Ir al contenido principal

Porvenir












 






Una lluvia
revisar las características
de suspiros por ti
del clasicismo enervado
nace del caracol,
caracol que palpita
el deseo,
Quimera de fuego.
lluvia de suspiros
caracol que palpita
el deseo
Quimera de fuego.
Procesión de caricias
en vena,
tañer de la primera siembra
luna por cuántos lustros
pasajera,
ardua camina tu araña
mi piel toda,
destello fundamento,
eje timón y vela
asordina el candelabro,
ascua fiel de Ambrosía
y néctar mi desventura
hiel carraspea un ayer,
todo queda unir
secuencia ingente,
oh mi caracol sonoro,
jamás latirás vacío,
pilar y acequia
es fiel deseo estertor
de humano lienzo,
un son despierto
viene una golondrina
con vuelo marcial,
sobre lo sentido,
hazme feliz
esta línea sedienta reverbera
hoja de cepa
parra alza mi compostura,
quise tanto
hoy camino el cielo
a mi manera,
cambie, cambie su prisma de entender
soy beso, hueso 
punto cardinal 
piