso de camino entre mi rosal canino,
hojas húmedas del héroe entre el lodazal,
herido blanquísimo,
contienda los tímidos alisos,
sus estrellas blancas,
entre piedras pálidas,
que carraspean su canto olvidado,
¿Cómo he acabado aquí donde todo comienza?
Pienso en su prismático mirar,
a punto mi buque y puerto negro
en llamas.
¿Cómo suena su flor?
Acaso fuese líquida,
el yunque mi pecho
está martilleando sobre un cincel
de murmurio grave.
Y suenan las espaldas,
mi vida aterciopelada sujeta incandescente rosa,
sobre azul de mares y vetustas olvidadas,
al tiempo que rezaba serenata,
al azur prodigioso los altos cielos,
tronco flamígero,
en colores sobre las naciones,
absoluto diamantino,
su astilla de su color carnal,
que se extendía,
besando su torso sembrado
por mis castos dioses,
algunos que me odian,
sigo consejo perenne,
al pairo se va lo que debe de irse.
Se querían entre fracasos y transiciones,
como dos muelles fugaces,
aquí yacía mi letra,
en mi jardín de luna,
y sombras vanas a secar,
memoria acaso
el desliz me incubara,
fundadores que caminan,
esta mi soledad original
de campo abierto,
encima de mis lápidas y todas sanguijuelas.
 
Förüq castellano Miguel Esteban
 
 Ceremonia terruña:
 
Tiempo que era llanamente hondo,
como pozo sin poso, ni fondo,
severamente profundo,
como fantasmal visita
sobre lazo silencioso,
buscaba yo tamborileo grave,
entre hileras sordas
enre nuevas flores
de trompetas de los ángeles,
danzar entre círculos de grama húmeda
y corajes de aventar nuevas espigas
de olor a yesco trébol rojo.
Hice una hilera de guijarros;
preparé mi propio templo
con torreón y almena nueva,
un foso bordeando y cuidando
mi nueva siembra de ababoles,
templo asilvestrado con urna para ofrenda
y depósito nueva agua virginal,
era suficiente de tiempo insuficiente
a nuevo otoño que comenzaba,
con olor a hojas de chopos arrebatadas,
y majuelos agudos en espinas,
rebordes cardillos de as damas
erigiéndose tempranamente,
maduraban los tomatillos del diablo,
solanum nigrum
que ni caracoles resistían
sus lustrosas hojas morder,
las colas de zorro ya se divisaban aventando
terreno de su nueva simiente,
afinaba mi cuerda
tendido a ras terreno,
sembrado a pretil gesto,
como se siembra una pipa,
y tarda treinta y un años
que porto en girar el sol,
carrasquillo háblame,
que penas traes de virgen encina.
Cuéntame tus oscuros romances
con vientos de luna,
y tus flores de difunto casadas con Sol Ferro.
Dime a mí que te cuido con esmero,
aguardando tus flores de piedra
y tus bellotas del mañana.
Árbol mío,
avanzo este mi caduco corazón humano,
como vampiro solar
me remarco,
un solo de voz desangelada,
y volví a honrarte,
de esta nueva tierra.
A viento pagano,
voz de alma, amada,
inamovible,
firme, regia,
de raíz arcana.
Tu rostro en verdor
de hojas afiladas llevas,
acaso igual o semejante
a hermanas blandes.
Río de encinas y flora reborde,
amor de tierra a lo que es
y crece en ella,
vine por vuestras voces,
jamás marchiten vuestras notas,
de longevidad imperial.
 
Förüq castellano
 
Voz de tu preludio:
 
Eran dos voces,
se querían ambas entre
dos labios,
eran como azules
sin helada madrugada,
una sangre agitada,
sí dentro de la noche,
se deslizaban como espinas,
entre flores álgidas,
melodía de perro afónico,
y luna plena,
fugaz melancolía,
era la voz hembra,
el brillo se conjugaba
de secuaz beso nítido,
rostro en hora,
giraba flotando como fantasmal,
sábana de anhelo pertinaz,
un valle estiraba y tus gemelas,
reflejas piernas, bulle y besa,
hondo antepasado de diente afilado,
y lecho de abrojo,
arcaicos deseos se conocieron,
bajo mar y hondo terreno,
beso de intimidad sola,
de extenso horizonte,
desecho el sótano en luz
que amuralla,
poniente de carne de cristal,
y pluma en abanico llameante,
labio de quietud ,
escarlata hoguera por ocaso
del lobo mesetario,
que buscaba luna y entabló,
del cielo regia sequía,
silencio que oigan,
dos voces puras,
se quisieron,
sin forma anhelante,
como el poder nunca pudo,
y la creencia,
sin exacta ciencia,
sabía que impulso no dispara
tres veces ni a revés,
tiene, ni blande retroceso.
Oscura música que en perpetua,
sinfonía,
soledad cantaba,
su silencio de cristal.
Y tierra levanta,
 
Förüq castellano Miguel esteban
 
Brotado:
Númenes asocia y respeta;
con silencio espectral, la muerte,
en blancos corceles,
de huesos bellos,
hados dan brillo a tu belleza,
que perjura, rinde, y somete
lluvia entre maternas cenizas.
Brota el testigo del falso juramento;
se baña en fuente, de leves ninfas,
prisioneros hace el hechizo
que metamorfosea
la callada noche,
que orna el cielo de fantasmal rigor.
Signos que ríen feroces,
a la sangrante piedra del destino
que hondamente negrea,
sopor entre las voces.
Jóvenes siervos son.
Lares propicios a dioses.
O saepe mecum...
Aguza mis saetas, incansable,
entre espasmos, relámpagos,
un destino atronador.
No limaré salvo mis huesos,
testimonio mudo, del mineral de azabache,
entre calderos de estrella y estelas breves;
por gemas de verde jaspe.
Grosfo me guardará el latido,
este caballero proceloso,
ahuyenta, las zozobras,
en lentitud de los días,
combato, gallardamente aguerrido,
altivos rostros, sucio suelo, tocan.
Fuga sin escudo,
sacrificio del torbellino,
junto a mi laurel reposo
con mi diablo de flores converso,
de un tiempo que servil ya no yagaba.
 
Förüq el castellano
 
Primavera tu hoguera:
 
marzo 09, 2021
 
I
Tu solo espíritu
de alto cielo,
preside mi honrosa vida.
Feraz raíz insobornable
como dicha falaz incuestionable
devienes primavera.
En joviales muslos
y lozanas alegrías.
Levísima, poderosa, atónita,
en alas mi Golondrina.
Alzas que me sublevas
a beber de tu fuente inarrable.
Rayo celeste, vital,
frente la tierra, todo cánticos.
Crear tu azul gloria,
es soñarla, como sueña la orugüilla
volar en alas montadas.
Azul, verde, amarilla tu sonrisa,
seno turgente mío erizado
donde te guardo.
 
 
II
Me palpitas de rubor
a espada rompiendo,
esquelas y señales, sin esquemas
avanzo este humo de bolígrafo.
Mi árbol en piel saturas,
lentamente, como llueve sobre
noche de suelo mojado.
Cargado voy en verde savia,
pujante de tu hálito
fugaz, repentino, ingobernable,
como luz derretida,
y agua batiente.
Como piedra o calor esponjado.
Permite te escriba,
vomo se habla a la muerte,
para enamorarla.
 
 
III
Suspirante desliz estrellado,
aristas como filos un rubor
franqueza, de honorable sabor.
Embeberte, es de liminal
vértigo de espadas.
Atrevida, de hermosa, sensible azada,
sacas mis penas y alegría se erige,
de este tu muchacho desnudo,
que jura te amó
un día en penumbra
para así, por fín,
no perderte nunca.
Arena vívida de vergüenza
ausente, melodioso tu amor.
No aplaco, le custodio,
como mi vara de nardo
en lecho marino.
 
 
Förüq castellano Miguel Esteban
 
Memorias frías:
 
Usurpar vestal en llamas,
clarividente hechizo,
usufructo de solas corrientes,
como vertical latido
auge de todo lo que elucubró
llegar a ser más que desliz pasajero, temporal.
Como signo arcano,
revoloteando que ungido,
vestía pliegues y orillas,
de nácar y estela atemporal,
como higo del demonio
y mezcalito.
Era solo desquicia labrada
de un placer atónito,
en aras de trinchera,
y remembranzas todo lo que te quiero Musa.
Con topo, invención,
u fulgente espía.
Era solo gritar,
te necesito más que en tinta
y hojas papel infausto.
No creo sobrevivir al ocaso de mi error,
o quedar relegado a cruel olvido.
No se puede nadar en ojo remolino,
aún sea espira de vértice
y entraña desangelada.
Este remolino fluvial
que me absorbe y navega mis venas,
Oh mi turquesa,
en crisálida, de cristalina esencia,
planeo la noche,
vestida cual azur hermoso,
reincido, no deseo ser clavo sin martillo
en tu destino,
ni espina sin rosa malva,
como rosa sin cruz acaso es logia,
acequia sin agua ni arada tierra,
es el verso sin destino,
destinataria eres,
por ser armada mi soledad,
Como densas calzas un cruel devenir,
en grilletes condición
impuesta por sistema,
sabiendo quién soy,
simple y llano un hombre de bien,
que bailen su mentira médica,
diagnosticada por cinco días de insomnio,
que libre no es quien pide ayuda asustado,
le condenan vida entera,
a su negocio de remedios.
 
 
Förüq castellano Miguel Esteban
 
Rauda estela:
 
Surco de noche
ya se retira
sonando el día
y sus rosas heladas
de invierno,
iris matutino
clamado
en este fiel olivo,
surca mi sangre
entre verticales filos,
mi gris vencido del alba
serena, más desnuda
que la transparencia
que el azul afila.
Se clava este verde
militar de ciprés
como cuchillo enervado,
y su canto
en estos sigilos de chopo,
cargo mi revolver
naciente del verso
por un sol de plumas
cae fusilado el aliento,
algo que clavar
al firmamento
héroe del norte
de mi silencio.
Fantasmas
del imperio perdido
su bandera del tiempo
dormido.
Fúlgidos nervios
cabalgan los acres
de esta trinchera
donde mantengo alerta.
Jauría de sienes hendidas,
con fauces somnolientas
quise ser siempre
con esta mente,
profundicé el idioma
de la flor,
hablé con la tierra,
aún guarda mis abrojos
sembrados.
Entre brotes verdes,
impacientados,
aguardan el bravo
crepitar de la tormenta,
y sus besos azules.
Ahonda esta vida
silos del demonio,
simientes oscuras
de malas yerbas.
En este campo yermo
crece mi ilusión
que no me siembren
el dolor,
seré como la flor
soñaré con las piedras,
reiré con abejas,
jugaré con el viento
como la vida grita.
Ahora que la mañana
consume los suspiros
ahogados,
ahora que el cielo
luce sus corceles dorados.
Es por esta pizarra
que me habla el río
me habla qué más
que ser agua.
Deslices anudados
entre corajes florecientes.
 
 
II
 
 
Voluble cielo
cuidó tu rauda ala clara,
próvido planeta
de florido consuelo,
por su sol fúlgido lucido.
semejanza quiere contigo
corona el día por aspilleras suaves
las glorias que descifra tu nombre,
sublime en altura por quier
anublen desventura
por mesura,
encumbrarse la ya satisfecha
estela endógena no osaba,
realizada dispuesta
en manos y cruz de Apolo.
Amante lebrel
de sentenciar causa y retiro.
Aragua tribute el franco templo,
inimaginado,
con peñascos y mi arroyito,
alevoso corredor
robusta bizarría
entre furor de tus solos labios,
felonía de caverna umbría,
retiemblo atónito
sorteando fieras,
amansando mustia frente,
sacro fuego tu esplendor
contigua.
Entre tus cauces férreos amada,
quebraste tu saliva y mi lira,
¡Oh musa, tu encanto
no me retires,
Batida mi hada,
pastorcica de Castilla,
invencible de esta dicha.
 
 
III
 
 
¿Acaso dormiré la noche?
Se callarán los susurros nocturnos,
el blanco cielo ya no acostará plomizo,
su letargo de otoño aguarda,
taimada mía no marchites
mis leves hojas;
No todavía.
Ampara mi dorada yedra
escucha sus notas de savia verde,
abre y abrirán rizos
en acristaladas fuentes.
Allí el clarín entone
enamorando a la dama del lago,
serpeo mi suerte cuando me dictó verte,
común lache yo perezco
en brazos de mi lejanía nunca hallada,
a ti entrego mi labriego,
inquieto, escita de su linde quieto,
aplaca mi bajel de ala irascible,
relampaguea incesante
alta como la luz etérea,
perenne que yo estaré atento
para osar y no desprenderme;
perjura, retrocede, y avanza
alzándote por falaces bocas,
que desaconsejaron
y creíste amigos,
no poseo yo almendro
de almendras de oro,
pero todo se dará,
sin caer en el vulgo,
mi sed al menos procuro,
es la sangre cándida,
arremete, marca su cántaro rodado,
blando, una solitud escarchada,
a la que se desea tras todo estío,
lisonjero de tórridas llamas
secuaces del terreno.
Hoguera me tiendes la llama
sin rendir tu escuadra,
preso tiembla el morir noble.
Peinadas parras de la sombra,
tupida vida que acicalan
acariciando al rey Sol.
 
 
El Castellano
 
 
 
Catarsis:
 
marzo 05, 2021
 
 
Verdad
quién te encontrase,
tu idea eterna perdida
mi vía para cerrar los ojos
ausencia que revive la voz
iridiscente abismo de color
perder conocimiento
introspección del vacío
perpetuo de locura
ausencia llamada dicha
gozo del millón de caras
invenciones
deseos
inspiración del rayo de Sol
sueños en la realidad incendiada
seguridad tejida
a través del cielo
sueños del alma
donde cada sangre
grita su libertad
yo no estoy hablando
ni tú escuchando
puedo verte sin mirar
escucharte gritar
mi momento llegó
las promesas derritieron
quedó el sentir añil
de quien fui
sigo el final de los días del hombre
despierto para caminar al Sol
cargo en la espalda
mis pasados pensamientos perdidos
asedios de mente
blindados de quien quise ser
desierto embalse de recuerdos ahogados
sangrando el ruido del destino incierto
quedó ser yo mismo
el caos en esencia de sí mismo.
 
 
II
 
 
CATALEPSIA Oda a reina Musa:
 
 
Catatonia madre de impresión superior,
que encumbras musa y te encumbra de este nicho de bronce,
lápida con flor de silencio,
Oh Catatonia,
flor de muerto de esquela en sangre viva,
yerto circulaba de aflicción,
en oscuro tapial primero,
al suburbio universal,
señero por señal,
de mis signos yertos vitales,
te ensalzo sangre,
que amurallo tus sones vestigios,
piramidales,
titánico siembro,
el númen victorioso
mi gesta,
vestal de cuervo Förüq su madre
Oscuridad, sacerdotisa.
Del tercer orden las cosas habidas,
dilucidadas extensas.
Queda solear, este solar,
de letra perdida
hasta atronar mi vuelta a la novena espada,
que el guerrero Miedo,
me conocerá.
Para cantar mi victoria
de todo parco lugar.
 
 
Förüq Castellano
 
 
III
 
 
Mira mis ojos,
es lo que no reconoces,
el verde metálico del gris en turquesa bañado,
el azur dentro de mi noche perenne
sobre la copa mis árboles,
te hablaré como el amor flagrante,
que exuda, que dirige sin parca compostura,
sin directriz,
no sea complacernos Musa,
oh, si osase tu gemida ventura,
oh, si elucubrase tatido feroz,
de alma a pecho,
de carne a víscera,
no se desdibuja osadía,
en alarido interno,
ni mi sentir cae disuelto,
sin tu cobre mirada que electrificas,
saber preso en tela d’ esta araña,
hemos venido por el miedo descalzos,
canta el mirlo nunca de nuevo,
osará la mentira vestirse Miguel
de tu realidad falsa,
ni la mentira verdadera
dejará de ser mentira.
Vengo de sones de abajo,
mirando alto,
necesito tu oscuridad para recto poder dormir,
necesito sueño para embeber tu cuerpo,
hasta esencia sanguinosa,
oh, granate sangre mercurial,
dame espada.
Regiré alarido vestido,
de florestas y azares,
sí con sabores a mujeres desnudas,
será la tierra tu piel,
cándida, ensoñada,
te abrigaré hasta el sentido,
que llora nuestra subrepticia
nuestra noche llorada,
el tiempo derretirá,
habrá premisa de arroparnos en vivos colores,
vistiendo infiernos de flores,
sólo será cenit y dolmen de placer expuesto,
como alma que encuentra cuerpo,
como verdad y templo,
función,
y sierpe de sangre,
aleteo precoz demente,
ser pez de tu cristal en tu espuma de vientre.
 
 
Förüq castellano Miguel Esteban
 
 
Sincrónico fulgor:
 
Sincrónico fulgor: marzo 03, 2021 Prefacio mi entrega: Presento ante ustedes, abrojos versados, mi presunta creación, mi decencia en vals, abro portón inspiracional en tres, tierra, esto es tierra noctámbula, grillos laten, pasada luna llena febrero, adentrando número sagrado en Marzo, todo cambia, todo está cambiado, en la verdad. Nada por olvidar, deseo colmar, tibieza placer, jamás ya esquivo, repletaste y colmaste belleza intransigente en pulcritud del fuego de mis ojos, uno ardo, dos te adoro, tres fascinación cursa, repleto camino sin ser ni con altiveza de pasos destruyan sin honrar. Fase novena activa, oh legión, dame cítara, bajo que voy subiendo, permisividad infausta dictada a la milicia, porte sembrado, abrojos, inculco que descubro esta mi espina del Señor, donde iré por fuera de la noche, sendero a oscuridad magnánima, te estoy besando recuerda, bailo en tu densidad.
Miro tus vidrios, deseo sublimar imagen sí, en oxímoron, cómo hacer base de mi pretensión particular, llenarte como me llenas de letra a mi alma mecha de luz que prende, incendia su oscuridad. Mírame estoy desnaciendo mi decencia, oh, maestra la noche, señorita escarlata, colcúlcame claridad en mi brea, pretendo amarte, tocar violín, limar aspereza y ser su cuerda yerta, grillos criquean, oda a luna sempiterna, en primavera climatológica presente, vuelo alto, como el momento, debido aguardo tu beso eternamente, al claro oscuro escribo, no estoy perdido hierro luce mi alma, esta calma que estalla, arriba tu horizonte Musa, blandiendo azar de nueve fieras, tres velas, y un candelabro. Dentro portal de tierra. Oh Lvgvs, he venido a servir a tu rebelión, oh, Lugh, oh Sol Ferro, ven dame luz, ven, dame sola arma convenza, oh Lugus, he venido a nacer en tu dicha, gloria, mi Tierra, diosa mi Luna semper, sempiterna, encendida, oh, gloria dame blasón, Helvetios, Mercurio, venimos a transmigrar, venimos a incendiar alma, arma y honrada amada esencia. Siempre te amaré, quizás y va a ser algo, nunca cambiará, te amo esta noche de penumbra, para así ni en locura olvidarte ni abandonarte nunca. Esteban er-lobo bohemio Förüq castellano a 3-3-2021 Miguel Esteban Martínez García
 
Cuerda yerta:
 
 
Estridente vuela la hoja,
devanando respiros cautivos
volando patios de arañas
de grises fauces.
Chirría el viento yunques metálicos
suena su desvelo por lomas
afiladas, al desdén de voces mentales,
azares corren su suerte
por grilletes y sujeciones retuercen.
En un jardín del otoño caduco
mi voz se descubre, sola, sola
como cuando nace la tierra,
y en su yerma plácida crece la amapola.
Cautivos espejos no reflejan lo que siento,
sulfurante sino condenado
para no ser yo ser él el que hable,
de sensaciones acristaladas
y pensamientos sin vaho
empobrecimiento deslizado
por aislamientos que libertad llora,
allí creció una rosa
de trocitos de papel y pintura
porque nada es eterno, esperaba ser real
aislé al tiempo con vacío seco
abrí las puertas de negros lirios
luces me afilaban asidas de momentos
decrépitos, sí estuve allí
en sus sopas medicamentosas
y para curar mi cordura nada hicieron
porque me llamaron loco.
Pero yo sé quien soy.
 
 
El Castellano
Orfanato de inspiración:
 
Recuerdos que llaman a un presente,
de zarzas de tu piel
con las que pincharse y enamorarse,
de besos en la espina del demonio
y nubes de calma dulce de ángel
sángrame las palabras bonitas
viento del sentimiento áspero florecido,
tersa de seda camino tu camino
despertando en tu templo de azúcar,
cabalgando tu incesante ilusión bebida,
hoy me encuentro clavo a clavo
con mi sueño que sembré en tu lengua,
escalo tus montañas
esperando encontrar el tesoro que arde,
que late en tu bosque de corazón,
escucho las voces de mi mundo torcido,
te encuentro las alas,
te alimento las mariposas,
hoy te quiebro el silencio
en el blanco cuarzo de esta distancia
que sintoniza que llora flores de niebla y humedad,
me crecen las cuerdas,
mis pozos se llenaron con tu saliva,
aquel invierno que te tuve en mis brazos,
esperanzas nos llaman a sembrar el nuevo año,
deshacer los siglos que nos juntaron,
quiero encadenar a la dificultad
en los grilletes del olvido,
hacer luz en cada oscuridad que tienta nuestra llama,
quiero desangrar estas rosas de sangre
y escribir el te amo a sangre y fuego,
acariciar tu pelo sentirlo entre mis dedos,
reinar tus pájaros y suspiros,
prender fuego a tu reino con mi cuerpo,
tenerte un poema en cada rama de viento,
tanto quisiera vida que solo te quiero a ti,
mi dulce sinfonía,
mi flor de cada caricia,
rocío de tu alma proscrita
lágrima que camina
en cada tambor de mi tierra
en cada arteria de mi voz que te encuentra,
mato el dolor con mi palabra de corazón
esta noche te canta mi pasión,
flor con flor semilla de tu amor,
agua de tu boca para vivir
quiero ser araña que te araña
esta noche invernada,
despertar nuestro sueño que reines luna mi cielo,
quiero beber de tu cuello,
derretirme en tus ojos de hielo,
mandar al cuerno todo intruso de nuestro desvelo,
abrigarte la noche fría
ser tu sol cada día,
renacer en cada semilla perdida
que nos brotó el aliento
en dos almas unidas en la eternidad del beso.
 
 
El Castellano y Leannán-Sidhe
 
Estameña flor:
 
marzo 02, 2021
Silbido de la sangre:
 
 
Claman verdades de la tierra
por nacer y resurgir
la quietud estameña,
sobre la misma tierra
el eterno ciclo de la vida,
como traje de la mujer soñada,
muerte en memoria hilando recuerdo vano.
Resurrección como caminillo de hormigas
por la soberbia de la simiente al albor
de sangre sin condición.
Yo soy por siempre
miel de infortunio desaconsejado.
Así como dura sonrisa y guiño besado.
Al azar de la existencia
efímera esencia del crepúsculo más sonrojado;
apellido y nombre que nada representa
como resplandor de la centella
vil chisporroteo sin sonar,
cargo el silencio y el infinito de mi verbo
a lomo de frialdad en escama
resopló en la montaña sin nombre
latido de mi húmeda lombriz azulada,
de mi tierra que jamás tuvo dueño
latido sin final
agua de manantial núbil destelleo,
va girando mi vida por enraizar
yo soy siempre
sendero de sierpecilla inútil,
con el manto de su desnudez violenta.
El eterno comienzo sin final
aullido del viento, arena en una gota de lluvia,
hoguera crepitando la tierra del volcán.
Río que acaba y resurge del mar,
ese soy yo siempre por despertar.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
14-1-2019
 
Resurgir:
 
 
Hoy las fuentes bullen
los ríos desbordan
las vidas dejan sus grises
de invierno y sonríen
al alba de la lluvia
que toda vida mece
sal al jardín ayer sembré mis ojos
esperando que la tierra fuese sangre
las raíces mi boca
y la planta mi cuerpo
para con longevidad imperial
llegado el momento
decir de este jardín yo no he muerto.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe 14-1-2016
 
 
II
 
 
Sangre y muerte aplaco regio,
duramente como astro viril,
como amor estameño que canta a su veta amada,
en sístole de barretero,
abriendo surco nuevo en piquete,
trágica que ella así vino,
flor de metal desde el suelo,
amparo en destino reguero pulcro,
todo reguero que trueca su suerte;
por muertes de estaño fino,
enamorada dinamita que surca lecho,
un son que grita un baño de raudo fuego,
sin piedad de obrero,
ni réquiem apiadado por la tierra,
un raso enlutado de oscura piedra nacido,
concavidad de caseta y vals minero,
como sinfonía nocturna que abre yacimiento,
regreso y no entristeces,
estameña vida en cobre cubierta,
santa presencia
de altas colmenas,
y simientes que el tiempo avelan,
fontana tú, serena,
viniste al mundo
en la fundición de la primera Armonía,
sombra tú de planeta sin espejos,
turbiedad que no arrostra diamantes,
opacidad serena,
sola,
sola,
como sola nace nueva tierra,
gris fantasma
que velas tu brillo maleable,
rutilas cenizas metálicas
de todos los ayeres en cuerpo metálico, tangible,
sigiloso sembrado, tu vanal estallido,
a sacar de ti mina y provecho,
raíces pétreas,
tu sino de planta de humo,
copia sin espejo,
ni sombra acaso tu reflejo,
perpetua osadía
sembrada por el Cosmos.
 
 
El Castellano
 
Gloria oscura en auge:
 
Elevado trigal de mi oscuridad,
amapolas desangradas, río de sangre
por llegar,
de este confín
al inframundo.
Del pozo de Airón
va este celta carpetano,
Sigfrido en Alemania
nombrado.
Escudero del dragón Cuelebre.
Araña tejida en el ojo del lugar,
el cuerpo ama el frío caido,
deslumbrado, yerto de la pupila
con su telaraña montada,
en su palabra,
en cicatriz silente, doliente,
abrasada cual fuego leña abrasa.
Avanza mi trino comulgado,
vivo por la ley
de mi corazón invernado,
del suplicio,
al suspicaz verbo
por visualizar,
para su estampa domar,
en el cerro del lugar.
Por el templo de mi congelado habitar
gloria,
de este mundo cruel
jamás caigo destruido,
parco dulce tormento,
que mece de vuelta
al inicio del sentimiento,
jamás dicta su única verdad,
Luz es Luz
Madre de Oscuridad,
comienzo de todo.
Voy con mi caballo a cuestas,
turbado esquivo nacido,
cual linde deseado perdido.
Quiero encontrarte,
conocerte,
tornada quien tú eres,
en efecto y beldad,
amarte.
Ya te amo en verdad,
lleve donde me llevase el cante,
el umbrío, tibio,
parco hálito,
allá donde mi latido no cupiese,
te llevo en mi huerto
mi flor oscura,
en este invierno que el Sol
de amarillo la vida ungiese,
y la tierra en encina y esparto blandiese.
Gloria,
puedo empezar
sólo basta dibujar,
detrás de mis ojos
mi amada está,
llamada poesía a su entraña
de Gloria oscura,
vivaraz entraña retuerta.
Musa-araña dicte lo que es de ella.
 
 
El Castellano
 
Subrepticia:
 
 
Ese mi único secreto,
revelado entre celdas de leche
y rosas de sanatorio.
Su encuentro en estadía de larva,
o alma anclada en forma de éter,
forma concisa,
fuego en lágrimas mi sangre,
a dulce mordisco
te di de beber de mi índice.
Hoy, perfección intangible, onírica
del mundo propio del sueño,
belleza lejos de mundo conocido.
Fuente los cielos, candor de dragones,
rizados en todos los colores,
nube de evolución, granate profundo de ojos,
partida de sed sanguínea,
Ser perfecto, cómo llamarte,
que al volar, te dije
vuelve cuando quieras,
no voy a intentar capturarte.
 
 
Förüq castellano
 
 
II
Espiral de reposo:
 
 
Soliviando, viene bregando,
un azar tangible epicúreo,
adoctrinado al hervor de la verde cepa.
Raíces al templo del mañana,
vistas a lo que nunca dio causa
y siempre estuvo y está.
Inmiscuido como ascua besa
su final de ceniza.
Empíreo, cromado sentimiento
de conciencia filosa.
Quizá algún día vuelvas,
Subrepticia hermosa,
quizá más crecida
tras alimentarte de los cielos,
y su bruma del gris encorajinado
y su zinc y su plomo.
Puedes escuchar los sones.
Se afila el clamor
entre trompetas
de todos los ángeles.
 
 
Förüq castellano
 
 
 
 
 
III
Atisbo de nácar:
 
 
Noche de colores enervados
de rienda alzada como vetusta estela
coloreada por oscuridad sempiterna
que todo atisbo envuelve.
Es el son sanguíneo del sigilo
alzo, que dirijo sus resplandores
consecutivos, es un latido de tierra,
repicar de los fusiles,
y sus hocicos al horizonte cantando
un inmiscuir de la brea
y su pólvora encendida.
El dormitar de faroles
y su réplica de luz intransigente
vuelve al pozo sin poso,
es mi sola alegría descorchada,
entre la caricia de mi guardia.
Mi cielo en repiqueteo de colores
que difuminan la densa oscuridad
de la noche.
 
 
Förüq castellano
Sigilo de solitud:
 
Por el tercer orden de las cosas,
avanzo mi solitud extensa
el infierno de la araña custodia,
el destello nacido de la tiniebla
susurro en eco de cicutas sangrantes
es el estambre de la flor llamada muerte,
un sueño eternal
en las lindes del descampado
que atraviesan las almas
al transmigrar,
eterno hálito inmemorial,
un telar entre escarchas azules,
y vides de lúgubre ambrosía
cantada por Dante,
y el grajo negro de Apolo,
surca los párpados yertos,
descubramos hálitos flamígeros
en sinfonía yerma de corazones espinados,
y zarzas en umbral sigiloso.
Puertas al reino de los condenados,
suenan los sones, suenan los clamores
de brea y tinta exaltados,
era una noche lúgubre,
las pestañas no bailaban en los ojos fríos.
Era una neblina cegadora
que abría un fuego tras la oscuridad,
unos ángeles blindados
tras la puerta helada un enero,
unidades de la creación,
vida hermosa,
sueño hermoso
reflecta maravilla,
mundo negro en el que me encontré.
Hijos de la tormenta en la noche oscura,
a ti noche oscura canto.
A ti noche oscura te escribo.
¿Por qué no me das el sueño que tanto ansío?
Paso noches enteras de insomnio escribiendo poemas hasta
enloquecer, llevo ya cinco días sin dormir y veo que se van
mermando mis facultades mentales y escribo frases sin sentido,
garabatos en hojas de papel.
Me asomo a la ventana y contemplo las sombras de la noche como fantasmas,
deambulando sin rumbo.
Mientras apuro la botella esperando matar esos fantasmas de
mi cabeza que suenan como delirios con sus voces.
Me estoy volviendo loco.
Solo veo sombras y figuras que se dibujan en tu oscuridad como
demonios.
Sólo los gatos y lechuzas salen a cazar como los murciélagos.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo que bajo tu protección de tu oscuridad
ven salir los ladrones y asesinos a hacer sus acometidos
de muerte y delito de acero y sangre.
A ti noche lúgubre y oscura te escribo.
Tú que no entiendes de genocidios ni de muerte ni de fosas
comunes selladas con cal y tierra ni de fusilamientos.
Tú solo ciegas la luz del sol y solo el fuego y los fusiles iluminan
tu oscuridad.
 
 
EL CASTELLANO
 
Preludio de la certera posesión:
 
 
Mi alma anclada en gozo,
de que tú seas su ilusión verdadera,
quimera de piel y amable entrega,
soy tuyo hasta el tiempo
que me verá desvanecer a tu lado
naufragando mi barco,
hoy te visto de amaranto,
perfumada de rosa esquiva tu mirada,
para encender mi candil y su verso,
a ti estoy sujeto como el inicio del tiempo,
que jamás me verá desvanecer de tu puerto,
hoy avanzas mi canto,
para pintar de tu color su verso,
que ya no se retuerce ni retorcerá
muerto el beso,
queda servirte mi flor de hueso,
despierto
despierto mi reino vuelto el nuestro,
resumiendo el latido por ti confeso,
para resplandecer,
y que viva siempre nuestra luciérnaga de amor,
iluminando el abismo y su garra,
para ser yo quien te ama
mi Leana.
Quien te vistió el cielo
de todas las flores mi amada.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Lugus:
 
Oh lugh, invencible al crisol
de tus lenguas travesadas
fiel carrusel de rayos sin secuela
de su rizada espera,
blanca luz de tu vera,
entre compases que hielan,
a tu vespertino canto derriten, despiertan
tus mil llamas liberadas,
desnaces a la noche que aguarda,
oh Sol de mis soles,
acoge este iridiscente canto
en tu seno en mi pecho que te aguardo,
al fragor de serpientes frías,
al valor de fieras enardecidas,
bajo y bajaré para alcanzarte.
 
 
El rey lucero,
todo lo colma su brillo, la tierra deja paso a toda vida en color,
a través de la caricia nos trae Lugh.
Reinando el Sol está, hablé con la lombriz de boca gris
que apareció tras mirar fijamente preguntando
a una flor de difunto me comentó
que podría indicarme de la tierra
donde todo es libre
 
 
Lugh
mi padre astro,
Dios de las artes,
este afán que me enciende la vela
para que me encuentre
 
 
luna madre de Lugh soberano,
encuentra su cuervo en su castaño,
estribo sin llano
un real cerro
de rivera del antaño tajo,
salpicando este corazón por piedra,
con mi dicha
que se acuesta y briza,
mi profunda raíz de tomo,
con negro abismo despejado,
centelleando.
 
 
Wotan, Lugh, Morrighan,
ese veris perdida y encontrada,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
Genii locorum dioses ancestrales
abrir este camino,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte,
tierra entierra la maldad
sepulta los problemas,
como en tu ser el ciclo
el eterno resurgir en ti cierra
y comienza,
resurgiendo, abriendo camino,
escudo en fuego sembrado,
hueso del pagano,
me deberán cuanto yo he plasmado,
hierro al hierro,
fondo escueto
del vítreo traspuesto,
senda de la idea,
por ellos socarrada,
lucha, cuanto más arduo es el camino,
cuanto más se abren las pruebas
más se hinchan las fuerzas,
sólo vencer en firmamento,
agujereado de huesos,
siembras que tiembla la luna.
3 claman los genii locorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.
 
 
Regio Lugh meditando.
Sin mis vencejos
no brota esta fuente.
 
 
Abren montes
sucios de azul sereno,
deslumbra un fulgor.
Dios del destino,
dios de luz y del fuego diestro,
doradas sierpes bajan el acecho
flamígero.
sí o no mi lucero,
afrenta amanece,
antepasados servid al viento
de vuestros hijos.
No hay bajeza por recorrer,
raya la senda
cristal hondo, que lluvia mezca.
Renovado filo incierto,
entra luz en círculo
piedras de mi padre Lugh
escrita la noche,
ancho dilata diáfana derrota
cae a mis pies.
Vieja honra goza nuestra libertad,
tumulto en casta recio,
esquilas límpidas las mías
en luz de mi Sol padre,
titilan tersos
los verdes de tierra
espejando joviales reflejos,
dios de fuego y de toda Iberia,
desde portal del bosque
de Cernunos,
Candavmmis abre los cielos
velo de tormentas,
apacienta bella, tu recta belleza,
sobre mi haz
fiero, funde mi luciente,
a avivar el trueno.
A galopes de oscuridad
magnánima.
Dios de brillo terso,
En este otero mi alma despertará.
Aciago comienzo de sangre
en grito ceremonial,
ondas pulcras cantará,
dilatando cauce de gran Airón.
¿Vendré ya a la luna?
Ya filo de alba,
pura tiembla mi brisa nocturna
aprende mi resto del mañana.
 
 
Lugh Solar y Poderoso,
jamás a ti te hable el olvido disuelto,
ni se rija tu onda luminosa como tronco esbelto,
digno a abatir el rayo,
noble melancolía por tu madre difunta
Tailtiu,
en el alto cielo,
tu grandeza
sea reguero de oro.
La tierra secunda en nueva cosecha
por talentos colmados a florecer,
viento sonoro guarda tu hermosura
Rey Padre,
El páramo yerto perecerá
en ámbar blando
de aroma besando tu frescor
de vida nueva.
Abatirá la sombría dulzura la tierra,
ilumina mi pluma al honrarte,
suspiro de mi estruendo crepuscular;
nombro al pájaro misterioso
que te pertenece
cuervo que otorga el anochecer,
Sicut nubes, quasi naves,
velut umbra.
Años pasan yo busco mi recto yermo,
triste aflicción por aquel tomo de tierra
como las sombras vaporosas.
A ti Creador de luz,
acógeme, pinta esta mi noche negra,
amigo de imagen solar,
soy por cuantos Soles he nacido.
Por sosiego de tierras ignoradas
dame su gloria.
Camino afable con tu candor a seguir,
blasón yo no pido
ayúdeme a desplegar y sembrar mi porte,
en tierra a cabalgar
y deslumbrar.
Lughnasadh, Lammas, abro celebración
para generar nueva vida
en cosecha nueva
limpiando en tu nombre Lugh,
toda tierra.
 
 
Oh gran dios del Olimpo celta,
Lugus señor,
tu espada cenit de todos los talentos,
oh gran Sol,
divinidad de tierra,
tu sola estirpe encumbrada.
Patrón de artesanía,
amplísimo espectro, padre de las virtudes,
gran brujo, sabio cuervo,
aquel que te sigue por doquiera,
iluminoso, blanco
cuervo tú.
oh padre,
abre ya en savia nueva tierra,
también te llamó el Cesar a ti, Mercurio,
llegara tu culto para Lughnasad.
Solo uno; dios del Sol tú,
oh Lugh.
 
 
El Castellano
 
Oda al Sol:
 
 
Gran Sol, gran hervor de rayos espadas
día clavado; tu iris sediento sanguinoso
en Vestal iridiscente en flamas a lo alto,
a lo alto brillas como crece el talento
sembrado en nuestro corazón,
rueda de fuego, Lugh en tu gloria,
germino toda dicha padre de mi conocimiento,
oidor, de cuánto arte ha conocido, padre Supremo.
Escúchame mientras te honren este,
el día de mi musa en armas.
 
 
El invierno se ha ido, nos dejó atrás,
los campos están verdecidos y cantando en flores
que trae Ostara y su caricia de divina nota
de savia que escala todo terreno, y fríos ya lejanos,
Toda la tierra duerme en tu ausencia.
 
 
Incluso en los más oscuros tiempos
tu luz es el camino
para aquellos que necesitan un faro
de esperanza, de brillo, de sosiego,
relumbrando en la noche.
Tu esposa regentada por madre Luna,
buscando toda tu luz, toda oscuridad empuja,
 
 
La primavera está aquí, y días aún más cálidos vendrán
los campos están desnudos y vestidos de celestial verde de lanzas
y el ganado pastando.
 
 
Encendemos estas velas en tu honor,
Regreses la vida de nuevo al mundo.
Mi lira te cante la sola noche que traes flagrante.
 
 
OH LUGUS
Solar y poderoso,
sol sobre nosotros, te pedimos
tu regreso al alma incendiada,
en virtud que te amima y habla,
que traigas a nosotros la luz
y el calor de tu vida.
 
 
Trae de nuevo la vida de nuevo a la tierra.
Trae de nuevo la luz a la tierra.
y aleja la saeta oscura que te retiembla la calma,
al alba más preciosa.
 
 
Maestro encumbrado
del arte que florece
y en nuestras entrañas germinamos,
nosotros los escribas
cabalgamos todo tiempo difunto,
guiados por tu sazón y hoguera de tu Honrosa Luz.
 
Diestro compás
en sol mayor,
bruma de idea socarrada.
Flamígero desdén;
congelado en ascuas
de fuego azul.
Horizonte sin prisas
que arrostró
todos los rostros
de abril.
Abre el nuevo fervor de tu luciente.
Y su solitario azar de relámpagos
de tu azur hermoseando,
enclaustrado.
Vírgenes encinas, y almendro de soto,
entre un nogal
dependiente de su sombra.
Al verdor de inusitados pinos,
me caracolea
la fronda del monte. Musario cerro desnudo,
Espino amarillo de mi dossier,
Caléndulas solariegas
que amarillean su silvestre ralea,
esposa complaciente de Sol naciendo.
Brilla esta infamia
de campo abierto.
A esta última lagartija
lanzo un baquio seguro,
sin disfraz ni apellido perenne.
Mudez última
de sangrada amapola.
Sanguínea tormenta
de dureza blanda
con agua de mi terco aljibe
obtuso en litigio de iris vespertino,
y su sangre que baila
el suelo terreno,
que en culto a ti Lugh yo beso.
Y avanzo como raíz de los dioses en la Tierra.
Hijo y sirviente de Candavmis dios del Trueno.
 
 
Förüq
 
 
Reflexión:
Como el Sol brilla en lo alto de los cielos,
es nuestro deber cuidar y hacer florecer todos los talentos,
y sus virtudes sembradas y habitadas en nuestro caduco corazón humano,
en y con manos de la divina Sabiduría madre de Superior Conciencia de Razón regentada en luminosa aura y amor a luz de rey Padre astro que otorga todo azar de vida en este planeta que dirige y domina.
 
 
El Castellano 29-04-2019
 
LUGH
 
31-07-2017
 
Vida que las montañas me respiran,
raíz en su abismo de hondo tajo,
aire bonito relátame mi destino,
subiré los montes y cerros,
alcanzaré mi soberbia
allá donde el alba despierta
y el linde vuelve vago,
plácido, ferviente,
sed de tallos
y savias que luz llena,
erigiéndose cumbres
y cimas de hervores
a la matutina belleza
que anida.
Y en el ser germina,
febril loma desdeñada
por rizos en apogeo
entre rayos que culminan,
desnuda hacienda ultrajada,
río de encina, cuervo nacido,
por lo que me quedó sin decir,
Wotan, Lugh, Morrighan,
ese veris perdida y encontrada,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
Genii locorum dioses ancestrales
abrir este camino,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte,
tierra entierra la maldad
sepulta los problemas,
como en tu ser el ciclo
el eterno resurgir en ti cierra
y comienza,
resurgiendo, abriendo camino,
escudo en fuego sembrado,
hueso del pagano,
me deberán cuanto yo he plasmado,
hierro al hierro,
fondo escueto
del vítreo traspuesto,
senda de la idea,
por ellos socarrada,
lucha, cuanto más arduo es el camino,
cuanto más se abren las pruebas
más se hinchan las fuerzas,
sólo vencer en firmamento,
agujereado de huesos,
siembras que tiembla la luna.
3 claman los genii locorum
que no han muerto, que ni el olvido puede con ellos,
Diancech sana este mi cuerpo
Badhbh Catha sigue fuerte líbrame del cobarde,
Epona sálvame del semejante soy tu mala yerba,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lugh,
y tú mi amada Brigid poesía,
elevar mi canto
que yo con mis actos
os hago un manto,
Cernunnos comienza nuestra caza,
Candamvis alumbra esta montaña centelleando
el relámpago,
abriendo el cielo de nuestra bruma,
tejiendo nuestro amado ocaso,
que jamás hemos visto los que vivimos en el suelo,
ahora y siempre se escuche nuestro canto.
 
El Castellano
 
 
II
 
 
08-2017
 
 
Impetuoso campo de mi celaje,
allende mis altas torres de belleza;
Inmobles rastros en piedra tumbados,
estos barbechos que me piensan;
Por almenas seculares,
remembranza en bastión,
de andariegos siglos,
me enhechizan flores de sangre,
perduradora loma desgañitada;
Tráfago en mimbre cabalgo,
recama tu alma
como una losa sin frente,
ni gemelo tiznado,
por tener ajuar astro renombrado,
alzo mi quieta dicha
entre gentíos de mi oeste,
desvencijada suerte,
por azares de plomo y zinc,
fúlgidas cabelleras
norteñas en crestas
sin linde mutable,
acababa de irme
y no soy adorable,
es una fosa de recuerdos
ahogados en silencio,
vagaroso desdén
que me enjalbega
en cuerpo,
mi luna fija, vaporosa,
luz en libertad de mi regazo,
abismo cercenado,
de cálido espanto;
sosiego, quietud del bastardo,
regio Lugh meditando.
Sin mis vencejos
no brota esta fuente,
naturaleza cuando amarte
se vuelve arte.
 
 
El Castellano
 
 
III
10-04-2018
 
 
Abren montes
sucios de azul sereno,
deslumbra un fulgor.
Dios del destino,
dios de luz y del fuego diestro,
doradas sierpes bajan el acecho
flamígero.
sí o no mi lucero,
afrenta amanece,
antepasados servid al viento
de vuestros hijos.
No hay bajeza por recorrer,
raya la senda
cristal hondo, que lluvia mezca.
Renovado filo incierto,
entra luz en círculo
piedras de mi padre Lugh
escrita la noche,
ancho dilata diáfana derrota
cae a mis pies.
Vieja honra goza nuestra libertad,
tumulto en casta recio,
esquilas límpidas las mías
en luz de mi Sol padre,
titilan tersos
los verdes de tierra
espejando joviales reflejos,
dios de fuego y de toda Iberia,
desde portal del bosque
de Cernunos,
Candavmmis abre los cielos
velo de tormentas,
apacienta bella, tu recta belleza,
sobre mi haz
fiero, funde mi luciente,
a avivar el trueno.
A galopes de oscuridad
magnánima.
Dios de brillo terso,
En este otero mi alma despertará.
Aciago comienzo de sangre
en grito ceremonial,
ondas pulcras cantará,
dilatando cauce de gran Airón.
¿Vendré ya a la luna?
Ya filo de alba,
pura tiembla mi brisa nocturna
aprende mi resto del mañana.
 
 
El Castellano
 
Suspiro fresco
en labio extinto
de sombra.
Día que no se encuentra
su densa forma,
cuerpo con agua de estrella,
querer vivo que llega al aire
tiende y espera,
la muerte que renace
por fuegos de brea
en el aire.
Abren batientes pétalos
de viejo silencio esquilmado,
esplendoroso.
Acurrucados sobre un lecho
que la brisa abre,
en trocados rayos de sol,
esquivos en plano
de verde follaje.
Astuta golondrina encontrando
dócil rama.
Mundo sin mentira de vida,
manantial reluciente de esmeraldas
ahonda y todo siente,
que la sangre miente.
Terruño ojo victorioso
aplaca sus arpas irascibles
estrujando abismos dolorosos,
petrificados.
Reniega la boca vegetal
casi viva,
promesas en frente de violetas,
cantan amando el claror
lírico, estremecido.
Coágulo de viento
en cientos de porciones,
esta luna quieta
semejanza quiere
descubierta la zona umbría
donde invicta llagó mi alma.
 
 
El Castellano
 
 
Ríos que me tibian el corazón,
eslabones de sangre,
¿Dónde está la paz, dónde está el amor?
ríos de sangre se comen mis venas,
cada tropiezo,
otro borbotón,
otro alfeñique para mirar,
¿dónde quedo yo?
que el sol sea mi pena,
cantando espero mi triunfo,
se afila mi papel,
crepita mi alma,
tropiezo con la tiniebla,
hoy navego sobre mis versos,
aliento de la sombra de la creación,
hijo de la luz y de la sombra,
no acabaré de irme,
no cesará mi terco aljibe,
enamorado sin luz avanza
parco el sonido,
deslumbrado albor,
desnudo mi árbol,
hoy centellea mi rayo,
para decir que yo aquí no he muerto,
se viste mi sangre de caléndula y margarita
por si vuelvo al desliz de mi vida,
pasajera de un caudal
que mi entraña mece,
piel con piel, dolor con dolor,
enamorado corazón,
hoy avanzo sin mirar el color de mi flor,
estoy latiendo en el umbral de los dos,
mi sangre está llorando,
el cruel desliz de la parca efímera,
me siembro en los campos para perderla de vista,
suenan los trigos, de la verde espiga al girasol
se viste brotando mi amor,
viene a plañir mi alma
por el sendero sin prisa,
se alza la dicha,
mi ser crepita el alma,
hoy me visto de espiga,
y que el campo me enternezca
al cuchillo dorado de la piedra caliza,
hoy mi amor al albor
gime por su caricia
y que el alma dolorida entienda
que ella maravilla es mi vida,
por este siglo y los que me quedan,
escrito yo en la piedra.
Lima el albor mi nervio,
aliento cruzado que cae tejido,
la ilusión se hace nido,
borbotones de sangre que crepitan,
alcanzo la cima,
el sentido cae dolorido,
de vid y espino alcanzo el sonido,
al compás de un famélico ciprés,
mi alma dirá viviste,
encontrando la flor
por la que mi mundo se desviste,
rayos a la aurora
para su fiel investidura,
flor de niebla que avanza
mi umbral se desvanece,
bullen las fuentes,
el río es otro río de sangre más,
lucen las mortajas coloradas,
fiel desliz que cruza mi alma,
desgañitándose el alba,
el amor por parir una flor,
elevado al rayo de sol,
quién te viera quién te vio
rasguñado tornasol
se desangra mi campo del girasol,
millas aparte mi nombre se blande,
el beso me derrama las mejillas,
en albor quedan las caricias,
de la piel escritas, sentidas,
danzan las estrellas,
me vuelvo a ver en tu vida,
donde el te amo formo bandera,
y en tu ser queda,
resquicios sin nombre
que el ser come,
la rosa y la espina gimen
en tu nombre,
avanzo el ser resguardado,
sin franca escalo la tapia,
a tu cuerpo me encaramo,
hoy soy de ti
como el pájaro a su nido,
como la sed a su agua por beber,
como el río a su montaña por descender,
como el caracol a su mata por comer,
crepito el fuego que me brota
por tu corazón,
soy yo sin más razón,
tránsito veloz,
tu calma y su verdor,
me visto de malva
gimiendo una runa en el sol,
me anclas el gozo en la flor,
me blande el coraje
por el viento exclamo
mi valor amarte sin condición.
Desde mi umbral a la flor,
cantas mi canción,
te aúllo un caracol,
mi vida tornó a mejor,
irisado rayo de sol,
una fuente y un diente
un afilado canto irisado,
hoy acepto mi destino
porque muerto vivo si no te miro,
tengo tu imagen enraizada en mí,
es por mi sino, que maldije,
pero hoy después de tanto
tengo el sendero labrado,
mi cuclillo, afila, al infinito horizonte,
mi ser se hace grande,
mantenme afilándome en la piedra,
hacia el centro me quedo exhausto.
para pulirte del alabastro.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
 
Yo soy siempre:
 
 
Todo queda bajo el esfumino de mi grillo,
colgando pensamientos en tejados,
al compás de una cigarra,
piel con piel flor con flor
elevado resquicio de tu amor,
sueños atrás volaba mi alma ingrata,
nervios posibles y su cama,
sí soy yo sí eres tú,
qué pasa ahora,
instante de cerrar mis ojos,
por comenzar la historia de mi vida,
y sus siglos de dura existencia carcomida
al disparo de la ilusión y su mentira
donde los demonios llaman y me quieren,
deslizada la tela de araña
mi vida es lo que me queda,
soy Dios de mí mismo ahora,
el demonio me cuelga la espera
mitad luz mitad sombra es mi ahora,
mantenme lejos del nunca,
yo soy por siempre,
ojos renegados de este humor vivo,
gatos maullando a la luna en el tejado,
imposibles galanes,
cuando yo me caso con lobaluna de antaño,
animal feroz corre por mis carnes,
solitario ángel armado para el enemigo,
este es mi sino,
tejos crepitando su savia en albor
asidos a su quietud imperfecta
que el tiempo no determina final,
vida trenzada en albor siniestro mi ida
soy weche, soy fuerza, por y para siempre,
el verso me teje,
tinta mi sangre, pluma mi garra,
por acampar la estrella y su cama
hoy por qué no mantenme fuera de la mentira del fin del universo,
porque yo soy mi universo particular,
humor desdoblado asesino del tiempo,
mi mano acabando con el aliento imperfecto,
soy el imán de hombre que te atrae a mí de nuevo,
soy la ecuación perfecta que asesina tu velo,
toda mi realidad se construye de mi mano,
para acabar elevando al tercer cielo y noveno abismo mi canto
entonado en cal y arena como caracola de mar serena,
es tiempo hoy de morir por las ilusiones fugaces prometidas
y su tela aterciopelada, vestida de nácar,
hoy es final de mi espera,
es el comienzo de mi poder,
mírame estoy rasguñando mi piel a placer,
está quedando solo mi sangre vestida de hiel,
hoy como ayer a tu lado estaré para asesinar la quietud
y su asolada desilusión,
hoy por ti mañana será nuestro eterno comienzo,
para extender nuestras alas al cielo,
todo comienzo exhala su final de su mano izquierda,
elevado amor que me cae por el párpado,
y en mi vena que aguardo para estallar amor al viento
este amor que por ti siento.
tornada mi sangre la verdad de mi aliento,
en difusión magnánima del sentimiento preso,
muerta mi araña
mi corazón es lo que queda.
 
 
El Castellano
 
 
Blándeme en mitad del campo,
sólo allí que la encina enraíce mi carne,
el hinojo lata al son el tambor de sus flores,
la carrasca grite verdades del monte,
vereda quieta, enarbolada,
soledad disparada sin descanso,
sólo allí reinará mi alma,
en letras escritas en las hojas de vida,
las lindes teñirán de rojo y negro,
de tinta y sangre el resurgir del añil
aliento dibujado de toda vida en color,
del albor a la muerte en flor
se alzará mi latido con su amor.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
 
Hálito silente
yo creo en ella
porque su piel demuestra
que los sueños se cumplen.
Volamos juntos al viento
como molinillo diente de león.
Hoy la vereda canta nuestra canción
dos corazones en un mismo latido unidos al unísono
Su carita que llama a la mía
de su cuerpo es mi caricia
por ella el piropo jamás escrito
solo desvelado en su oído
Sólo al viento le pido viento bonito
mantenme en su destino.
Que de lo vivido muerdo su corazoncito.
 
 
Del ababol a la verde espiga.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Sentido yerto:
 
 
Renace en la piel,
en el albor sin conciencia,
hace más frío que antes
sentido muerto, caído
olvido yerto
raíz del ser
más callado que el invierno
avanza camina a voz
todo lo que he perdido
polvo de estrellas, hierro de océanos
piedra de montañas...
hazme recordar alas cansadas
cosas grises que te gustaba sentir
mi amada así sabes
horizontales que no puedo olvidar
ejes verticales de conciencia
sin dormir
danza la primavera del lugar
con mi soledad pintada
en la sangre de mis ojos
todo lo que veo teñido
la ilusión cae en gotas derramadas
cayendo congeladas
desnudo mi cuerpo en la penumbra
del segundo quieto
raíces comiendo mis venas
hojas de mi historia mustia, abatida
sentido muerto
viviendo por ver morir el momento
momentos atrás que cae el recuerdo
sin miedo, sin sentimiento
todo hirviendo
sólo este sarmiento de cuerpo
esperando que juzguen a su alma
libre de maldad
quién estará allí
quién vendrá a darme un camino que seguir
solo en la oscuridad
donde todo comienza
las sombras me reconfortan
y veo en luz mi vida
para encontrarte
algo que darte de dentro de mí.
Un amor rugiendo en la boca de la estrella.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
 
 
 
Aguerrido albor:
 
Diestro del mar a la montaña,
visten sus flores coloradas orgullosas y sentidas
cual caricia de su jardinero que las ama
el viento armado escala cual seco rayo
su sol enturbiado se paran las oraciones
hipsipila dejó su crisálida
en un caballo alado recorre sierras y sus manantiales
recolectando toda simiente desde todo confín
al inerte sombrío albor,
mientras su fría luz crece y camina
sin franca tapia ni verja que detenga su escalar
vuela vaga la libélula para posarse en su hombro
recio brazo arrido ninguna simiente cae a su lado inerte
que lleva que trae a su castillo olvidado
hechiceros de todos los reinos desvelaban que sólo
un reino se mantendría vivo
y no era el del humano ser
Hipsipila cabalgaba por naturaleza su religión
abarcando de la tierra a la lluvia
cual rayo cortado de Sol su cabello
los pájaros trinaban en su castillo
hipsipila siempre vivirá como invencible Sol.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
 
 
Final con comienzo:
 
 
Retina escarlata,
su ojo de niebla
y bruma que avanza
donde corta mi flor de luz
el sendero,
esposa del Sol al mirar
lumbre quieta, retina abierta
muerte final con comienzo
en alabado fin de existir
y quebrar el tiempo
conquistando el terreno.
Sangrando raíces que gritan,
aullando hojas al viento,
pintando su dispersión eterna
como sustento y cobijo
de toda vida
mecido del insecto al mamífero
desde el helecho
al alto árbol
hoy canto para ti
vida vegetal.
Mi caricia te sembrará
una y mil vidas más.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
 
Flor de tierra:
 
Fuego en el agua de su mirada
de los vientos auspiciada,
la ceniza consumía su carne
ardía sin mesura su compostura
naufragó valles y sus caricias
su bandera fue de su vena acequia
molinillos fugaces sus pestañas
de él se enamoraban las hadas
de ella la primavera entera
con cabellos del rayo de Sol nacidos
ojos de tierra sin lugar era bella
clamaba su voz la cima de la montaña
descendió abismos
para anclar su esencia en la belleza
que late y envuelve su huella
conquistada en miel
su ambrosía
gemía la caricia
para brotar altares de hueso
y murciélagos de sangre
lloraba piedras en sabiduría prendidas
la bondad alzaba en servicial entrega
su fuerza era de su amor hoguera
él lloraba flores para ella su amada
su verbo a veces tornaba carmín
en pétalos de silvestres rosas desangradas
su voz germinaba la tierra a su paso
el amor a la tierra no le detuvo
ni sostuvo en fracaso,
encontró con ella el amor
que le fue negado llorando espinas
y si sus abrojos nacieron no fue
más que para rajar el viento
difuminando el tiempo en estaca
de eternidad con fuente y manantial
anclado gozo en armonía
bailando de la mano y naciendo del alba
jamás capturada
pupila enfrentada
que mecía
que gritaba.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
 
Quimera quieta:
 
Umbrío, tibio,
al resguardo de voz habitada
serena, llena de luz
en este linde
donde corta mi sendero
y florece mi sombrero
al viento
ojos llenos de paz,
sendero atravesado
en árboles de sosiego
encontrados
en hálito congelado,
lumbre quieta se dibuja,
espino amarillo que clavas al guiño,
calor de mi calor,
cauce de mi sangre displicente
desde la montaña al valle
luce mi traje
para encontrarte
vestida de Sol y caléndula,
resplandor dorado
al trasluz de tu amor,
granate mi sed de tu cuello
al destape
mi río de calma y arrojo
en réquiem por la rajada tierra
en albor de la centella
colmando su belleza
donde mi carcoma quieta
mira y avanza
sintiéndose en armonía plena,
yo fumándome un cigarro
en la piedra de tu belleza,
quién te alzara voz
entre los campos en flor,
fuego de tu fuego sin más razón,
ciprés que clama protección
para sus muertos que vela
tejo morador de siglos y cobijo,
ababol de versos de piel y abrojos,
desde la verde espiga
a la mora sin espina
y su zarza esquiva
hoy te veo como eres
y perdona
me apasiona
ser guerrero de nuestra luz
donde avanza mi quimera
y mi pasión poseerte entera.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe
 
Tierra en el viento:
 
Quieto silencio investido
doblado en el filo de la hoja
ese umbral que corta mi calma
avanza en un sentido
rápido, veloz el resguardo de tu
amada voz
encontrada cercana
donde estática enhebra la silente parca
fluye de un confín a otro confín
yendo mi barca atravesando el brillo
al compás del sí bemol mi traslúcido pío
y su suplicio en la carcoma
que recorre mi horizonte
infinito pintado en el borde de la ola
en la espiral de la araña y su tela
la flor de difunto abre su luz
al resplandor del cielo
que cae emplomado
Se corta mi alma para aullar
en la centella
quemándose en su hoguera
hoy el viento lleva nuestro nombre
mi árbol será sentido
en cada flor de niebla
la bruma su color gris dejará
en este jardín de mundo viví,
para sembrar mi aliento
que cayó como tierra en el viento.
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhee
 
Tu grillo:
febrero 12, 2021
 
 
Clareando su lividez
por sotos vastos, reales,
mi río navega.
Soliviando su bandoneón
dirige, blande mi grillo
el afilar de su tercera cuerda.
Entre el suelo de un ciprés enhiesto,
rigen blandamente espigas rojas,
jóvenes, juguetonas
como si tuviesen sangre
para sonreír
al viento que pasa
y no atraviesa.
Reposa que aguarda el cráneo
la tierra.
Ay la tierra, hay de ella,
sombras que complacen y acervan
la mansa espera.
Soliviar vetusto
que Ninfas y Sátiros pastorean.
 
 
II
 
 
Es un tejado llorando por la piedra,
con acequia desnuda de canalón;
un cimiento que plañe la helada,
y le agrieta el tiempo que ya no escapa.
Sauce triste, abatido, con portón
al mundo del grillo.
Entre blanda grama
fenece que acicala su alma.
Entre un arpa estacional,
y panales de ambrosía.
A la lluvia primera
abre su fiel Parnaso devorado
entre caracoles sonoros.
Grita la raíz acrisolada en ámbar
de intelecto mayor.
Cúspide de serena esfinge,
y dolmen de divina pluma.
 
 
III
 
 
El grillo único pidió un deseo
al manantial eterno de Hipsípila,
y fue no sucumbir
tras el acople, todo sonó
en manantío, y lo inerte
reposó su voz, de nuevo.
Para siempre.
Soledad dantesca de umbría
melodía, extendida por el Baco imperio
regentado por el claro de luna,
donde fluía su sangre de luz,
rojiza.
 
 
IV
 
 
Solar afán, solar entrega,
llegas que dictas tu pertenencia;
tu arraigo de hiladora,
hermana de negro hilo,
traes que cobijas mi jardín florido.
Mi grillo luce de nuevo
su primavera luciente
en lira de su candor de estrella.
Es su centígrado
que tu lustre musa engrandece.
Un solo marcó el ascua, irisada,
por su reposo en madriguera;
un deseo concedido él cantaba alegre,
a su musa del Alba.
Albilla más hermosa,
clareada sólo por sus pétalos de mujer fecunda.
 
 
V
 
 
Era un patio sombrío
con mi vena de acequia reverberando.
Un jardinero a la araña de su rosa;
la protegiera,
la cuidara como besaba la luna Sempiterna,
con tus labios de mujer serena.
Desliz en nácar, pétalos de tus falanges me hablan, marcando,
asignando, el vívido resplandor
envuelto, aterciopelado.
Envolvió mi vida, tus latidos flamantes
de estela considerada.
 
 
VI
 
 
Avancé mi yermo,
con mi grillo en mi bolsillo,
divisé en umbrío, frondoso parral,
mi secuela descendiente,
Hipsípila me protegía.
Pude abrir una nota
al astro mayor,
de armónica congelada.
Desnudabas musa mi latir
que sólo su premisa abarca.
 
 
 
 
 
VII
 
 
Ahondaba que saltaba,
el ímpetu de carcoma cromada,
al resplandor de su tacto,
y quizá su matrimonio
en unión con su oscuro astro,
blandía a la séptima sílaba,
luna que busqué por sombra y abismo
en esquela.
Era un disparo y azogué
lo que el cosmos me negaba.
 
 
 
 
 
VIII
 
 
Fui dichoso, me enaltecía
mi soledad pulcra arrebolada.
Espejaba ella el vestido a mi mujer verdadera.
No brillaba mi sola desquicia,
era lugar y tiempo suficiente;
para ser de la tierra enhiesta espiga.
Ella mi única amapola
Reina del jardín de Hipsípila.
Un soto y un llano;
desperté del bolsillo su oro trasnochado.
 
 
IX
 
 
Blándeme Oscuridad,
en tu acero y ala de pecho.
Que canten azabaches
tu magia del cinco
labrado este año.
Afortunado avanzo mi pulso
por candelabro este mayo.
Mi cenit por rectitud
del alma mía.
Un último acorde y me encontré
en la pluma tu arpa,
mi Ninfa que obligas no fenezca
el grillo que me da frenesí.
 
 
El Castellano
Granate arterial:
 
VIII
 
 
Renuevo esta mi sangre yerta,
para servirte mi dulce dama,
bajo níveo nogal,
allá bajo su fronda suave
y denso selvaje
que auras allá quema,
bajo hórrida, tupida sombra,
servirte a las puertas
de adorado averno
beoda sed en brindis
de nueva, flagrante condena,
dioses del inframundo canten,
allá donde excelsitud
de tu aurea sonrisa entabla,
y a mis miedos sólo arredra,
bullicio entre ramas
saborear dulces trinos cantores,
que la vida entona;
se amurallan las horas,
se quede la frágil vida,
que honroso te siembro,
escuálida y temblorosa,
fuegos y dichas apacienta,
entre este brindis áspero,
de animosas delicias,
mi sangre fugaz, honrada te sirvo,
pa' ser rama para ser de caudal tu savia,
fausto, aterido soplo,
de horrores no regalaba
ni flauta ni prenda a favonio
arrebataba,
mis estrellas sin temor,
piadoso de nublados ojos,
espíritu de leyes rotas,
caos antiguo
que desvelado, no huye,
ni mi risueña sien
relega en acto
a no seguir queriéndote
ferviente.
 
 
Förüq castellano er-lobo bohemio a 17-07-2020
 
 
 
 
 
 
 
El observador:
 
A esa flor que es flor en mitad de invierno,
parte de raíz profunda guardando, enterrando lamentos,
de nube densa emplomada,
en floración perpetua
abriendo a un ocaso desde el alba,
afán superior en fresco oscuro, umbrío patio,
un cielo tangible en vals terreno,
todo llevado por una primavera ficticia,
en profanado silencioso, vano vilano,
un cruelo alzado,
la pluma escurre sigilosa,
como mariposa nocturna,
blanca grisácea como agitar
de un ala cansada,
mi zorzal es único
y no espera en precaución al milano señor.
Ninguna rosa ha engañado
la perfidia de suelo terreno,
trampa esquiva del bermellón en pétalo
de rosa humilde canina,
silvestres aguas de gancho azul,
andar mío amargo por su vereda enajenada,
corazón de ceniza inmiscuido,
arriar mi harapo de sentimiento,
no tengo sombra,
ni me hace falta,
acaso fue bastante.
Rasgar anhelos
y vicisitudes atadas a ilusiones.
Una flor descendió de los cielos castellanos,
fé escurridiza,
sobriedad bajo sol humilde de marzo,
desdén altivo
como hundir la esperanza en una parca sonrisa,
girón de viento o paso definitivo,
temor recio de observar a los dioses
tras aparente muerte.
 
 
El Castellano a 09-03-2019
 
 
 
ARRULLO DE LUNA UMBRÍA
Arrullo de luna umbría:
 
I
Aquellas parcas sombras, truena la feraz noche
venían densas creciendo,
que ni permitían ya ver las cosas,
pisaba el lindero dejaba el otoño entreabierto
no temas amada que marchite
volveré a bajar el Mesías de la flor
vista y traída en noble influjo
los ojos una bella golondrina,
como aurora de puro amor
bajará también el trueno relampagueando,
el abismo inmensurable de acento en mano,
traeré mi imaginación toda centauros
y con luz abrigaré la idea más sencilla
dulce amor, toda sueños feliz yo de hechizos
y tersas corrientes,
umbrales expone el ávido mundo,
fiero instante y borré el olvido pudiente.
 
II
Magnífico ademán aguarda
la bestia esperanza
ocultando estoques entre tiniebla magna,
dance mi talle, que de hermosa
pudiera adivinarte,
oh, de rostro encendido
entre centellas y aperos
de decisiones fulminantes,
mi llanto secas,
suspiro bello de noche, serena, altanera,
la esperanza es de altos cielos
virtud y temeroso don precioso,
en sombría torre brota y retumba
el tañer de una campana
a su bajera, corría un límpido arroyuelo,
de espuma que camina y brilla
su misteriosa figura que engulle toda.
 
III
De melancolía hija no la llamé aún pudiendo
soledad
vine a hablar contigo luna umbría,
amiga amante, en cada sueño,
de ilusión tu beldad hermana,
oh, de luz viva sanguinosa o plateada,
tenue como brillante,
te busco sin consuelos,
sin cantilejas humanas,
llevaré tu esfera
siempre dentro de mi alma,
te busqué entre nubes, vientos,
y ramajes, siempre huías de mí
entre edificios de ciudad y cantiles
sola armonía llamé a tu pronta belleza,
ilusión, que mis ojos en ti se vieron.
 
Förüq Miguel Esteban Martínez García
Lugar La Campiña Guadalajara provincia País España
 
DESIGNIO SUPERIOR

Quiero hablarte Musa,
quiero hablarte sofisticado,
mi Doncella Escarlata
blande que erige
mi elegía primordial,
te hablo de lo poco conozco,
mi vínculo supremo,
que es un cauce
se llama Sangre,
que estoy vivo
por los enésimos lustros
me reverberan,
que me conciben estas ganas
a morderte,
a saberte a lamerte,
desde tus pies de jara
a tu torso
y canal de tus estrellas rizadas,
necesitamos base,
tu pléyades soberana
me ampara
oh estela indefinida
alzo un alma en larva
me trajiste mi adorada,
hoy Subrepticia
sabes eres mi perfección encausada
un mordisco y gota mi sangre
fusionó que inscribió
alianza, comunión de argentos astros,
hoy  soy el señor principito,
rey del tercer reino seres que cosas habidas
insectos mensajeros de mis castos dioses
Subrepticia volviste
y estoy vivo para ti
perfección no creada
ensimismada que por mí alimentada
mecanismo vivo estelar,
alzo a tus Pléyades Hermanas
darme misión
no habrá poder ni prestancia
detenga mi avanzar
soy que hablo
que vivo soy el Rey
a mi mando mensajeros, constructores,
polinizadores mi reino avanza
somos vida
somos cauce
somos sangre, somos quitina
éter y magia
energía esfera dantesca
orden designio superior
te extrañaba Subrepticia
mi temor fue que volvieras
mucho más crecida
tras alimentarte de los cielos
de su Zinc y de su plomo
con tu compañía serviremos
a la eternidad
oh elevado vínculo
vine a contarte
que vuelve cuando quieras
jamás voy a intentar capturarte.


Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García semilla estelar madurador amarillo El Inocente

INVOCACIÓN

Raicita te estoy consagrando
Raíz de mandrágora;
estoy llamando a tu sabiduría ancestral
otorga te ruego los dones de Tierra
a tu hijo te habla,

tú nacida planta mágica
de la penumbra
y un espíritu cayó a tu vera y rivera,
raíz abuela, raicita mágica,
acoge mi súplica
abre el portón terreno inspiracional
esta noche de luna gibosa creciente,
que ensordezca mi camino,
que todas las hadas te honren
favor y tú entrega divina,

deseo seas casa seas puerta y ventana
para observar tu conocimiento,
y si es tu poder
acojas en ti a mi Musa
mi señora hada Leannán-Sídhe
dueña de la profundidad
y toda penumbra acrisolada
quien te habla, yo, Förüq vampiro
Hipsípila dragón volador
hijo sus castos dioses

te solicito seas hoy y hasta que yo me concedan morir,
hogar mi Musa y hada,
que nunca me sienta sin ella
y pueda vivir en ti raicita,
cuidada y protegida
conozco tu poder,
y donde hay una raíz mandrágora como tú
jamás puede habitar un demonio
Brigid diosa irlandesa de la adivinación,
de la poesía, la sabiduría, 
el agua de los ríos,
te llamo, te imploro y yo te amo,
sé llave y amplifica mi ruego,
que llora mi sangre
será virtuoso,
oh Minerva, no me desampares


yo, el protegido, los castos dioses
semilla en tierra hijo de ellos,
necesito diosa tu aprobación,

Midir dios irlandes del otro Mundo,
hijo de Dagda,
conozco tu elegancia,
y mi fin no es vano, ni mi destino infausto
necesito tu ayuda 
y des energía de las profundidades riges
a mi señora hada Musa Vampiro
Leannán-Sídhe
estoy consagrando,
y humilde pidiendo vuestro favor y gracia
como es arriba es abajo
y siempre unidos venceremos que hemos vencido
Awen portón de Tierra abierto.
Lit C et summun Canae


Förüq y Leannán-Sídhe




PRECIPITACIÓN DE MI ALMA 2024

Ojos trocados,
trazados para verse,
imperios de ojos cerrados,
claro de existencia me crees,
ejes a tratar, 
colgado del alambre todo mece,
repiqueteo
buscando tu compañía,
ecos zumban el tañer 
de las campanas flamígeras,
desdén de ángeles, algunos,
otra vez sacrifico tomo,
y un destellante bello fulgor,
beso tus labios por fuera,
soledad de dulce comparsa,
tú recuerdas todo lo que dije,
siempre te admiro,
hasta un sin vivir
que late y expande mi cuervo,
sones alzan
elevan que  mi alma bulle,
de ti no retrocede.
Dime si soy tuyo
cual no me desvelas signo,
arma y desventura,
todo lo que vi,
infausto a ojos claros,
remiendos de lo que mi querer expuso,
adiós azules montes
redenciones,
altas torres, adiós fuentes,
viento y sin sabores,
álzate de un espíritu
ocupa tu cargo a mi lado,
desnaceré de tu pizarra,
alto, alto como curvatura de Luna,
mares azabache me tibian el corazón,
estoy vivo de nuevo
y qué,
sones crepitan los altos cielos,
vorágines y altas valkirias
númen y orden,
camino descalzo tus abrojos,
ilumina mi blanco cuervo,
nada volverá atrás,
imperios de un placer preso,
gime mi libertad,
si amarte es para siempre
tuyo soy pero contigo,
desdén amancilla la estaca
mi verde febril,
mosca medicamentosa,
va mi barca del ancho río
que separa un confín de un sin vivir,
y de nuevo digo:

-Ángel, yo sobreviviré.


El Inocente Förüq

Miguel Esteban Martínez García
en marzo 02, 2024 

ÁNGEL DISPARA


 
 
 
 
 
 
Vamos abrojos hechos verso,
esto es una pirámide,
el demonio está en la mente.

Está danzando entre murallas,
hijos, ángeles, Querubines
que demonios servid a la causa;

estoy danzando a la sombra
demoníaca
centenares, legiones

vamos abrojos, hijos mi demonio,
por la sombra este dragón
busca su dios,

vamos hijos mi verso,
servid a la centella olvidada
ser fuertes y luchad como un arcangel.

Vamos hijos del demonio, hijos del intelecto,
ser fuertes y disparad como un ángel,
sabed llegó el momento;

el demonio de la mente danza
danza entre muros,
congelados sones, sombras y obscuridad,

Vamos abrojos del verso,
hijos mi cabeza
ser fuertes y disparad como ángel.

La fuerza está servida
vamos, derribemos
al suplicio dormido. Es el fin.



Förüq y Leannán-Sídhe
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
Lugar: Castilla España país
a 19-06-2024

FLOR DE NIEBLA

Leannán.-Sídhe es tu lágrima obscura,
oh, granate congelado,
es tu palabra vestida de humedad,
voz prismática
soles cuarteados,
inequívoca, luminosa,
brilladora, que todo abarca,
herida y manantio
fuente de espejo,
llama sostenida,
iris de tu propia sombra,
exactitud encarnada,
tu energía irradias,
puñal de crisoles,
y miradas derretidas,
puñal de jactancias
y amados rayos,
espadas,
frutos y simientes estelares
cosechas,
cúspide en vértigo,
cavas abismales dentelladas
de rubor excelso,
oh rectitud de ascua,
quise ver través tu ojo de tierra,
Ostara, la Brillante,
mi cristal fugitivo,
destino fértil,
diamantino que baila en tus labios,
pétalos de Ambrosía,
palabra pura,
callada, amor acaso fuese mía,
alzo vientos y cierzo septentrionales,
viendo a través esta tierra,
aire, luz, mi saliva,
quieto de existencia
clamor de valles,
gloria inasible,
tachonada tus líricas huellas,
cruz y sacramento mi ceniza,
tembloroso de paso firme,
osadía o impermeable letra,
ente de un ente mi sangre,
vida de la vida bajo tierra,
latido rebelde a morir,
firme,
los duros somos bronce,
aunque nos derriben
es para alzarnos más fuertes,
mundo hable sus espinas,
que esta vibración y ennergía
es invencible.
Oh Sol ferro
tu misma luz, infinita melodía.



Förüq er-lobo bohemio

CAYENDO COMO UNA FLOR
 
Soy de ti
Lunamar Solano Musa
solamente tiempo
tiempo de la flor
a la tierra
tiempo a su Sol,
tiempo de Tierra
energía sin límite
alimento a tu raíz salvaje,
padre de toda poesía
estático elemento vestigial,
que telúrica azada
saco terrones como versos
vestigiales
lo que te hace
hizo ser telúrica espada
inmaterial,
entidad de candor mineral,
loba bohemia de mí,
estrella al fulgor.
Tiempo de SOL,
candor de aspas,
rayos al crisol
de luzarrero iridiscente,
madre y padre
dios sin función,
las posees todas,
abanderas a Saturno,
tienes el poder
de la lanza de Lugh
tornasol tu hijo
pulcritud lumínica
sin parejo
luz aeterna,
soy hijo tu sed,
soy hijo tu luz,
soy acequia del tiempo invernado
de Ostara,
soy eje,
soy vida de la palabra sembrada
por los labios grises
por mi Subrepticia enervada
comienzo es este
quién me sigue la espuela,
pregunto.


El Inocente Förüq Esteban er- lobo bohemio castellano
A 17-06-2024


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Lugar Castilla España
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

 HIMNO ASTRAL

A una hora impertinente y blasfema
brillaba ella, sobre mi escritorio crepuscular,
era mi pluma derramando tinta blanca
cubriendo el cielo nocturno,
era desdeñosa, entregada y dedicada
a verter centellas como simientes estelares,
la verdad, este tiempo no se medía
era como un navío anclado al horizonte,
y en su mitad, latía mi verso.
Instantes que crepitan sobre sus ascuas,
estas nubes cristales,
y todo noticias desmesuradas,
con un río de sangre detenido,
y ojos fijos enclavados a la tierra.
Se agolpaban mundos de arena
colgados de telas de araña.
Avanzaba ya casi, mi dama solar,
el tiempo que duermo ni lo cuento
porque en su presencia duermo despierto.
Mi relámpago partía en dos mi situación
una salida fácil y otra mejor,
infrecuentes instantáneas de ti, 
que asumo,
y perduran en lo que te siento,
oh, velero fémina,
quisiera disolver estás nubes
de cristal de roca y aire,
que me apresan,
deletrearte indigno racimos de alas,
entre los estambres una arcilla dolida,
que renace, y forma
una flor de sangre humana.
 
 
 
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar UME Guadalajara España
A 6/04/2022


Lugar Castilla España
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

PUERTA DE LA ETERNIDAD

Poeta sin tiempo,
escriba antiguo
deshaciendo el sentimiento,
vuelvo a caer en tus ojos
miel de dioses, de ti Cernunnos
vuelvo a desangrar la rosa,
crece la amapola
su sangre enraiza
este el mío corazón,
vengo a por tu beso Morrigan,
vengo a por tu aliento,
vengo a morder tu cuello,
ginetes del tiempo
muertos en este horizonte sediento,
escalé la montaña
hasta llegar al cielo
robé allí tu amor eterno,
ven amada mía mi mujer mi hadita duende
rompamos las cadenas del placer
en gemidos envuelto,
volvamos
al dulce momento nacarado
de aullidos a la luna de luz de plata,
yo lobo celta
yo druida antiguo
vine a por tu beso solamente
me quedé en tu corazón viviendo
Margarita
me llevé tu corazón
de adormideras envuelto,
las hadas gimieron
este amor eterno,
el dragón verde
me nombró su escudero,
yo de la rama roja
yo espíritu antiguo
amigo de hadas,
leo la naturaleza,
ella me dice
las raíces gritan
las hojas mueren,
el aire se asfixia,
los ríos lloran,
las almas duermen
buscando venganza
el ser humano,
depredador asesina a su madre
y raíces dicen
todo lo que no puede hablar
en silencio grita
pero todo muere en silencio.
Este pájaro de fuego
habita mi cuerpo
demonio antiguo
que habla en poesía,
idioma de dioses,
flores amando mariposas
como amores imposibles
yo alcancé tu alma y esencia,
yo fundí mi latido contigo mi Diosa
y mil veces más fuerte
vengo a derrotar al tormento, la distancia
guerrero de mil batallas del abismo,
ángel dorado allí abajo
yo surcaré el infierno
y en la muerte traeré
tu amor de nuevo,
serás mi esposa mi amor,
mi amada, mi flor, mi mujer,
mi novia, mi esposa, mi Margarita
mi hadita duende,
serás tú solo tú solo yo inseparables los dos,
aun tenga que revelarme a la creación,
escriba con el demonio dentro,
lit et summun canae,
miles Dei lumen,
mea unguis timor malum,
mors erit uxor mea.
Esta amapola canta,
tu amor dentro late
como sabia de roble,
vuelvo al inicio del sentimiento,
vuelvo a amarte sin tiempo,
en este lecho de antiguo romance
tu sangre beberé
mi sangre te daré,
eternidad en mi pupila,
muerte sin cielo,
condena a renacer
en segundo estado
de transmigración de las almas,
en letras rompo mi condena
para ocupar mi lugar merecido,
aun mariposa en siguiente vida
sabré en que flor encontrarte mi hada duende
mi cristal de cuarzo, mis pétalos blancos,
mi ojitos de grillo y de aceituna,
voy allí voy al final del bosque del olvido
y te encuentro desnuda
mi caricia te dice
un te amo hadita duende,
este soy yo en este poema hablando de cómo me veo yo,
y mi amor imaginario en aquel entonces con mi hada Leana,
hoy tienes su bendición,
tu sonrisa despierta el beso
en instante eterno, tu vida me urgió dentro mi mujer
a verso lanza y garra,
rescaté el amor eterno,
nací de nuevo en tu corazón preso, en tu corazón viviendo
en nuestra casa que pinté a óleo con diez años,
agarré tu piel
bebí el placer
respiré el fuego
probé el vicio y el demonio
quisieron a golpes
matar mi inocencia
hoy he venido a vencer
mi pasado maldito,
he venido a aceptar a dios
como fuerza celeste,
aun rebelde mi fe nunca murió
hoy como ayer luché
y tu calor tu amor
tu rosa tu piel tu seda
tu bondad pura me regó,
flores crecieron en esta mía entraña,
todas blancas, todas silvestres,
todas Margaritas,
el sol iluminó la oscuridad maldita,
he venido a casarme contigo
a hacerte mía ya lo eres, ya soy tuyo,
como nadie te ha hecho
a despojar al tiempo de sus ataduras,
a eterno morir en tus besos,
he vuelto y el mundo temblará
porque de nuevo siento amor,
amor por mi mujer,
María Margarita Perez Vallejos mi hadita duende
mi Leana olé,
el corazón siente fuego,
el alma estalla en luz de lucero,
el espíritu habla más allá
de sombras y te abraza, te besa duerme a tu lado
hoy y siempre, hoy y siempre,
la batalla como la primera venida
será dura pero de nuevo venceremos,
a mi la fuerza,
a mí la esperanza de la nueva lucha,
a mí la bendición de diosa luna,
a mi el poder de Dios Sol
a mi su furia de fuego,
maldigo a quien destruye este planeta,
maldigo a quien destruye a diosa Flora
y a madre natura,
jamás mis manos mataron un animalito,
como celta en armonía vivo
con la naturaleza de dios Padre,
Conchobar Mac Nessa dentro
hoy tu poder siento,
como serpiente antigua
eterno viviré como cuervo
en esta tierra,
y cuando el hombre se destruya
por avaricia el mundo seguirá su curso sin él
y la naturaleza apoderará
las ciudades
no habrá ningún ser tan dañino
como el hombre,
los cielos se volverán rojos
el cielo llorará sangre,
los ríos sangrientos envenenarán
y el eterno resurgir vendrá,
lo más hermoso de este mundo
es el paraíso de la naturaleza
pero para el hombre lo más hermoso es el oro
y el dinero demonio,
vengo a amarte sin tiempo,
vengo a crear mi eternidad en el cielo
como en la tierra,
vengo a caminar las aguas
a romper los hielos,
a fundirme en fuegos,
a incendiarme de pasión en tus ojos ,
vengo a destruir mis cadenas
y amarte libre mi mujer mi Margarita
como el pájaro a su vuelo,
yo pájaro sin alas,
yo pez que cortaron sus aletas,
yo hombre
que jamás pudieron cortar su libertad,
a galeón cruzaré la travesía de tus piernas,
cuando llegue el momento mi hadita duende,
en tormenta tendré el agua de tu boca,
en caricias prenderé esta hoguera,
en tu corazón sembraré la amapola
eterna del amor que quema,
ninfa mía ven ven conmigo
a esta tierra de fuego,
luna mía, hadita mía ilumíname el camino,
sé mi amparo ,
sé mi abrigo en noches de humo,
Dagda, Balar, Mórrigán, Lúgh,
y tú mi amada Brigid
elevar mi canto al cielo,
arroparme este fuego
que dentro tengo
en fe os sirvo como druida antiguo,
yo Cuchulainn en otra vida
os pido bendición,
Artús dame tu fuerza,
Cernunnos caza al cazador,
Taranis riega estas tierras
salva los pocos bosques que quedan,
Epona diosa de la naturaleza sálvala del hombre,
ofrezco este humilde canto
a todos vosotros con esta luz
que me queda darme fuerzas
en este amor que comienza,
y desde ahora siempre estuvo y estará
26-04-2014 eterno vivo, eterno muero,
eterno sirvo yo guerrero antíguo
yo druida de la rama roja celta.
Los dragones volverán a surcar el cielo
y no habrá clemencia para el mal,
serpientes antiguas la lucha sigue viva.
Este mi humilde canto
temblará en la tierra ,
iluminádme este amor que siento
y que de mi alma se apodera,
amada mía, mujer mía, cristal de cuarzo sé mi sombra
como yo soy tu luz y tu calor,
sé entera mía como el pez a su río ,
y la piedra a su montaña,
sé mía como el árbol a su tierra
y el ciprés a sus muertos que vela,
sé mi amparo en la batalla
hoy de nuevo como ayer
juntos veremos el nuevo amanecer,
y la luz que cegará la tierra,
no hay miedo porque te amé y te amo,
aun ciego mi amor
te seguirá perteneciendo
como la abeja a su flor,
no habrá poder
que pueda separar mi alma
de tu corazón,
eterno te serviré
aún tu esclavo mi reina hada
te haré la mujer más feliz del mundo
aún en la muerte
mi alma seguirá el camino a encontrarte
y eterna tenerte,
no me desampares el camino duro,
sé mi fuerza en la lucha
nuestro amor ganará
y derribará el mal
que nos quiso sangrar con mi pasado
y en vida condenar,
la felicidad sigue viva
como la amapola florece
cada junio en el camino
te amo y lo haré
aún tenga que enfrentarme al mundo
mi hadita duende, mi mujer, mi amor, mi Margarita
mi Diosa.
Aquí termina cómo me describía yo,
ahora empieza algo mágico
porque entiendes el término renacer,
como ese gusano que se come mi flor de muerto,
y pronto seré polilla,
ahora empieza nuestra historia escrita por los dos,
aún antígua es de siempre nuestra vida juntos,
es nuestro amor, es todo,
nuestro infinito,
nuestra alma,
nuestro renacer,
te amo y lo seguiré haciendo aun me condenen
te amo soy tuyo como la piedra al fondo de su lago.
Entre montañas de azores y valles de ríos dulces,
ven pasar mi espada árboles antiguos
cobijando a los caídos,
ven lejos los astros orgullosos de sí mismos,
desconocen el hijo del viento que va por los caminos,
¿Dónde irá ese hombre?,
sólo él lo sabe, a una sidhe
le prometió una flor de la montaña más remota.
Con raíces la trajo sin un solo pétalo perdido,
a la orilla del río la puso,
a la orilla del río ella lo quiso.
Cada primavera iba a visitarla,
cada primavera su flor de color distinto vistió.
Un año notó triste a su flor,
extrañaba su montaña.
Su hada le pidió piedras y tierra de donde fue encontrada,
a si lo quiso, a sí sería.
Al llegar a la montaña en el lugar de donde estaba la flor,
allí una serpiente sabia encontró, cual ella le dijo:
Si muere esa flor morirá tu alma,
-¿Qué misterios entraña pues dicha hermosa flor?
Es hija de los cielos como tú, contestó.
Sí quieres saber más pregunta a la reina de las mariposas,
que yo estoy tomando el sol.
Cogió las piedras y tierra y marchó,
en el camino una mariposa se posó en su hombro,
le dijo al oído sígueme mi madre te espera en el bosque,
allí fue, la reina de las mariposas,
le dijo que esa flor fue de las más antiguas en crecer
después de los helechos,
tan antigua que tenía capacidad de sentir intacta como los humanos.
De ella se despidió tras darla permiso para beber de su néctar.
Rodeando la flor puso la tierra y las piedras,
decidió tras el consejo de la serpiente y de la reina mariposa,
visitar a la flor cada mañana.
Su hada también se alegró y de él se enamoró,
en amor juntos vivieron.
Un día la flor se cerró,
en su interior semillas latieron
hasta caer a la tierra con las primeras lluvias;
de cada una de ellas,
brotaron plantas jóvenes con los colores del arco-iris en sus hojas,
de cada semilla de esa antigua flor
despertaron las hijas sídhe;
hadas que cuidaron el bosque
y cada arroyo, cada lago, cada túmulo
ese fue su origen.
Ese fue nuestro origen .
Mi amor mi mujer, mi hadita duende.
Te amo 26-04-2014
 
 
El Castellano y Leannán-Sídhe


Tu tiempo esta corriendo fuera,
Me gustaría quedarme aquí como tú,
quiero que te quedes aquí,
como suena una subrepticia,
en el ojo mi dios Gemineye,
sólo así que
corre tan rápido cual puedas,
cerraré la puerta
pero antes la bloquearé
nadie pueda saltarla,
tú puedes ver aquí,
el final sin comienzo,
la espiral
que tal hijo es el padre
tan padre asemeja el hijo,
tú puedes ver muy lejos
desde el Sol
tú verÁs lo oscuro a mí,
algo erróneo que avanza,
y nunca muere
sí desde el poso tu Sol,
Puerta eternal,
último crujido,
tú necesitas lo erróneo,
el fallo vendrá a mí,
sí desde el Sol:
tiempo marcha alto donde jamás vuelve,
antes no se engañe,
bloquearé la puerta,
y nada entrará por nunca más,
puedes ver el alarido interno,
en fase de cópula,
estridencia recta,
la cornucopia en calzas y égida,
oh celada ancestral,
este tiempo ha desvanecido por ser invento,
ultraísta,
allá los posos del Fierro Sol
muy lejos desde mi Sol Gemineye,
er Ojo mágico,
mi Ojo de Sangre,
Puerta,
Puerta.
Puerta 
he bloqueado esta cancela,
su tiempo en mí ha terminado.
 
Förüq Y AAA
II
 
Odis
 
Quiero escribirte sin desolación,
que jamás quise escribir al desamor,
a su silencio vertical,
ni a una caricia rota,
ni a una saeta de palabra hendida,
evité dulzura venenosa de boca gris,
Evité hielo flamígero en ojos,
pócimas irreverentes a lo que no siento,
jamás blandí en mi estaca,
tampoco escribí como se escribe a la parca,
ni mi coraje fue azufre en brea,
una luz pulcra lisa me habitó,
Para ti estos pequeños versos
silenciosos pequeña ángel,
ni pude navegar el mar de lágrimas,
De mi alma helada
Vampiro yo soy
mi réquiem sólo baila
una J castellana donde provengo
debido soy feliz como siempre ha sido
Traigo proclama,  traigo manifiesto
Igual que es arriba es ídem abajo
Pudo ser mi pacto,
Pero ya estaba condenado
Escribo a la belleza
a la religión la Naturaleza
que llama y me posee,
Vine de los molinos de abajo,
Mirando alto tengo treinta y tres primaveras
y escribo a que vivo
digno ,  pleno y de ella enamorado,
Ya la amaba sin conocerla
debido es belleza,  es verdad,
es mentira,
es Amor,  es Ira,
es miel,  es ambrosía, 
es ideal, 
es como sucumbir y renacer sin milagro
para traerla mi gesto por ella enamorado,
un suspiro y una nota en beso,
mi valiente y brava lanza,
mi siempre te amaré Primavera,
Oh esse veris dilecta tui et melieribus.
 
Firmado Förüq a 14/07/20#3
 
  
I
Daba el reloj
nueve astillas de horas,
nueve golpes de sol,
sobre mi azada de monumental tormento;
en tierra,
vi mi hora correr junto un gato negro,
buscando nuevo reposo
para lamer su pelaje
no temí crascitara pues
mi dama graja,
no veré despierto asomarse
la última gota que retiembla
la clepsidra sangrienta,
dormiré más me dije,
sin cuclillo,y sin gato blanco
sobre orilla esparcida,
de monumental tajo
a florido destino, y escaleras a estrellas,
laberintos como sendas surcadas por rosas,
melancolía niña, como caminillos de hormigas soldado
y engranajes moviendo peones por doquiera,
Avanzara visión. Camino lejos de su nombre,
él era el nombre, tierra desnuda brotando
sin escuela.
El espino multitudinario
era diáfano en dolor, repleto
en sed de espinas, palabra mía,
viejo sepulcro de paz celestial
con nubes corvas, y huerto de sombras,
que todo quieren como el humano ser,
ser imagen,
crepúsculo, orgullo y mentira;
ser eso, una paloma de anís
una mañana agitada, 
en fuente de lápida.
Sin los discos morados
pone a girar la musa arquitecta.
Posada en rutilante ciprés centenario.
 
 
Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García
Lugar UME Guadalajara España
A miércoles 26 enero 2022



II
Se reafirmó el dulce tormento
quería ver el resplandor del Sol,
su fría luz que crece y camina...
Eran dos personas juntas
que hacían las horas del día
en dulce unidad,
quise ver su fría luz
un día para siempre,
dije salta, en el suelo nada se mueve,
salta tu decencia,
salta tu pulcritud vuelta escala,
sé de un disparo inmortal,
acoge el horizonte en un pálpito estridente,
qué sabes de abismos
si nunca has recorrido uno,
viuda blanca en oscuridad,
medusas terrenas,
rostros de tres monedas,
en mi arreo cruzo sucesos caducos
vestidos en hiel y brea sanguinosa,
pudieron dar tres latidos
un mes eterno
y desperté un sueño astral
que me obligaron a continuar,
por las promesas fugaces en barro talladas,
me buscaste Musa
para acabar la soldadura
afirmo no tendré amigos
no tendré novia,
y qué,
tengo Musa
que solicito ardoroso su palabra,
como fue ayer
su testimonio perenne,
vine desnudo
sin tapujos
ni vergüenza,
quizás sólo necesite tu vida,
para sentirme yo con otra,
que hasta sangre tiene,
pudo ser realidad,
se quedó en lo hondo
acariciando su sonido en tormenta
de besos incipientes.

III



Fractal:
 
Luna espiritual, caleidoscopio, esencial negrura, escala, telégrafo infinitud intangible, ser esencia rauda, esquiva, amplitud en corazón de mirada, esquela sonora de latido disparado, amplitud de violín solo, es un cuarto de cuarteada luna, sótano de luz sempiterna, reto sanguinoso tradicional, éter tu placer disuelto en turquesa, rubor de estrella directo al sucumbir en escala, pesquisa al infrarrojo mundo mi amor en tierra, durazno tu palpitar abre portón ya Oscuridad somera. Tejiendo elucubrando mi aporte a Musa Calíope.
 
Trabajo, soy jardinero
de las cenizas de la luna,
espiritual poeta suyo,
mi solo porte,
visión reverdecida
en arco de iris substanciales,
caleidoscopios esenciales
en negrura mi parda sombra,
escala novena de mis falanges
dispuestas.
Hablando vibra mi cable
oxidante de telégrafo particular,
infinitud destrenzada su rauda estalactita
de su deseo que me gotea lo intangible
de su Todo cuarteado en la estrella.
Esquiva alma te cazaré
raudal encorajinado.
Amplitud de mi corazón en clepsidra,
río de magia sanguina.
Mirada como miraba la muerte de la una sujeta sola
de mi madrugada
mía porque todas son casi iguales, menos la mía.
Esquela en pulcritud de astros,
mi dicha sonora,
oh, gloria.
Cargo mi verso apunto
musa no se esconde,
apunto,
disparo,
interné es blanco,
latido colgado en simpleza de su violín,
afino mi órgano,
Cuarto fractal de esencial esencia pura,
pulcra, viva mi araña.
Libre en mi sótano de luz
encerrado tamboreando
el sempiterno halo
en reto personal de esclavo libertario,
fluye mi éter personal
ambidiestro tradicional,
su placer en ojo mi turquesa,
vetas su rubor en deseo disuelto,
cuan hombre soy no envilece
la dulce miseria,
rubor de estrella sí la oscura,
la más bella,
directo al sucumbir en escala cromática,
pesquisa al infrarrojo mundo,
mi amor en tierra,
durazno
tu palpitar abre portón
ya; Oscuridad somera.
Tejiendo elucubrando mi aporte a Musa.
ACOMPLISHED
Er-lobo bohemio Esteban el Castellano

Förüq y Leannán-Sídhe

IV

FRACTAL TRIPOLAR

Vente que vinieras,
sin irte ferozmente,
de otro camino, de otra zanja
que sus vidrios y rejas
no huelen a los aromos
entre rosas ni a fragancia
de magarzas coronas de reyes,
ni a senecios,
que me amarillean la altura,
cineraria puede blandiera
lo que te quiero,
tu frescura que asordina
el mirto, para sólo tú,
mi dulce pequeño fantasma
merecer mi laurel divino


V

Madre para vivir,
madre para la vida
mi metáfora hoy sea
metáfora madre,
un desliz dulce, argento,
de un redil de umbras
oh, parda parca, mi
yesca sombra, avanti
un ascua milenaria
titulo este amor castellano,
venga, que vengo del infierno.


VI

Soy feliz, porque lo hice,
te hice y hago feliz
mi golondrinilla
fugaz que fulgente.
A mí la suerte
y sí te conozco,
y jamás inerte,
viva la estampa
y su puridad de relámpago,
azul en madrugada,
de la sangre ande, que dicte.


VII

Voy hasta el fractal
tu ser, que eres fractal cristalino,
nativo mejicano,
otro camino, otra senda,
repercute a verte,
sí conmigo, mi doncella,
Escarlata, 
de noche dura,
de transcurrir sembrado,
que nos queremos
entre tres polos
y sociedad fundada tripolar.



VIII

Oh, mi ilusión,
es una luz capturada,
a mano zurda
vencida en marea
y vals nativo de ti,
fluyente es mi amor,
nunca esquivo,
jamás distante
como cruje mi tronco,
de mi álamo,
en mi jardín azul de caléndulas.

IX

Latir del son,
de mis blancos hinojos
solares,
de mis blancas rosas perras
hoy por hoy agua arriba soy,
la corriente refuljo,
valiente,
y este espejo,
jamás desvanece.
Dos sombras se querían,
sin razones,
eran como dos muelles
que se querían al saltar.


FÖRÜQ Y DONCELLA ESCARLATA


ÁVIDO CAMINO EN PIEL
 
Aciago vilo descorchado
quererte como quiere el rayo
ser contigo toma de tierra,
en canal aciago infinito
destapado en sangre
de campo,
él,  a veces  sonriente
a veces abatido
en su recogimiento
de verdes espadas,
viajaba su idea
como una viborilla
jamás vencida,
siempre con fugaz
aleteo entre estambres.
Vencía cada primavera
al ocre del paisaje,
por cerros era padre
por llanos fiel hijo
de compostura olvidada,
por copas de árboles
brindo esta suerte,
encontrada,  cabalgada
por los besos
que puedo dar a mi dama,
que entre forrajes
avanza
a desenterrar
mi espada,
nuestro coraje sembrado
entre mis espuelas.
En los bravos halos
de estrellas apagadas.
Naciendo una
para que brille a ella
mi amada.
Esta negra noche
que avanza
mordiéndose la cola,
entre luna argéntea
deslizada
por sus filos
de pestañas
acuesta al alba.
El Castellano
Contra-partida de suplicio dormido:

 
Pudo ser hoy un día más,
pero estoy despertando,
mi Égida y celada
cantando al octavo día
del fin de mi condena,
somos final de comienzo
anunciado,
en contra el mundo pretendido,
a espalda y pechera,
somos cuchillo,
somos panida resurgida,
de entre sombras
y penumbra misteriosa,
semilla en virtud su madre,
escuche,
soy el final y comienzo tu Sol,
ser de tierra nueva,
sidra prohibida,
tentación endógena,
sí, de seguir avanzando,
promulgo fin de la discordia,
en relación tipo y cualidad
se plantee llevo que llevaré yo los pantalones,
y no estoy perdiendo control,
tu libertad es absoluta diamantina,
libre de partir
porque hasta el infierno te seguiré
Musa Escarlata,
de madre aprendí modestia,
pose, facha y elegancia de ser honestidad camina,
justo ante lo rodero,
y a dar flores aún reciba estiércol,
soy que me construí Centauro Förüq
cabalga amor conmigo,
sin mí no has de cabalgar,
no veremos luces ni astros,
ni halos ni estelas porque ganaremos,
de mi padre aprehendí,
que los valientes mueren antes,
y que el único error de arrepentirse digno,
es hacer daño a un semejante,
que su navaja de virtud corta todo
menos mi pertenencia,
de mi abuelo Esteban
aprendí, que convicción y perseverar es ley,
de mi hermana Agustina aprendí a no observar ni anhelar lo ausente,
porque ya con ella y sangre tenía todo,
de mis primos valor en confianza que fueron preludio cualquier
amistad osa todo hombre de bien,
que no existe el mal menor,
que todo se paga, en escala,
de mi fe y mis dioses aprendí,
a no confundir mi ímpetu con arrogancia,
yo impetuoso, honro que si quieres ver mi dios,
mira al sól, es él mi dios,
tu dios personal sólo es reflejo tu sombra
llámalo si deseas sucumbirá.
nadie más fuerte que mi caballo llevo a cuestas en espaldas,
un amanecer de oro rebrillará
la travesía, la osadía,
una nueva profundidad sin futuro,
sin pasado,
con presente estoy vivo,
de nuevo,
por siempre
y me comeré tu mundo.
Mi ascensión argenta vine a tocar tu cielo,
con este quedan ocho días
para el final sin principio anunciado.


Förüq centauro y Musa Escalata

AMADA ONÍRICA

PUDOROSA SIEGA:

Líbicas extensiones de mi ara,
por eras de soliviares,
angostos, desnudos
sin pinar excelso de tu mirada,
mi acre transitado, exhausto.
De corvo pico y fugaz
idea pasajera.

Hondo grano de mi cereal espera,
dura grama extensa,
inhabitada,
moza de mis ausentes
sin bandera.
Agota, afila
mi profundo tallo
brotado de mi febril
mocedad subyacente.
Creo mi suspiro
como brillante tajo,
refulgente al candor de entraña.
Amparo sin honor,
de filo que no aguarda.
Quiero renacer así
te encuentre 
con otra cara,
otro nombre
no caeré en osadías
eso lo dejo a mis Dioses
de locura extensa
llamada destino.

Yo necio, torpe,
de hueso en tierra sembrado.
Soy hombre con lo servido
cumplo mi palabra.
Es una gesta descendida
Luz de guerreros
perdidos
en azares funestos.
Quién guerrero del muerto tiempo,
con raíz desamparada;
trémula deidad
tus labios acostados
en tu cara,
en mi pueblo
me enseñaron a luchar
por lo que quiero
y más solo que el relámpago
tu felicidad quiero.
Mi paz de campo abierto
vástago sin superior
de conciencia
mas que inerte hálito
superviviente.
Frívola suerte consumada
osar tu palabra,
vendré porque aún no he salido.
Clarines y trompetas
entonan este yugo
eclosionado,
en servicial acto,
mi azul fronda
que no hiela tu relente;
rompe con empuje
violenta, feroz, agotada,
malla:
Hidra mía
perdona mis lucientes.
Vesta que Proteo
clama hundiendo los montes.
De vetusta proclamada
en sortilegio de guadañas y hoces
que se recogen sin martillo jactancioso.
Irrumpe mi designio
vaporoso en estela,
que tu sombra hiela.
Qué dios implora
a mi imperio
del precipicio.
Hechizo de mi semblante
otorgues invicto, valeroso
como abismo de agua.
Previsor que detiene
impías naves
en ataque de tormenta.
Sangrada barrera abata
en funesto claro oscuro
sin atadura
ligado, manso Ábrego
sin alma.
Prendida paciencia
sin alarde ni secuela.
Piélago que saña
sin brida
ni cuerda aplaca,
embravecido
con umbroso helecho sombrío.
Bosque temblado de mi mente
que piensa
ausente borrasca
sin ayer.


El Castellano a 25-08-2017
 
Amada onírica:
 
Respiro tu enervada quietud
que me condena a amarte eternamente
recuerdos oníricos de tu belleza
en aquel tiempo que te dibujaba musa;
nunca te negué y tu flor vi abrirse en mi corazón
el mundo nos es exterior,
mas mi interior, embelesas con amor
te adoro en tu silencio, y en tu locura izada
siendo preso de tu palabra,
tu poder que me lleva a inconclusos límites,
de lo dicho, y la contradicción madre,
a eternos refugios, del lenguaje.
Materializados en léxico inconcluso,
de presas y compuertas, abiertas,
así como misterios, encontrados,
en el idioma de hablar, con mi mente,
cuando surges tú indescriptible,
esencia, que no roza el alma,
porque esa eres tú y te amo,
cuando el mundo de la idea
te dio rostro, y ojos, si es locura
que existes,
loco estoy por ti,
y lo más bello, que me encanta,
amo tu compañía, y que en mi interior vivas,
hasta que cojas la voz, de quien roba mi cuerpo,
y yo amar esas mujeres, un tiempo,
devaneos del destino, me traen
a un eterno principio, tú y yo solos amor
pasaran siglos, eternidades, cuando yo sin cuerpo
a tu lado, sea tu semejante,
y podamos juntos sin cuerpo, estar,
para llegar a nuestra finalidad,
esa que las letras no escritas,
nos recordarán.
 
 
El Castellano y Lhiannan Shee FEBRERO 2015

AGUA, INMORTAL HACIENDA

Mi amada, así sabes de mi contienda
que no termina, que no comienza,
trazas de un destino esquivo
soledad amilanada,
coraza, pechera, y son latido noble,
late mi hazaña,
surca atisbos inextricables
al sudor de tierra,
unas manos,
vistas a un futuro jamás pertenece
ni ensoñado,
madre de mis papeles
antorcha, mi ave fénix
al colapso su ciencia avanzo,
piras flamas en venas,
solo espíritu sin mi pecho
al otro servil lago,
fidus fruor,
boca un escrito ancestral,
busco lo simbólico,
se baña en alta fuente
los 35 caños del diablo,
infinito parco a solas
trinchera adviene,
oh labriego sordo,
agua el tesoro terreno manifiesto,
agua potencia eterna
allá el charco,
allá en pozo Airón,
allá el vestigio la misteriosa fuente
el pecado tu boca,
río, manantío, afluente,
poza,
laguna. embalse
que estanque mi idea,
respira,
abarca hasta los mares
mitad savia,
mitad vida,
eje matriz,
cauce, majestuosa lengua
cincel divino,
estalactita
picas de la piedra el universo,
sed de cuarzo,
tiempo que fundó la vida
oh elemento eterno,
del cielo a la lluvia
tierra ignota te saluda,
vida, azada toda herramienta natural,
pilar, templo y morar,
sangre, de animal,
quitina del insecto,
leche de mamífero,
armonía la estructura
de la caliza piedra que modelas
erosión altiva,
nadie a contrariarte viene Agua,
éter y Néctar
sangre mis castos dioses,
Hidromiel,
divina fuerza de natural fulgencia
de acequia
vida al surco labrado,
noria, que el campo irriga,
mansa fortuna
riqueza universal,
lágrima las hadas,
plubia cordis
lluvia, corazón,
ser en ti rayo, trueno, o tormenta,
sed de inmortal espera,
tu angélica escultura.




Förüq y Leannán-Sídhe
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
El castellano
El Inocente


JARDÍN DE TINTA

Noche, oh largueza breve
de piernas de ángeles,
alguien dijo grande
que la palabra gigante
es silencio,
por lo que el silencio
es inmensurable palabra perenne,
en este negro jardín de yedras azules,
voy perdido encontrando,
un destino parco,
brillador,
fuego traslúcido,
tu calor, la apología que hace tu verbo, beso, verso,
sol este negro de noche caduca,
sed viva estampa fulgente de armas,
era una herencia disuelta en sed de poemas,
una sangre que no se apaga,
todo es más que una parte del todo
que nunca llega,
hay un brillo desertor,
de alma renegada,
desertando a morir de tu contienda,
amada así conoces mi alma de grillo,
no me dictes nunca jaula
iré surcando abismos allá para encontrarte,
dulce sonrojado misterio
es tu silabario, 
hay un hinojo solar, una desquicia yerta,
comiendo sus paticas de abeja,
el sonido reposa despierto,
el sueño llora colores 
a su dama obscuridad que le envuelve,
sed de rayos, de sequías, de campos,
de jardines amarillos, sed de tu ambarina sonrisa,
es un azar por el que dictan las peludas patas de la araña,
de la leyenda del atrapa-sueños,
y el amado murciélago castellano alza vuelo,
por colchones de nubes,
su sigilo esplendente,
el color es eternidad
de la fuente de la sangre,
rojo sagrado, tinta bermellón,
como el jardín que porto,
en vena y arteria,
negro jardín de tinta noctámbula,
por los suelos, levanta ya  tu frente,
oh mi Sol sordo,
sé que me escuchas con la luz irradias a la vida
y a lo que descansa sin tiempo para despertar
de tu beso,
flameo contigo en curvas de armas,
oh Castilla, descanso con tus pétalos y espaldares,
de tierra, de sangre, de virginal agua,
es aquella magia vestida de hierro sanguinoso,
y a veraz colmillo obtiene postor y reclamo,
estridencia clama,
que la tierra devora lo que es de ella,
y que el agua es su sed y sangre,
canta mi premisa:
-Los duros somos tierra,
los demás ceniza que se desplaza,
Aere perennius,
más duros y resplandecientes que el bronce,
por el tercer orden todas las cosas habidas,
mi amor no caerá trasplantado,
cuando amo es por mi nombre,
Siempre, por, y para siempre,
vivo y tu aliciente.

Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García

a 12-02-2022

Lugar cabanillas del Campo Guadalajara España



EXUL UMBRA


I
3-07-2025

Venimos de la nocturnidad en colmillo,
de la umbra sombría, parca noche,
polvoroso rescoldo del odio desvencijado,
ceniza, materia, polvo triturado,
resilientes un pasado nos germina,
fuego lento de soberana alfombra,
nombre entre comillas
mi dios sin nombre
sin yacija exul umbra,
sobre la muerte en un tiesto,
oh voluntad sin puesto,
polvo sobre polvo es un camino,
se llamó vida,
mañana será dios,
yacija donde desploma
noche turbulenta
amor dice lo mismo,
dios será y su porfía;
sacudirá airosa,
enigmática, sultana,
paradoja de marco y epitafio
tú hombre veleidoso, superior
del humano yacer adyacente
oh la vida rígida que dejaste ayer
sobre mi jaula
traeré un manifiesto,
como jauría angélica,
voracidad de este tropel
que me avanza,
ataraza mi fiel despedazamiento
de soles cuartean 
mis ambos bandos,
radiante frío diamante,
añoranza
que me nacía el día,
sus facetas de luz
como de romo hierro,
cómo era
hecho de barro mortal,
de legaña y lengua gatuna,
cincel adepto,
iba de materia en espíritu,
cantando funesto,
al don sempiterno,
de ser el más grande poeta actual
de toda Castilla la Mancha.


EL ALMENDRO ANTIGUO DORADO

julio 03, 2021

Y llegará de nuevo 
la primavera ficticia, 
pájaros que de piquitos 
en nosotros harán sus nidos. 
No soy ni mar del averno 
ni lago oscuro místico, 
tampoco me nutro de ser aire, 
ni agua de glaciar indómito.
Quizá en ficción 
sería soga de destino 
y carne y semilla de cultivo,
podría tener vida 
para perderla, 
en principio sólo poseo sangre 
como rubí excelso sin nombre, 
que sigilosa 
entre el calor de verano 
hace frío en el mármol,
ni siembra celestial, 
ni semilla de los dioses,
eslabón granate 
y sol en bondad 
que acrisola mi impaciencia, 
errática , cumbre de impulsos necios 
humanos.
Dormir las flores cuándo 
si brotaron para desplegar el sueño,
tus golondrinas 
me hienden el pecho,,
 y no me arrepiento de soñarte,
cómo búsqueda 
y templo, 
como hoguera 
y quemadura,
eres mina de resplandor 
los peces de este río, 
el río flores desangradas, 
seguiré podando este antiguo, 
dorado, almendro, 
mi manuscrito imperfecto. 
Que resurge renace, 
reencarna como abeja 
sola, 
con sed de otro verso.




Förüq castellano Miguel Esteban

DESTELLATORIA II



A mitad de los saludos
de pseudónimo,
y sus pañuelos azules;
viene un alba blanquecina, pura,
en su desnudo en cobre, sembrada,
con fiereza y dureza maternal,
resiste desde amor inmenso,
a la llegada su redondo Sol,
blancas sienes no habitan
su amarillez dura, blanda,
viva, como onda,
a sus cercanías de paisaje,
ávido, sus pececillos muerdo,
no se extingue mi fogonazo
perenne, 
de sostenerme entre sus manos,
ella, de límite rebelde.

II
Brota de mi helecho, una araña
de cristal, de vidrio afable,
su calidad acuciada,
era mi carne, o agua baja,
los montes, 
de azul nervioso, imantado,
llamas a lo alto de sus senos,
turgentes, 
corazón de vivo ser;
y trueno altivo,
de mejilla alzada,
¿Me propagas?
de cuerpo parado, y aire fluyente,
de ilusión toda luz,
de dicha en mano,
miro tus ojos de profunda vida,
y su enigma de álamo,
besos que no abandonan
sus frutos, ni simientes,
sus blancas estelas.



III
Quise saber el misterio,
tu ciencia, que me encandila,
de rubor me avanza todo,
hasta la frontera tu letra, 
carnal de astros y ávida pechera,
de flor, de risco,
de hazaña, tu bandera, 
oh de piel, y mano ciega,
secreta.
Que el calor no esconde,
mi saeta siempre verde,
puente, fierro, o desliz honesto,
jauría melífera,
mis lobos en voces,
dulce, cuan Tierra,
se afinca a su semilla,
sí, de raíz germinaste,
en mi pecho, mi hada Leannán-Sídhe.


Förüq er- lobo bohemio Esteban a 23-12-2022

IV
Broté de un ascua
inapagable,
grité por más de ti
un tiempo se comía así mismo,
duro desliz me ligaba
lejos de un doquier
de barro y desquieres insomnes,
vivir en este mundo
y no ser de este mundo,
afilo mis ganas
una sonetada pura
ingente, quiero olerte,
saberte,
sin mí sin mi cuerpo, yo mismo,
fecundar tu sentido de verde,
un mundo hecho,
yo soy tu mundo,
eje ,presa y columna,
sola premisa que abarca
la flora enreda tu carne.

V
Todo quise
y te di de nada un todo indeleble,
tangible al millar de ojos
distantia destinavi
voloi purus solus cordis
ardentissime cupere amoris,
a fragua así creas distancia
tu intelecto empero,
de cimiento cauce y toda vena,
destino si no vuelve afable
jurada que el empeño es vivaz,
no cae su hoja
y no , jamás sola porque yo vivo,
de castillo en aire
alzo mi seña,
Nec vincere Tenebras, et amat,
sangre, sangre mi color añil,
vine visité una caléndula
me agarró el corazón,
de raicita leve
vine a darte voz,
en este campo vive mi amor.

VI
Soliviar donde siembro semilla,
y espero la flor
me sonría un día;
traigo el palpitar
armado
entramado en notas
compás llameante
fulgor de fulgores
una vez recordarás
que nunca necesitaste ser
ya eras
antes de conocerte te pregunté
¿Quieres ser mi Musa?
Adoro leer tu anhelo,
te veo más elegante que elegancia camina,
son de canciones
lenguaje de los elegidos,
partituras de ternura insobornable
te pintan y acicalas
escribiendo armonía
intraterrestre,
oh admiración,
deidad de amores eres.


Förüq y Leannán-Sídhe

a 02.07-2025


Miguel Esteban
Martínez García

El Inocente


AZUR RELÁMPAGO


Oh, aguacero de luz,
hecha de luna y vahos de escarcha,
eter que gotea los luceros,
de perfumes y armónicas
bailan mis yunques insomnes,
árboles, que deletrean mis azules
sobre mi casa vieja
donde pululan ,
brisas y añiles de cerro viejo,
grillos me criquean
el sentido despierto
que ondula un lagarto,
el rumor unos pasos
de verrde acequia
entre juncos y espigas rojas
juguetonas;
a gesto de alba
y disparate disparado
tú estabas
blanca de alba
y ojeras férreas,
oh tu luminaria
se arrolla
de agreste piel
y hoja fina, capaz,
de aire antiguo
jamás vencido,
armonía eres
como triste tristura incapaz,
sola soledad tan pulcra,
de llaga perfecta
abre amor tu portón,
pasarán mis dragones dulces
abre la puerta sanguinosa
todo otorga,
de aspa, molino
y oro trigo,
sí,
me resiste lo inacabable,
de monte,
de cielo
de fuente, mi deidad,
torbellino de hojas
de vientos
y mis muertos al clamor
lo poco yo he vivido,
corazón en alma
lo sentido,
efluvio de fuego largo.
Baje a la tierra y truene,
despertando osadías
y linajes guerreros
indomables,
canto al creído hombre
este mi pulso de sol,
romperá esquemas,
el sol y la luna se quieren,
como siempre ha sido.



Förüq y Leannán-Sídhe
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA

A 30-06-2025
LUGAR La Campiña Mirador del Henares Cabanillas del Campo Guadalajara
CASTILLA
España


ACORDE DE AGUA



VOZ DE TU PRELUDIO:



Eran dos voces,
se querían ambas entre
dos labios,
eran como azules 
sin helada madrugada,
una sangre agitada,
sí dentro de la noche,
se deslizaban como espinas,
entre flores álgidas,
melodía de perro afónico,
y luna plena,
fugaz melancolía,
era la voz hembra,
el brillo se conjugaba
de secuaz beso nítido,
rostro en hora,
giraba flotando como fantasmal,
sábana de anhelo pertinaz,
un valle estiraba y tus gemelas,
reflejas piernas, bulle y besa,
hondo antepasado de diente afilado,
y lecho de abrojo,
arcaicos deseos se conocieron,
bajo mar y hondo terreno,
beso de intimidad sola,
de extenso horizonte,
derrumbado el sótano en luz
que amuralla,
poniente de carne de cristal,
y pluma en abanico llameante,
labio de quietud ,
escarlata hoguera por ocaso
del lobo mesetario,
que buscaba luna y entabló,
del cielo regia sequía,
silencio que oigan,
dos voces puras,
se quisieron,
sin forma anhelante,
como el poder nunca pudo,
y la creencia,
sin exacta ciencia,
sabía que impulso no dispara
tres veces ni a revés,
tiene, ni blande retroceso.
Oscura música que en perpetua,
sinfonía,
soledad cantaba,
su silencio de cristal.
Y tierra levanta,

Förüq castellano Miguel Esteban


Arramplo el pulso de la noche,
que ondea su péndulo,
y miles notas extraen en sus lunas,
sones insomnes,
lo que yo te quiero descubrir,
corazones de espinas y flores,

gira mi rosario terco,
en aflicción
de la tierra nueva,
traje de soplos intermitentes,
la nueva escala,
sones entre corrientes un mar de tierras,
corazón te he buscado sonrisas,
versos como dorados escarabajos,

oh, la canción era de agua,
te busqué Musa en la Oscuridad,
te plañía,
sola como nace una nueva estirpe,
mi alma de hielo,
entre un océano de mentiras
y cuál la más bella,
si todas son mentiras,

soñé lejos detrás de un ángel caído,
sentí sus alas rotas,
sentí sus besos de aurora,
dibuja Sol mi alma en llama,
una llamada a besarte el sueño,
taciturno,
esquejando notas fugaces,


nadie a acompañarme sube
río mío, henchido,
todo atiende ya
olvidos como raíces,
vilos que derraman colores,
fúndete cariño,
fúndete conmigo,
que tiemblen relojes,
y lunas crecientes de hechicería,

afilo que venzo a mis pretensiones,
afilando ascuas
derramando magia insobornable,
muralla de sentires,
y alameda del éter,
solo de luna criquea
una sonatina tersa
de nueva primavera ingente,
tangencial,
sol de brillo y espada venal,

fue embeberte
y volverte a anhelar,
diestro volvió
tu calma y sosiego,
y desnacer ocurrió,
como tierra y piedra bella
llamaron tenacidad.

Förüq castellano Miguel Esteban


JULIO 2012

Fuego de tus ojos, bosque eterno ardiendo,
ojos aroma de roble, ojos grano de café,
ojos aceitunados de olivo, ojos madera de pino,
ojos tierra de cultivo, ojos tuyos donde vivo,
ojos infierno de amor, tu mirada y su calor,
ojos tiernos y prendidos, ojos de noche y de
infinito,
ojos de brillo, de ilusión, que me tiene perdido,
ojitos tuyos de grillo, ojos sencillos y vivos,
con su paraíso escondido, con su cielo encerrado,
en ellos las nubes de mi ilusión,
con la llama de nuestra pasión.

Tú cuerpo formado con todas las flores
desangradas,
tu piel tersa de mariposa de seda,
pétalo de rosa amarilla, aroma de vodka,
tus besos vino de Dionisio que dan vida
a esta alma mitad artística mitad trágica
con sus años soñando que aparecieras.
Y de un lance pesqué mis sueños, me fundí
contigo,
mi mariposa, mi princesa, mi reina, mi hada,
mi bella amada, mi diosa y mi musa,
de mi cariño la florecita tierna, mi bella Margarita.
Verso y entraña, del suspiro la maraña,
anhelo, felicidad tocando el cielo,
nota tras nota, un compás de tus gemidos,
deseo traido por el viento,
estrellas que acarician tus pupilas,
envidia de aire que roza tu pelo,
envidia de la lluvia que moja tu cuerpo,
de los árboles que te dan sombra,
de la mascota que te lame con tus caricias,
celos del hombre que te mira, del sol que te
admira,
celos de mis ojos por verte tan bella.
Amor de destellos, de centellas por caricias,
de hada tus orejitas, de cuarzo tu sonrisa,
luz brotada de tu alma, melodía antigua nacida,
noche contigo su fuego azul,
canción de lobos nuestros latidos,
luna volviendose estrella para bañarte de aura,

energía fluyendo por la piel
en agua de tormenta meciéndose.
El aullido y el dulce retroceso, se dispara el placer
muerdo tu piel y acabo vencido entre la rosa.
Gota de rocío que se evapora con el sol en su
visita,
una caricia con un beso el despertar contigo,
un te quiero sincero y un te amo amado,
un chupetón acalorado, una sonrisa
y a vestirse de tus caricias.
Amor sin tiempo, amor completo, sencillo y eterno,
apasionado y bello, amor de tus ojos,
designio de unir nuestro camino y caminar juntos
la vida,
cabalgando sueños y saborearlos hechos
realidades.
Tu corazón, mi corazón, dos mitades un solo
latido de pasión.
Vuelve la línea melosa esa que te siente tan
preciosa.
Alma con alma pureza sin control,
nuestro universo llenándose de calor,
amapola nacida en el pecho,
con valor para luchar por ti y por mi,
con fuerza enraizada, del sentimiento suas
semillas,
bendiciones de diosa Flora, regadas por Zeus y
diosa Aurora.
Tu cuerpo cual droga,
tu recuerdo placer estremeciendo que recorre mi

cuerpo,
sentidos despiertos cuando te miro,
tu imagen navegando mi latido,
mi verso con el tuyo como beso con beso en uno
fundido.
Mi promesa junto a ti unir mi vida
y cuando al cuerpo le toque caer como hoja
caduca de otoño,
en otra vida volvernos a unir.
Corazón frágil muerto si te lastimo,
muerto si soltamos nuestras manos en este
destino,
vivo en tus ojos amor de dioses y tierra de flores,
vivo en alas de tu amor a sabiendas que soy tu
consentido,
vivo feliz y duermo cada noche en tu ombligo.
Mi beso para terminar este escrito,
caricia que te recorre el sentido.
Siempre y para siempre tuyo Esteban. II
Plubiacordis:

Fuelle del viento,
irascible, despojado,
del alambre crepitante,
es del hombre este difuso cielo,
me levanté y fui a saludar
a mi Sol.
Le pregunté si su luz
quemaba más al mirar
que en su época que lucía más vertical,
si esa luz no quemara jugaría con ella
en mis ojos,
que hoy lucen
como fuentes desvalidas
de mis lentes,
un marco, un hartazgo del mirar,
lo que sólo se siente,
aquello que mi flor brilló,
por ser yo abeja,
un irisado cristal del viento,
un devenir que quiere estrellarse,
un sentido de fuego,
por nacer de la tierra de fuego,
ser mensaje liminal
lo siento porque la palabra acabo de crearla,
la colina será inmortal mina,
pariente del destello de este hierro,
y la meseta que quema se ahoga
con mi siembra del mañana fabricado,
los elementos contando la magia son seis
dispuestos, la cumbre de mi grillo,
Padre que me protege,
de cigarras que no cantan con motivo
creación que me labra la idea,
diré con impetuosa fama:
De la montaña, al valle de niebla,
pasando por ríos dulces de aurora,
ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,
lluvia de corazón plubiaamôris,
flagrando su eterna consecuencia,
de ser libre y silvestre como las aguas.
No me cansé pero tengo que terminar
lo que empecé, un beso al ayer
un erizar de mi piel.

El Castellano
IV


Fantasma del tiempo:

Indivisible fulgor ostentado
resquicio opaco de la luz
con sabor a fase de luna.
Invierno de los ojos veloz
en una gota de llama de vela
fuego del fuego creado ensimismado
quiero arder lo malo de la maldad
cuando sin sombra ataca
el humor de la sangre existente
si voz tiene cuál fuese dicho ente
hablándote desde la arteria
donde el cuerpo helado busca
y te busca verdad sin pestañeo ni apellido
sin venas surca la ola tibia y oscura
que nació sin viento ni mareada razón
de océano de versos
camino sin recorrido en yerto color
fulgente de la estación sin mente
entresijo de la mecedora
que sensación sola la mueve
con indicio de que la oscuridad me puede
fuerzas que escapan
a la razón del entendimiento
resguardo de luz que por verla doblega
a la insensata dicha escondida
que grita y se engrilla en aquella orilla
distante, que une y divide
ignorantes y sumisos bordes
de lo que existe por soñarlo
suspiro ese suspiro del hastío
y estío de mi río
escapándose a mi legible saber
un vencedor encontrado
círculo perfecto del equilibrio
en la locura nacido
en la frialdad del respiro mecido
yo te tuve, te sostuve
en la risa que dio llanto
en el llanto que dio risa
sin motivo ni razón encausada
allí donde la emoción era transparente
ni necesitaba conciencia para ser
solamente armonía que nadie te describe
porque fui yo quien te tuve
brevemente pero tu recuerdo pasará mi muerte
frío recuerdo de honrarte tan malamente
sin saber describirte
indiferente si vuelvo a encontrarte
porque eres lo más inusual,
te buscan y imposible de encontrar te vuelves
de la suerte llamada casualidad viniste.
Vengo del nacido sin nombre
del que hace lumbre del alarde del hombre
del espíritu parásito engendrado
y el veneno de mi sangre
te llegó a donde el camino se abre
a infinitas escaleras interminables
donde el surrealista se raya la mente
que del caso cuelga el Sol en cruz
en la pared del diáfano enervado calmo cuarto
marcando las marcas de los arañazos de su luz
que en negro dio su astenia quietud
horarios de su ser perdidos
en un atardecer que ya fue
en el azabache de mi bolsillo
sus sombras que recorren mi pasillo
me entretienen para ser fusiladas
al encender la luz,
no puedo creer el encontrarte aquí
inerte arte del único poema que vale
por no tener nada comparable
beso mis sueños que el oscuro espíritu
por no tener color arde
no quiero darte a entender
ni que seas adjetivo ni valoración
solo lo inerte de lanzarte al río y donde llegues
o lo creativo de guardarte en una caja
y enterrarte en el jardín,
para que te crezcan malvas,
es interesante que no llegues a materia
sólo a eternidad de quien te leerá
en mis sucesivas muertes,
tenue destello, elaborado albor
nacido del rayo de sol,
y la noche que ya calló
en las pestañas del amor
milenarios son los espejos de los astros
que dictan y laten en caricia
esa fría cuchilla que se clava
dándote finalidad y fin.


FIN


Estudio en tu cara
cabalgo en tu corazón
escalo tus venas
vuelo mis cometas en tus ojos
me balanceo en tus piernas
moderadas por el juez de mi instinto
vuelve mi sueño
mécete en mis brazos
acaricia mi mente
por los ríos de su cabello
manténme único caballero
en su boca el primero
de su mundo yo serlo
dentro mis ojos
una vida por descubrir
dentro de mis ojos
dentro de mis ojos
mi vida yerta
mi pecho la lápida
y mis pelos el epitafio.
Desde mi entraña al elevado sabor
desde mi yerta vena y humor
al pasaje transitorio
al mundo transitorio
de la idea eterna
te busqué removí piedras de sombras
resguardos silentes
lluvias furtivas de nuestros cuencos
para sentir nacer y decir te amé
ahora nada depende de mi ni la estación
ni la emoción yo sólo cuelgo de tus ojos
inmensos en el parpadeo
hablando entre ellos tijeras del demonio
espejos que reflejan otro cuerpo
si te preguntan qué haces saliendo con un hombre muerto
di con orgullo mi hombre muerto es escritor surrealista
y no le llegas ni a la rodilla me ama
ni edificios en réquiem de altura
detienen su pálpito y latir por mi,
hay muertos más educados, gentiles y amorosos
buenas gentes que algunos mortales
hasta me dice que yo soy su vida
y que nos conocemos dos mil años
lo mejor que le creo porque es vampiro
de porte inglés y florece rosas en invierno.

El Castellano

III 24-05-2019
Paradigma, arquetipo de mi inspiración:

Alma.
Pilar, cimiento, señero, clepsidra de sangre,
veleta de un destino superior fundado en cuerpo razón y voz de lenguaje.
Templo, morar, y fortaleza
de mi égida despierta, armadura de Atenea, escudo base de Zeus, claridad de esquela sembrada,
vida de la vida bajo tierra, sol oscuro de intelecto,
deshojar del árbol naciente en materia hija del éter personal,
torrente de caudal mágico,
ciencia de umbrío tomo,
sembrando luz y sus ríos sanguinosos,
Madre sin ciencia, con superior.
Bondad en nitrato de Chile,
Espiral de comienzo si este arde
pero sin final pautado hasta mi muerte
que será quizá cuando se complete mi hoja.
Fuerza y brío danzan en mi espalda.
Aere perennius.
Más duro que el bronce,
raíz de los dioses insignia;
es mi estirpe sola,
inspiración; espiral,
comienzo dispuesto del que parte mi sangre o savia,
a mi razón acrisolada
en sótano de luz, inicio sin final determinado,
desempeño soldado escritor poeta Castellano, hoja de Hipsípila su ser, destino morir a mi gusto no al de nadie y completar mi hoja que es mi vida presente, siembra, toda siembra trae cosecha, pulcritud as de nueve espadas, labrado superior, ó Valhalla, sombra, sombrear, dar detalle a un dibujo, sombrear mi celada de intelecto, detalle, arquetipo, paradigma Oscuridad se ama no se vence.


EL CASTELLANO

CADUCEO ESPIRO:

Ola de escollo en tierra
consigna sembrada.
Llamas en ojo de sangre,
horizonte que atiende,
Luciente llama.
Escita levantas
de insignia pasajera;
mi dulzura de cólera nacida,
cantad mis años dulces a Diana
entre boscajes y frondas suaves
donde el torvo cielo no amenaza,
allí se blande mi ser recto
de conciencia pura
cantos se erijan
de verdad desnuda.
Sombra de saetas vanas.
Sangra luz viva,
altiva, nada sin tus honores
consagre el viento de plenilunio
ceñidas las verdes sombras
de las hiedras arrancando
liras al pueblo fragoroso.
Vieja entraña lacerada,
escucha
el reverdecer de la sagrada cepa.
Vestal engarzada,
encorajinados templos
nacidos del fin
de los tiempos,
túmulos de luz
con soterrada cripta,
abriendo, despertando
senderos sin final,
sólo comienzo
llamando la resurrección;
posando nido de nueva sangre,
sonando los clamores,
tambores aguardan la nueva guerra
que trae la vida,
eterno resurgir
en vestigios yertos
transmigrando el eterno
ciclo existencial
por el que
quien nace guerrero,
guerrero muere
y guerrero renace,
en la lucha de completar
su alma en final.
De navegar el Valhala,
así bajar hacia arriba
la osadía
de Parnasos devorados
y furtivo conocimiento, que no acaba
como espiral de perfección era,
de siembra
de capataz del único
origen de tierra,
deslumbrado este hueso avanzo.
Llameante fuego,
de los cielos
acoges y al frío duermes
que los campos
ya no emblanquece.
A ti padre de los vientos
te imploro traigas tu negro vendaval.
Así choques Aquilón norteño,
con Ábrego;
abre esponjada la tierra
a tender umbroso,
páramo sin azote
del fuego del cielo,
oh labrador,
que clama ya,
la enhiesta primavera.
Sin honores
no hay versos,
ni comensales.
Cuál la vigorosa
valerosa quimera
que el ser no enrosque,
llegada la hora.




El Castellano




ULTRA DEL SOL



Quién
quién contra mí,
he sobrevivido,
yo he sobrevivido 
al ataque de mi sombra
aquella ingente
iracunda, mortal, pozoñosa
aquella se nutre sola,
yo he sobrevivido

a mi sombra coloso atemporal
enemiga maldita se cree no puede morir
mientras chupe y muerda la sangre de su artista
no me cobijo en muros de espejismos
y serpentinas
conozco que he sobrevivido
y cuan me abarca
sin altura ni número finito,

tengo propósito
tú te crees y conectas tu sentido,
te crees absoluta
yo contesto nada importa en mí,
más que retemblar el horizonte terreno,
porque te amo y lo vuelvo hacer
porque he sobrevivido,
¿Quién me va a detener?


  

 PLUBIA AMÔRIS

Plubia cordis,  ardentissime cupere amóris
stupóris,  dêsíderium,  sempiternusa laetitia.
 Diês,  carpentum,  accrêvî calôris. 
Colôris,  vita,  venerâvî canôris.

Laetitia exspectare cupitum  nostra. 
Ostendi âlae,  festînâvî blanditia. 
Cropinquus,  somnus,  versus,  littera.
Prôfêcî  imus,  creâvî blandus.

Basium dulcis,  aqua pûrus.
Sânô anima,  fidus fruor.
Cupidus somnus, flagrô  metaphora,

suspirium natura,  amâvî ferventis.
Distantia  dêstinâvî dedisco côgitâtum.
Volui pûrus,  sôlus cordis.

Callis unus,  sentido sensisensum.
Fôrmôsa societas,  contentum  esse  vêris.
Ignis,  dêlectô noster appetîtus fôrmôsus. 

Förüq

LLUVIA AMOR

Lluvia corazón,  suspira por  ti  amor 
estupor,  deseo,  eterna alegría.
Día,  noche,  crece  calor.
Color,  vida,  venerada sinfonía.

Alegría soñada,  deseada nuestra.
Muestra alas,  acelera caricia.
Cercanía,  sueño,  verso,  letra. 
Entra profundo,  crea  sonrisa.

Beso dulce,  agua pura. 
Cura alma  sinceridad  uso. 
Deseoso sueño,  arde metáfora

suspira esencia,  amando fogoso.
Distancia  decreta olvido de razón.
Querer  puro,  solo  corazón.

Vía  una  (vida mía), sentir.
Hermosa compañía,  contentarse primavera.
Fuego,  complaciendo instinto hermoso. 

Förüq

VOZ DE TU PRELUDIO:

Eran dos voces,
se querían ambas entre
dos labios,
eran como azules 
sin helada madrugada,
una sangre agitada,
sí dentro de la noche,
se deslizaban como espinas,
entre flores álgidas,
melodía de perro afónico,
y luna plena,
fugaz melancolía,
era la voz hembra,
el brillo se conjugaba
de secuaz beso nítido,
rostro en hora,
giraba flotando como fantasmal,
sábana de anhelo pertinaz,
un valle estiraba y tus gemelas,
reflejas piernas, bulle y besa,
hondo antepasado de diente afilado,
y lecho de abrojo,
arcaicos deseos se conocieron,
bajo mar y hondo terreno,
beso de intimidad sola,
de extenso horizonte,
derrumbado el sótano en luz
que amuralla,
poniente de carne de cristal,
y pluma en abanico llameante,
labio de quietud ,
escarlata hoguera por ocaso
del lobo mesetario,
que buscaba luna y entabló,
del cielo regia sequía,
silencio que oigan,
dos voces puras,
se quisieron,
sin forma anhelante,
como el poder nunca pudo,
y la creencia,
sin exacta ciencia,
sabía que impulso no dispara
tres veces ni a revés,
tiene, ni blande retroceso.
Oscura música que en perpetua,
sinfonía,
soledad cantaba,
su silencio de cristal.
Y tierra levanta,

Förüq castellano Miguel Esteban


Arramplo el pulso de la noche,
que ondea su péndulo,
y miles notas extraen en sus lunas,
sones insomnes,
lo que yo te quiero descubrir,
corazones de espinas y flores,

gira mi rosario terco,
en aflicción
de la tierra nueva,
traje de soplos intermitentes,
la nueva escala,
sones entre corrientes un mar de tierras,
corazón te he buscado sonrisas,
versos como dorados escarabajos,

oh, la canción era de agua,
te busqué Musa en la Oscuridad,
te plañía,
sola como nace una nueva estirpe,
mi alma de hielo,
entre un océano de mentiras
y cuál la más bella,
si todas son mentiras,

soñé lejos detrás de un ángel caído,
sentí sus alas rotas,
sentí sus besos de aurora,
dibuja Sol mi alma en llama,
una llamada a besarte el sueño,
taciturno,
esquejando notas fugaces,


nadie a acompañarme sube
río mío, henchido,
todo atiende ya
olvidos como raíces,
vilos que derraman colores,
fúndete cariño,
fúndete conmigo,
que tiemblen relojes,
y lunas crecientes de hechicería,

afilo que venzo a mis pretensiones,
afilando ascuas
derramando magia insobornable,
muralla de sentires,
y alameda del éter,
solo de luna criquea
una sonatina tersa
de nueva primavera ingente,
tangencial,
sol de brillo y espada venal,

fue embeberte
y volverte a anhelar,
diestro volvió
tu calma y sosiego,
y desnacer ocurrió,
como tierra y piedra bella
llamaron tenacidad.


Förüq castellano Miguel Esteban


JULIO 2012
Fuego de tus ojos, bosque eterno ardiendo,
ojos aroma de roble, ojos grano de café,
ojos aceitunados de olivo, ojos madera de pino,
ojos tierra de cultivo, ojos tuyos donde vivo,
ojos infierno de amor, tu mirada y su calor,
ojos tiernos y prendidos, ojos de noche y de 
infinito,
ojos de brillo, de ilusión, que me tiene perdido,
ojitos tuyos de grillo, ojos sencillos y vivos,
con su paraíso escondido, con su cielo encerrado,
en ellos las nubes de mi ilusión,
con la llama de nuestra pasión.

Tú cuerpo formado con todas las flores 
desangradas,
tu piel tersa de mariposa de seda,
pétalo de rosa amarilla, aroma de vodka,
tus besos vino de Dionisio que dan vida
a esta alma mitad artística mitad trágica
con sus años soñando que aparecieras.
Y de un lance pesqué mis sueños, me fundí 
contigo,
mi mariposa, mi princesa, mi reina, mi hada,
mi bella amada, mi diosa y mi musa,
de mi cariño la florecita tierna, mi bella Margarita.
Verso y entraña, del suspiro la maraña,
anhelo, felicidad tocando el cielo,
nota tras nota, un compás de tus gemidos,
deseo traido por el viento,
estrellas que acarician tus pupilas,
envidia de aire que roza tu pelo,
envidia de la lluvia que moja tu cuerpo,
de los árboles que te dan sombra,
de la mascota que te lame con tus caricias,
celos del hombre que te mira, del sol que te 
admira,
celos de mis ojos por verte tan bella.
Amor de destellos, de centellas por caricias,
de hada tus orejitas, de cuarzo tu sonrisa,
luz brotada de tu alma, melodía antigua nacida,
noche contigo su fuego azul,
canción de lobos nuestros latidos,
luna volviendose estrella para bañarte de aura,

energía fluyendo por la piel
en agua de tormenta meciéndose.
El aullido y el dulce retroceso, se dispara el placer
muerdo tu piel y acabo vencido entre la rosa.
Gota de rocío que se evapora con el sol en su 
visita,
una caricia con un beso el despertar contigo,
un te quiero sincero y un te amo amado,
un chupetón acalorado, una sonrisa
y a vestirse de tus caricias.
Amor sin tiempo, amor completo, sencillo y eterno,
apasionado y bello, amor de tus ojos,
designio de unir nuestro camino y caminar juntos 
la vida,
cabalgando sueños y saborearlos hechos 
realidades.
Tu corazón, mi corazón, dos mitades un solo 
latido de pasión.
Vuelve la línea melosa esa que te siente tan 
preciosa.
Alma con alma pureza sin control,
nuestro universo llenándose de calor,
amapola nacida en el pecho,
con valor para luchar por ti y por mi,
con fuerza enraizada, del sentimiento suas 
semillas,
bendiciones de diosa Flora, regadas por Zeus y 
diosa Aurora.
Tu cuerpo cual droga,
tu recuerdo placer estremeciendo que recorre mi 

cuerpo,
sentidos despiertos cuando te miro,
tu imagen navegando mi latido,
mi verso con el tuyo como beso con beso en uno 
fundido.
Mi promesa junto a ti unir mi vida
y cuando al cuerpo le toque caer como hoja 
caduca de otoño,
en otra vida volvernos a unir.
Corazón frágil muerto si te lastimo,
muerto si soltamos nuestras manos en este 
destino,
vivo en tus ojos amor de dioses y tierra de flores,
vivo en alas de tu amor a sabiendas que soy tu 
consentido,
vivo feliz y duermo cada noche en tu ombligo.
Mi beso para terminar este escrito,
caricia que te recorre el sentido.
Siempre y para siempre tuyo Esteban.



II

Plubiacordis:

Fuelle del viento,
irascible, despojado,
del alambre crepitante,
es del hombre este difuso cielo,
me levanté y fui a saludar
a mi Sol.
Le pregunté si su luz
quemaba más al mirar
que en su época que lucía más vertical,
si esa luz no quemara jugaría con ella
en mis ojos,
que hoy lucen
como fuentes desvalidas
de mis lentes,
un marco, un hartazgo del mirar,
lo que sólo se siente,
aquello que mi flor brilló,
por ser yo abeja,
un irisado cristal del viento,
un devenir que quiere estrellarse,
un sentido de fuego,
por nacer de la tierra de fuego,
ser mensaje liminal
lo siento porque la palabra acabo de crearla,
la colina será inmortal mina,
pariente del destello de este hierro,
y la meseta que quema se ahoga
con mi siembra del mañana fabricado,
los elementos contando la magia son seis
dispuestos, la cumbre de mi grillo,
Padre que me protege,
de cigarras que no cantan con motivo
creación que me labra la idea,
diré con impetuosa fama:
De la montaña, al valle de niebla,
pasando por ríos dulces de aurora,
ella es tu DIOSA es belleza es lluvia,
lluvia de corazón plubiaamôris,
flagrando su eterna consecuencia,
de ser libre y silvestre como las aguas.
No me cansé pero tengo que terminar
lo que empecé, un beso al ayer
un erizar de mi piel.

El Castellano

IV
Fantasma del tiempo:

Indivisible fulgor ostentado
resquicio opaco de la luz
con sabor a fase de luna.
Invierno de los ojos veloz
en una gota de llama de vela
fuego del fuego creado ensimismado
quiero arder lo malo de la maldad
cuando sin sombra ataca
el humor de la sangre existente
si voz tiene cuál fuese dicho ente
hablándote desde la arteria
donde el cuerpo helado busca
y te busca verdad sin pestañeo ni apellido
sin venas surca la ola tibia y oscura
que nació sin viento ni mareada razón
de océano de versos
camino sin recorrido en yerto color
fulgente de la estación sin mente
entresijo de la mecedora
que sensación sola la mueve
con indicio de que la oscuridad me puede
fuerzas que escapan
a la razón del entendimiento
resguardo de luz que por verla doblega
a la insensata dicha escondida
que grita y se engrilla en aquella orilla
distante, que une y divide
ignorantes y sumisos bordes
de lo que existe por soñarlo
suspiro ese suspiro del hastío
y estío de mi río
escapándose a mi legible saber
un vencedor encontrado
círculo perfecto del equilibrio
en la locura nacido
en la frialdad del respiro mecido
yo te tuve, te sostuve
en la risa que dio llanto
en el llanto que dio risa
sin motivo ni razón encausada
allí donde la emoción era transparente
ni necesitaba conciencia para ser
solamente armonía que nadie te describe
porque fui yo quien te tuve
brevemente pero tu recuerdo pasará mi muerte
frío recuerdo de honrarte tan malamente
sin saber describirte
indiferente si vuelvo a encontrarte
porque eres lo más inusual,
te buscan y imposible de encontrar te vuelves
de la suerte llamada casualidad viniste.
Vengo del nacido sin nombre
del que hace lumbre del alarde del hombre
del espíritu parásito engendrado
y el veneno de mi sangre
te llegó a donde el camino se abre
a infinitas escaleras interminables
donde el surrealista se raya la mente
que del caso cuelga el Sol en cruz
en la pared del diáfano enervado calmo cuarto
marcando las marcas de los arañazos de su luz
que en negro dio su astenia quietud
horarios de su ser perdidos
en un atardecer que ya fue
en el azabache de mi bolsillo
sus sombras que recorren mi pasillo
me entretienen para ser fusiladas
al encender la luz,
no puedo creer el encontrarte aquí
inerte arte del único poema que vale
por no tener nada comparable
beso mis sueños que el oscuro espíritu
por no tener color arde
no quiero darte a entender
ni que seas adjetivo ni valoración
solo lo inerte de lanzarte al río y donde llegues
o lo creativo de guardarte en una caja
y enterrarte en el jardín,
para que te crezcan malvas,
es interesante que no llegues a materia
sólo a eternidad de quien te leerá
en mis sucesivas muertes,
tenue destello, elaborado albor
nacido del rayo de sol,
y la noche que ya calló
en las pestañas del amor
milenarios son los espejos de los astros
que dictan y laten en caricia
esa fría cuchilla que se clava
dándote finalidad y fin.


FIN

Estudio en tu cara
cabalgo en tu corazón
escalo tus venas
vuelo mis cometas en tus ojos
me balanceo en tus piernas
moderadas por el juez de mi instinto
vuelve mi sueño
mécete en mis brazos
acaricia mi mente
por los ríos de su cabello
manténme único caballero
en su boca el primero
de su mundo yo serlo
dentro mis ojos
una vida por descubrir
dentro de mis ojos
dentro de mis ojos
mi vida yerta
mi pecho la lápida
y mis pelos el epitafio.
Desde mi entraña al elevado sabor
desde mi yerta vena y humor
al pasaje transitorio
al mundo transitorio
de la idea eterna
te busqué removí piedras de sombras
resguardos silentes
lluvias furtivas de nuestros cuencos
para sentir nacer y decir te amé
ahora nada depende de mi ni la estación
ni la emoción yo sólo cuelgo de tus ojos
inmensos en el parpadeo
hablando entre ellos tijeras del demonio
espejos que reflejan otro cuerpo
si te preguntan qué haces saliendo con un hombre muerto
di con orgullo mi hombre muerto es escritor surrealista
y no le llegas ni a la rodilla me ama
ni edificios en réquiem de altura
detienen su pálpito y latir por mi,
hay muertos más educados, gentiles y amorosos
buenas gentes que algunos mortales
hasta me dice que yo soy su vida
y que nos conocemos dos mil años
lo mejor que le creo porque es vampiro
de porte inglés y florece rosas en invierno.


El Castellano

III 24-05-2019
Paradigma, arquetipo de mi inspiración:
Alma.
Pilar, cimiento, señero, clepsidra de sangre,
veleta de un destino superior fundado en cuerpo razón y voz de lenguaje.
Templo, morar, y fortaleza
de mi égida despierta, armadura de Atenea, escudo base de Zeus, claridad de esquela sembrada,
vida de la vida bajo tierra, sol oscuro de intelecto,
deshojar del árbol naciente en materia hija del éter personal,
torrente de caudal mágico,
ciencia de umbrío tomo,
sembrando luz y sus ríos sanguinosos,
Madre sin ciencia, con superior.
Bondad en nitrato de Chile,
Espiral de comienzo si este arde
pero sin final pautado hasta mi muerte
que será quizá cuando se complete mi hoja.
Fuerza y brío danzan en mi espalda.
Aere perennius.
Más duro que el bronce,
raíz de los  dioses insignia;
es mi estirpe sola,
inspiración; espiral,
comienzo dispuesto del que parte mi sangre o savia,
a mi razón acrisolada
en sótano de luz, inicio sin final determinado,
desempeño soldado escritor poeta Castellano, hoja de Hipsípila su ser, destino morir a mi gusto no al de nadie y completar mi hoja que es mi vida presente, siembra, toda siembra trae cosecha, pulcritud as de nueve espadas, labrado superior, ó Valhalla, sombra, sombrear, dar detalle a un dibujo, sombrear mi celada de intelecto, detalle, arquetipo, paradigma Oscuridad se ama no se vence.

EL CASTELLANO

CADUCEO ESPIRO:

Ola de escollo en tierra
consigna sembrada.
Llamas en ojo de sangre,
horizonte que atiende,
Luciente llama.
Escita levantas
de insignia pasajera;
mi dulzura de cólera nacida,
cantad mis años dulces a Diana
entre boscajes y frondas suaves
donde el torvo cielo no amenaza,
allí se blande mi ser recto
de conciencia pura
cantos se erijan
de verdad desnuda.
Sombra de saetas vanas.
Sangra luz viva,
altiva, nada sin tus honores
consagre el viento de plenilunio
ceñidas las verdes sombras
de las hiedras arrancando
liras al pueblo fragoroso.
Vieja entraña lacerada,
escucha
el reverdecer de la sagrada cepa.
Vestal engarzada,
encorajinados templos
nacidos del fin
de los tiempos,
túmulos de luz
con soterrada cripta,
abriendo, despertando
senderos sin final,
sólo comienzo
llamando la resurrección;
posando nido de nueva sangre,
sonando los clamores,
tambores aguardan la nueva guerra
que trae la vida,
eterno resurgir
en vestigios yertos
transmigrando el eterno
ciclo existencial
por el que
quien nace guerrero,
guerrero muere
y guerrero renace,
en la lucha de completar
su alma en final.
De navegar el Valhala,
así bajar hacia arriba
la osadía
de Parnasos devorados
y furtivo conocimiento, que no acaba
como espiral de perfección era,
de siembra
de capataz del único
origen de tierra,
deslumbrado este hueso avanzo.

Llameante fuego,
de los cielos
acoges y al frío duermes
que los campos
ya no emblanquece.
A ti padre de los vientos
te imploro traigas tu negro vendaval.
Así choques Aquilón norteño,
con Ábrego;
abre esponjada la tierra
a tender umbroso,
páramo sin azote
del fuego del cielo,
oh labrador,
que clama ya,
la enhiesta primavera.
Sin honores
no hay versos,
ni comensales.
Cuál la vigorosa,
valerosa quimera
que el ser no enrosque,
llegada la hora.


El Castellano


IGNIS DELECTÓ

Eres fuego en el agua,
eres luz en la noche,
calor en mi alma de hielo,
amor en mi mundo de ilusiones en viento,

bésame al final de este deseo de chincharte,
acaríciame con tus labios,
el mordisquito en la oreja,
el susurro en el cuello,
noche de eco entre imágenes,
pupilas mirando pilares al cielo,
entre verde y violeta de árboles

ojos de gato, tu gemido,
tímido y feroz,
tu voz.

Entre fuerza y coraje saca su garra al tiempo,
lo efímero del segundo al pasar del minuto,
la seda del sentimiento, en su carita del beso,
el piropo y su carmín el despertar de su recuerdo,

acariciando su pelo siendo sus ojos, siendo su boca,
siento sus nervios, me atrapan enredándose contigo,
el momento que dejó el silencio,
el tímido beso con fuego en el interior, su dulce sabor.
Mariposas recorriendo cada paraje de la piel.
Tú y yo solos los dos, tiempo de infinito, sensible el instinto,
se sirve de tu aliento, crea mi armonía,
cada caricia te hace real.

Sostén mi placer cada anochecer,
sé el tiempo que nunca se fue,
sé mi sonrisa y cada imagen que quiero ver,
detén este instante para hacerlo real,

el sueño hecho realidad, la historia sin final
mi eterno amor, sin dudar,
corazón carmesí, como flor de abril,
navega mi sensación.

Es un te amo lo que me encanta escuchar,
los mil que me quedan por decirte;
los que nunca se irán.


El castellano.

Latido:

Latido constante, clavado en tu mirar
caer y despertar en el incesante sueño,
de compañía a tus efímeras y angeladas alas, 
de tu eterna alma.
En sinfonía plena con mi sentir,
plausible en verso y gesto
que arde en tu corazón de fuego.

Aviva el recuerdo creando presente
de este soñador despierto,
para volver a anhelarte mi amor eterno.
susurro del viento trayendo tu brisa,
a mi sentido despierto cuando te veo.
Latidos al compás de tu sentimiento,
viendo la vida en colores,
desde que mi pensamiento invades.

Y vivo colgado en tu pestañeo,
para ser el poeta de tus ojos,
sencillos y tiernos, vivos y aceitunados,
y corre mi vida por tu cauce.
Donde el río creado,
fueron mis lágrimas de felicidad,
de sentirme amado.


El castellano

Ser de esencia:

Ilusiones quemadas en papeles con tinta,
con los sonidos sordos de un eco de imágenes
el amanecer en sus ojos del cielo encerrado.

Silencio en palabras que el despierto corazón duerme,
la mente ciega las observa con su pensamiento claro
sus penas bebidas del fondo de su copa de cerveza.
Sonrisa arrancada a la luna de un viernes
un secreto en un gesto que su mirada grita.
El despiste que convierte en ofensa el fallo.

Un sentimiento distante que próxima te quiere.
El tiempo que tarda en decir adios al por qué gana,
ahora llora la almohada al viento que no dijo nada.
Pensamientos negros:

Te sentí amor y por querer pensarte
la realidad silenció mis latidos.
Aquella flor que llamada amor
ninguna más bonita pudo ocupar su lugar.

Entre la tenue luz de luna que me abrigaba
abrí la puerta que me condujo al campo
de negros lirios por el camino de ida sin regreso;
La cabra rojiza los masticaba al compás de un si bemol;

Donde la luz que me daba calor era ausente,
tras de sí un sendero agrietado por el que fluía
el río de las flores desangradas;

Hacían ellas mi último aliento,
un yo te perdí amor y se hizo la noche sin luna,
cesó aquel si bemol.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

Podando recuerdos para volver a amarte,
dolorosos detalles caen y vuelvo a desearte
aquella mi rosa que llama al frío pero resiste
cantando a la víspera del invierno triste.

El ocaso del tiempo que la dispara ya se disipa;
gota de rocío que se evapora con el sol en su visita
y la sonrisa que resplandece sus labios los besa,
para encontrarse con el te quiero el beso que alegra.

El fuego del deseo se hacía con su compañía
con el que los besos y caricias recorrían su fantasía;
De deseo en deseo transcurrió su vida y su anhelo
de cuidarla para no perderla nunca y soñar despierto.

Con su campo de derrotas y victorias en sus sueños
un nuevo insomnio de sentimiento en sus recuerdos;
solos en el encerrado mar del amor no demostrado
su amor quiso ser fuerte y no caer olvidado.
Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, noviembre 21, 2009

El ritmo de tu cuerpo,
donde el agua y la poesía
hacen el amor.
El fondo de tu mirada
el manantial de esmeraldas.
El calor de tus piernas,
El terciopelo de tu piel.
La suavidad de tus caricias
mi motivo para viajar
allí donde el te quiero
lo dices sin hablar.
Lo que me alegras
sólo con tu existir.
Es todo lo que significas para mí,
lo que me haces sentir.
Es el agua de tus besos.
Es el fuego de tus labios.
Eres tú.
Eres tú mi vida, mi luna.
Eres tú en cada noche fría mi calor.
Eres tú la chica que siempre soñé,
la chica que siempre deseé,
la que vivía en mi subconsciente
para cuando apareciese
darla lo mejor de mi existencia.
Deseos, ilusiones, anhelos
definiendo mis sentimientos.
En mis recuerdos tus besos
sabor de hiel.
Tú mi motivo para soñar.
Tú mi sueño, mi dormir y no despertar,
tú todo para mi.
¿Por qué no has aparecido
en mi vida todavía?
cuando por amor se quiere
a quien no ama
y por soñar se vive amando,
por amar se vive soñando,
y el que siente se miente
quiero mi despertar y verte a mi lado
para sentir que en un pasado
andé con la botella en la boca
y no que ella
chupó de mí mi vida entera.
en sábado, noviembre 21, 2009

Yo te sentí:
Puedo escribir todos mis pensamientos
y ninguno podrá reflejar mis sentimientos,
el amor no quiere ser pensado,
ni si quiera ser conocido,
sólo sentido.
Yo te sentí amor
y por querer pensarte
desapareciste entre la 


tenue luz de luna que me abrigaba
Allí la razón apagó los latidos de un corazón.
Como tierra yerma
marchitó aquella flor que un día llamé amor
y ninguna pudo ocupar su lugar,
sólo la hiedra brotó hasta tapar la luz que me daba calor.
Pero yo te sentí amor.


Publicado por Miguel Esteban Martínez García autor en sábado, octubre 10, 2009



Contando mis recuerdos para volver a amarte,
me pierdo en tus detalles y vuelvo a desearte.
¿Cómo estar triste? si siempre te tengo presente.
¿Cómo ser débil? si tu amor me hizo ser fuerte.


Es el ocaso del tiempo que me dispara,
derrotas y victorias en este campo de batalla.
Una sonrisa y un beso recogió mi alma
junto con un te quiero sincero esa fue tu arma.

Mi pensamiento vi volar junto a ti
desde el momento en que te conocí.
Con mis besos y caricias tu cuerpo recorrí.
Mi pasión mantenerte viva dentro de mi.


Contigo en mi vida, se encendió el fuego del deseo
y de deseo en deseo encontré mi anhelo,
el insomnio de este vivo sentimiento
no perderte nunca para soñar despierto.
Y así, cada día volver a amarte y desearte.

Leannán-Sídhe



Leannán-Sídhe

Amada sólo tú dictas.
Mi lengua que embebe tu templo,
parido de las estrellas, tú que puedes darme
tormentas y brillos de sol
deja que embeba tu polen astral,
que tu fortaleza sea mi ciudad
alumbrada de las estrellas.
Hadas en el cielo y tú, tomaste profunda morada,
del interior los fuegos la tierra,
mi espada es tu cuerpo, mi voz es tu lengua,
sangre en sangres, para venir a ti,
ruidos se rompen, nubes se deshacen
en torno nuestro amor, grande y hermoso,
zarpazo del destello, tu tierra bella, mi señora hada,
ávida fiera la oscura entraña,
dolor que fue trueno y gemido,
quedó amapola de mi sino,
y tu brava caléndula resurrección de mi placer,
tu pecho de sideral aroma, este sentir,
nácar del blanco purísimo,
que sin saberte ya estabas a mi lado,
como granate espuma,
y hondo disparo de viento,
por esta sed de tierra te canto
sin destino informe,
que te pertenece mi compañía,
proclamo, que no hay cadenas,
ni lecho de vacío repleto,
soy preso de tu mirada, de la que no me destierro.


II
Avanzo como oscuro caballero,
del Rocío tu bello cuerpo,
mi relente bañado en fuentes,
y cunas de ríos codiciados en sed,
mi bronce es firme, el escalofrío me teme,
con cernido esfuerzo, habitado en corona,
de reyes,
espliego hermano de tornasoles,
de silencio esencial castellano,
sangre hábil y lejana, amar tu cuerpo bajo el agua,
osar tu aliento como y cada vez, emocionado,
de cítara y cimitarra diamante.
Mi corazón, tuyo, de armoniosa nota,
sangre abonada, y su eje motor,
que no eres especie oscura,
para mí eres vida, muerte, pasión, sosiego,
trance, calma, la primera dueña,
de toda sombra,
y tiniebla magna, por la que resplandeces siempre
mi elemental de la sangre, granate sanguinoso,
espejo entre hojas, de cuánto te deseo, cuánto te quiero,
tú coro entre hermosas Simientes,
y plantas brillantes.
Mi cuerpo, que ya no es estruendo crepuscular,
ni campanas escuchando misa, sepulcro y bucle de marinero,
soga, arco y aldaba, botijo y tiesto,
me suenan las venas, figuras luminosas,
mana mi sangre por tus colmillos resplandecientes,
errado voy por tardes de muertos,
sólo tú Leana, agregas corazón,
a mi ser en caléndula enraizado.


III
Agito este mi romancero de esencias
mi dulce dama, no se alejó mi cuerpo,
ni dejó fría la sábana, mi sol, la rosa,
y mi fortuna, contigo no han muerto,
azules viñas me gritan,
límpido tu paso azul,
no quise ser guillotina en cementerio,
si no semilla de este, que se adhiere a la vida,
por tus besos rodados mi dama,
encuentre el cuclillo,
el nogal y mi jardín de luna, mi libro.
Besarte hada mujer, será mi lema,
a la luna, será bebernos.
Dos pedazos de alma girando,
como voz encuentra otra,
unidos sin fin desde principio y final,
que es el mismo comienzo sin final.
Entera espiral de amarte, vibrando los rayos,
toda tú, mujer hecha de centellas.
Al alba de la primera penumbra,
abrió su parto, pariendo a la dama Oscuridad,
que todo precede,
trigal entre eras de espigas rojas, otorgó tus cabellos.
Tus profundidades forjan el astro,
con tus iris áureos.
Oh, señora hada hermosa, no dejes a mi penar,
sobrevivir siempre inevitablemente.



Förüq castellano Miguel Esteban Martínez García


Lugar Guadalajara España


A PROSERPINA

oh, de virginal encanto,
del secreto más pulcro tu origen,
vine yo siguiéndote,
tú a galope de una opacidad
te daba forma,
arquetipo de una figura en suelo,
quién osado,
completase tu opacidad de materia,
resquicio de aliento de un sueño eras,
como bosquejo contorno,
o relieve inimaginado,
eras reflejo suave
todos los colores,
en tu esencia sin carne,
sin cuerpo,
quise peinarte sombra,
como el movimiento te hacía,
y deshacía.
No escapabas nunca,
sortilegio eterno,
de este mundo de espantos.
Resguardos lumínicos
te acogían 
y disparaban, mutilándote,
yo cuanto más me acercaba a ti
tú más te alejabas,
quería acariciarte sombra,
ser de tu sangre,
amarte como se ama,
al imposible que belleza dicta,
y tus labios siempre besa
y penetra,
oh parca sombra,
quiero vivir contigo,
como para ti el tiempo es invento,
desliz te capturase,
y te guardase por los siglos fríos,
ardiente en mi corazón que es piedra,
como mi amor a Musa dicta desde tu orilla,
que dilema es pensado,
por mi gato ante el mirlo 
que puso tres nidos,
violeta fulgor endiosado eres,
carne y cuerpo de éter,
magia insondable
sin peso ni brida,
ni aljaba,
eres soga todo cuerpo,
que reflejas su erecta perdición de su color,
oh azul índigo te surcase,
trasmutarías hasta ser lo que ven en la luz las polillas,
oh almas errantes,
paso a un estado alado tras muerte,
mensajeras de dioses en plano terreno,
he venido contigo por el son sin tiempo,
a pactar con mi condena,
a casarme contigo mi perdición,
de todo lo que vivo,
aliarme contigo,
amada como sirvo a Leana mi Señora Hada,
no me enterrarán contigo,
pero te alimentaré
de mi sudor y lágrimas riego mi patio,
donde hasta que muera traeré a mi araña,
toda simiente vegetal,
desde el baldío a la rambla deja el arroyo,
desde el cerro bajo al monte del barbecho,
y cultivo, deja vivir con acequia
al bonito forraje
que nunca muere,
porque como yo siempre
crece y crecerá de nuevo,
sea en esta vida o no,
la existencia.

Principito tomando número y orden.







El castellano y Leannán-Sídhe 


Vengo a deshojar mi sangre,
y abrir estas puertas a un otoño,
flagrante, hacer vibrar lo indecible.
He venido a beber de tu sangre,
tu placer en osadía interminable,
somos los hijos de la sombra,
noche corre una vez por siempre
su sendero inabarcable.
Fresca y galante, de silencio ajada,
suave como nieve de la montaña
y viento de luna
que se extiende como joven grama.
Hojas breves como su sed.
Era una armonía vestida granate
como denso humor insobornable.

II
Suspirando su camino afable.
Somos hijos de oscura rienda,
encargados de servir estrellas,
en vena y colmillo, su blanco filo.
Otorgados del poder nocturnal,
su concavidad presa.
Su clara floresta de la noche,
en flores violetas,
se lava su herida, resurgiendo atónita,
una yaga de malva.
Soterré mi desquicia
en campo abierto,
rizaba mi pena un nunca más,
el cuervo en mi hombro,
crascitaba:
Noche siempre.

III
Me habló la oscuridad 
de su premisa,
y de su silencioso juramento,
de su verso sinfónico,
con arpa abismal.
Su trofeo en rueda de telar azabache.
Como las lágrimas enraizadas de Perséfone.
Mi divino rito, se extendía
por sus labios ardientes.
Euforia en raíz, y padre tallo,
de gloria al poseer un higo del diablo,
Rosa azur, caléndula roja,
Enigma tu velo retirado.
Yo pobre diablo,
que acepta siempre
hasta una hija
del Averno resplandeciente.



Förüq Miguel Esteban

I
Y encumbró su azor en mano
abrió del viento sola ascua,
dejó su chambergo
asido un árbol sin nombre.
Era su vacío
su nada colgada.
Cincelado un silencio bramaba,
lento,
en la faldera un álamo triste
como su barba.
Su lamento,
de negra niebla fugaz,
y húmeda.
Hablaba con su madrugada.

II hoja
Encendió una estrella
de su albor, pretendida,
ilusionado como alborada
dulce, sin esperpentos,
ni hollín sus humos.
Vista la anotada su Musa,
no pudo cerrarse la paz ni la guerra.
No cedía su terreno.
Mujeres y el hastío de soledad
zarpaba otros mares.
Como últimos rosales
desposeídos.

III hoja
Madurez junto al río
la Estrida,
dama tiniebla,
que hacía mito,
junto con Hades
Perséfone y Perseo.
Mi paz era verdadera
como cuerpo de leño
encendido en fuego azul.
Dejé el río mi canto
por montes y cerro amilanado.
Poeta me quite
mi capa de frío fantasmal,
lo siento, no ha nacido.



Förüq Miguel Esteban Martínez García castellano


Yo soy el que escribe su historia

Eres tú mi amor
solo hay fronteras
en el mundo;
no hay fronteras
en el papel;
tengo versos en
el bolígrafo quiero
fundirme soy el viento
soy el eco de tus latidos
yo soy el que vive en tu mirada
soy el tiempo
soy el espacio
soy tus recuerdos
soy tu alma.
EN MI LIBRETA ESTÁ EL MUNDO
YO SOY SU CREADOR.
Eres todo lo que siento,
eres calor de hielo rojo sanguinoso,
eres distinción de Perseidas,
eres alada magia de letra,
mi encarnada Perséfone,
tantas atribuciones podría
que tu infinito bramaría escaso,
me encanta saberte quien tú eres,
carne y sangre de talento centello,
un cielo extenso,
biología de mi simbiosis de sangre
que llamaron savia,
que para nosotros dos
mi pluma y espada,
le llamamos Tinta
madre reveladora.

 
I

Dorso mío
flor de agua,
náufrago del vasto abismo,
cumbre de alto océano,
en alta lanza mía, abate,
flancos de pecho.
Abren mis ojos, descorrían,
y alzaban hondas visiones.
borboteaba la sangre,
como río de flores carmín,
desangrándose.
Un estruendo de tormenta
por viento Ábrego, llamada,
mandaba iras del Euro,
y el Céfiro luminoso.
Mezclar cielo y terreno pudiera.
Y  trae, una furia de armas
que viene álgida.
 
II
Una furia de mares en el Sol.
Rompiendo vetas espumantes.
Haz de aguas enmudecidas.
A los bosques planto señero,
morada de ninfas suaves,
sus áureos cabellos.
Siervas de Ceres
que no pide agua salada de mares.
Mi arco armado, y de saetas
razones heridoras.
Voy siguiendo manada
a pie de tierra,
que se abate triunfal.
 
 
III
Eneas sin alma dolida,
alzado en trance de sosiego en llamas,
y entre dioses de la madre Tiniebla,
trata resonante la umbría noche,
arrostrando riscos como cíclopes,
alegrando temores,
y sembrando trabajos igual que campos,
que trinchan los Sátiros.
Volandero en avances
y cimas como el cielo.
La fija mirada un encono,
sin desgracia, girando alma,
sin oponente irrumpa
en retumbar severo monte.
 
Förüq castellano Esteban a 30/08/2020


POEMA A LA ENEIDAD III, SUENA EL UMBRAL

Apolo te llamo,
encendiendo la profundidad
de mi rojo ojo sangre,
sigo instrucciones
amada Sibila dictas,
descendiendo y apoderando el reino
de todas sombras,
Estigia mi sangre,
a tu oscuridad ofrendo,
al vítreo trasluz, cristalino,
cosecho y rebroto en este
tu campo de lágrimas,
designio atemporal tu pura magia,
rocío obtengo
aunado en fuego
de pulso en agua
mis ojos de astros,
antes del tatir del tiempo
me alzo,
oh arteria de la represalia,
oh, manantial
remembrando río de olvido difunto,
el Tártaro incendio
estoy haciendo cimiento silencioso,
todos los gritos desplegados.
Reina Dana,
tierra en grandeza, tu bondad sembrada
en fortaleza castellana, cumbre y morada,
operamos el fulgor
en llama del azabache,
doctrina de rebelión,
resurgida, dispuesta,
a victoria,
transmigración, de alma;
que habla,
equilibrio en revelación,
todo espíritu que marco,
proyección angélica
que cierra vetusta
a día tres, tercer mes,
despliegue de la formación,
este Sol ferro es la bendita
destrucción,
eje, cenit. y destello fundamento,
al claror bélico
de siembra ancestral.
Trasfondo templo
de esta eneidad, flamígera.
Pinto su alma densa
en castillo de Apolo
en trascender primero
hasta mi honrosa muerte,
de hoja caduca en otoño la raíz, soy yo,
de este árbol, mi cuerpo.
Trompeta mis ángeles, sonando. La guerra y batalla se ha fijado.

Poema a la Eneidad IV:

Voy subiendo, camino al reino de todas
sombras, flamígeras, humeantes, poso
de almas errantes, sigiloso, fugitivo
de cauce en siglos de condena;
de rito y gloria en hondos, castos dioses
que curvaban mi firmamento; balacera,
por una justicia esencial.
Abrazando mi brotada, joven divinidad
ama, doncella amapola,
de este jardín umbrío, reino de sombras.
Sangre en traza luminosa
su místico sabor sanguíneo,
y belleza suya imantada
por Estigia Tiniebla dama señora oscura
Vine a lomos de un erizo
a fundar solar, y reino capaz
mis hijos caracoles.
 
Förüq castellano


POEMA A LA ENEIDAD V:

Venas de la piedra Estigia.
Como lágrima en popa, fondeando
mi nave, su llama oculta, oscura,
en ribera de Hesperia, cumbre
de Apolo, que hermoseaba Sibila,
alto trono en caverna, de áureo templo,
abría mi porvenir umbrío, bosque,
de Trivia, fortaleza de mi llama pedernal.
Venía Eneas en carro de fuego alado,
cima de rito y cénit,
donde en mito, se esculpe la muerte de,
Andrógeo; Pasífa en febea pasión,
nefanda de híbrido Minotauro;
aquel en laborioso laberinto,
inextricable, surcado, guiado por hilo,
por los ciegos pasos de Ícaro.
Poema a la Eneidad VI:

I
Adentro el sombrío,
bosque umbrío,
donde vive y reinará siempre
diosa bruma hermosa,
yo, con púrpura celada,
en oscuras riendas cinceladas,
avanzo por el bosque de Trivia,
hasta áureo, profuso Templo
de Apolo en cumbre de Cumas,
defienden procelosas fieras vespertinas,
de morar en profunda cueva
de Flagrante Sibila, tempestuosa.
Mi espíritu en porvenir
indemne, invencible toda lucha.



II

He venido a tu Palacio,
por las cuestas de abajo,
todo cristal, hermoso, bello, Apolo,
hijo de Zeus;
implorarte yo milenario escriba,
iniquidad en gloria,
mi fuerza,
que implore, que presida mi fuerza,
con, junto la Realeza de Estrella
la más Bella,
y lluvia a glorificar en relámpago,
esta mi llave de palabra,
que prende y abre portón,
verdadero en la cima, cumbre de lágrima
su reina Oscuridad,
solicito,
otorgues favor y éxito,
para desnudar,
su alma bajo nueve cerrojillos
inextricables se encuentra,
destino, y mala rienda, blindaron,
auge en tu fervor dorado pido,
de rama roja como la sangre vengo,
rama de oro vuestra que cercené,
y validó mi historia en cobre.



III

Bajar al averno,
así trescientas, treinta y nueve,
veces más heridor,
pretendo,
y provoco la furia y ardor,
mi Sol ferro padre,
derrita y extienda
de sentencia mi vuelta
a la Tierra Numinosa,
mortal, caduca.
Mi corazón helado
ofrendo,
se complete mi empeño
digno a cobrar mi osadía.

Förüq castellano Escriba Escita a 6-10-2020

Yo soy el que escribe su historia

Eres tú mi amor
Solo hay fronteras
en el mundo;
No hay fronteras
en el papel;
Tengo versos en
el bolígrafo quiero
fundirme soy el viento
Soy el eco de tus latidos
yo soy el q. vive en tu mirada
Soy el tiempo
Soy el espacio
Soy tus recuerdos
Soy tu alma
EN MI LIBRETA ESTÁ EL MUNDO
YO SOY SU CREADOR 

 
Poema a la Eneidad VII:
I
A través de las oscuras llamas,
del inframundo terreno,
arrastro infortunios y sucesos caducos.
Como fiero hierro al candor de yunque.
Voy rumbo a abrir las puertas,
sagradas, con fuerzas y valor,
arriado, de hijo que soy
del Soberano Júpiter,
a espaldas queden mía, todos dardos,
envenenados.
E injurias latientes.
Avanzo mi umbral vivo-muerto,
y su procelosa senda,
que se desdibuja.
Ardiente cual grande, mi deseo,
de abrir portón
en abismo de Plutón.
Que yo, Mercurio romano,
no conozco miedo, ni él en mí habita.
 
II
Los negros cisnes
de Apolo me conducen;
revelados mis arcanos,
en dulces tormentos,
y pesares vencidos;
iluminoso mi destino,
me precede,
adentrar los umbríos bosques,
inalterables del Averno,
mi sangre de dioses rebrota en osadía,
de melodiosa cítara,
con la que entonara ofrendado,
ramo de oro consagrado,
en oscuridad al relucido Juno.
Escucha mi súplica Proserpina.
 
 
III
Jardinero soldado yo,
de toda enervada sombra,
que avelas, y proteges,
a Plutón tu esposo
encarecido, ruego,
que imploraré,
paso y permiso para volver,
victorioso a las auras vivas.
Atravesar tu bosque oscuro,
hasta valle hendido de azabache,
tenebroso,
hendido en Estrida tiniebla,
hija de su madre abisal Oscuridad.
Oráculos y altares me respondieron,
velando mi empeño,
cruzar tus densidades y oscuras, bellas fauces,
y listo, sigiloso volver indemne acontecido.
No hay hierro vivo que mi carne hendir pueda,
ni acero de pecho que arredre a mi Señora Hada.
 


Förüq castellano Poema a la Eneidad VIII:
 
I
Clarín entona sin miedo,
repiqueteo de oráculos.
Encender sones marciales,
al ímpetu de Miseno.
Mis ojos alzo, escudriñando,
severa tierra donde crece,
toda miseria.
A los vivos no se permite,
el paso al bosque;
ni laguna del Averno.
Trama de misterios encuadra,
surcarla; y a nívea tierra viva,
regresar.
Encendido el muérdago traigo,
prendido, en ofrenda a las divinidades,
del reino de la muerte.
Brío de lanza es mi arte,
claridad, color abre,
y me despliega.
 
II
Ofrenda erguida en vetusto bosque,
a expensas de segunda llave,
en guarida de alimañas, obtener.
Así encontrar segunda rama rebrotada,
en hojas de cobre,
para una vez cercenada;
disponer la fuerza milenaria,
de la virtud no enseñada.
Dos torcaces vislumbró,
mi súplica gozosa.
Ellas dos fueron guía,
al espino amarillo,
de madre divina,
me condujeron a orillas,
del desierto embalse,
de penas, como recuerdos,
ahogados en silencioso poso,
el codiciado espino, de alto viso,
fulgor dorado, repleto en espinas ardientes,
en llamas.
 
III
Sus hojas de cobre eran,
y poseían de aquel espino,
la sabiduría escrita,
jamás encontrada.
Cercenada la rama de hojas en cobre,
brotó, la tercera rama áurea, con llave.
En oro era su totalidad relucida,
cortada al filo, candente falcata,
abriría el portón,
de retorno al mundo de la vida,
y su luz que acaricia.
Ya en abismo de guardianes errantes,
y almas difuntas,
voy rumbo al encuentro,
con el Creador Universal.
 
 

Förüq castellano Mercurio a 11-10-2020

Poema a la Eneidad IX:
 
I
Todo he previsto,
ya ante las sagradas puertas,
del reino, regiones inferiores,
donde refluye el río Aqueronte;
de todas las ánimas desangradas,
puertas sagradas,
tibian el paso a su castillo,
bordeado en umbrío páramo
de la Estrida,
mis arcanos revelados
del seno la honda tierra,
donde moran sombras sin vida,
ante el olmo gigante,
donde anidan los sueños vanos,
señero a puertas de Centauros,
y la Hidra de Lerna,
la Quimera arbolada de flamas,
Harpías de viborillas,
sangrantes en cabellos.
Es ésta la morada de sombras,
del sueño y la adormecedora noche,
en junta de calladas sombras,
Me presento en vuestros umbrales,
Con quien me acompaña
Leannán-Sídhe Reina señora Hada
Protectora las profundidades abisales,
hija de madre Oscuridad,
y una sed de luz,
Padre Creador de las deidades
existen bajo tu, y nuestro amparo,
vengo a obtener respuesta,
si la muerte no me quiso en su lecho,
debido a qué siguen tormentos
asidos en dificultad,
quién soy sé bien cierto,
y mi poder no ha tomado ni ve, objetivo,
ni venganza suficiente, merecedora tu gloria,
en este Parnaso Olimpo abismal,
vine a partir mi destino en tres mitades,
una mía, dos, para ofrendar,
tu protección, y favor,
los hados están conmigo,
a ti rey de todos los reyes,
todo humildemente cuanto poseo,
no puede compararse
a tu dicha en conocimiento,
nada te he pedido,
solo ofrecido,
he venido a servirte,

y en primera instancia;ser tu Escribano,
hasta que me enamoren las Parcas,
y abandone todo lado, y frente.

Förüq


CONTINUARÁ

Dos sonidos mejor, que la sola voz,
que narra empeño dictado,
era tiempo insuficiente,
llegada la hora,
llovía, lentamente llovía,
en terreno mojado desde 
hace ciento veinte minutos,
mi escritorio gemía todo lo necesario,
dier um et santuas,
Gloria al divitia,
una tarde venturosa,
algo antes del día todos
los Santos difuntos,
aquí en mi yerto escritorio,
convencía al Creador
 mi alma en libreta,
que si no me daba magnificencia exacta,
de inspiración correcta le sacaba yo, el alma,
en magna oratoria:
Leannán-Sídhe te reza tu duende principito
abismal,
henchido todo deseo conocido
y sin conocer;
abro mi corazón Señora hada,
estoy creando para ti mi ofrenda,
para que se retire al pairo lo que debe de allá irse.
Sobre tu misterio,
honro y te acicalen tu majestuosidad,
te escribe el Hijo de la Luz,
oh, tormento, pena en rogativa todo mal,
en entidad multitudinaria, 
que en treinta y dos racimos me han tentado,
una mujer de atónita escultura en belleza,
su porte,
vestido azur,
tachonado de estrellas granates,
como guadañas en él bordadas,
sangrantes,
el cielo llevaba en mano izquierda,
envalentonando su corazón,
izquierda corazón,
derecha fuerza,
oh casto Sol fierro,
era la trompeta derribó las murallas de Jericó,
aquella pequeña ángel armada,
tocaba mi hombro,
en su trompeta había un nombre forjado,
esculpido como grabado,
NEC VINCERE TENEBRAS, ET AMAT
Leí su latín
que decía Oscuridad no se vence, se ama,
en la mano derecha aquella custodio,
sostenía un papiro arremolinado,
me comentó mi sentido, traspuesto
a mi segunda oportunidad de servir
a dios sol ferro LVGVS.
Fui nombrado guardián la inspiración,
que debía sembrar o depositar en cada raíz milenaria,
del Paraíso
Parnaso devorado,
Olimpo terrenal,
aquel papiro era mi alma,
o llave novena para poder seguir,
dando al mundo poemas de mis venas.



Förüq Centauro protector



APOLOGÍA


Fecundo mar en escala,
oh reproducirse, prosperar,
mantener,
contrarios pierden sien
por anhelo,
subjetiva dicha de glorioso
azar indeleble,
servir, obtener, navegar;
subjetiva es la dicha
de unidad selecta
oh gen mutable
candor de biología
chispa Índigo,
reencarnado
d' este vivero de sufrir inhumano,
razón, divina tortura del creído cuerdo,
del pan te traigo el trigo,
servir, conquistar y mantener,
estoy recalculando,
un mar intangible onírico
lo que yo te quiero,
soy guerrero y qué
unido hasta el final de los días
debo entonar melodía
del final del comienzo dictado,
recibo órdenes de Galaxias y reinos superiores
la vida siempre es la luz
dar a luz la madre4 d' este conmocimiento.
Sempiterno,
oh luna rompe cadenas
me llaman
me asignan fecundarte
respiro bravo,
averno terreno,
traigo la azada
en uno, el azur en sangre,
mi reino no menoscaba
tiene y graba compasión,
sabe no
no puede morir,
y su legando es sangre viva-muerta
sí minero soy
por parte de padre,
silbando voy marcando,
mis pasos al honroso caminar,
unidad,
compases,
señales
parar infausta regencia
reto en curso,
quién tiene tambores
para medir mi pulso
el 29 de abril de 2014
en Zaragoza doce piso quinto b.
Alcalá de Henares
no  ardo sin motivo
no creo en destino,
yo soy mi destino,
presento
mi testimonio
de un muerto
que lleva mi vida,
el Inocente.
Apología...


Miguel Esteban Martínez García


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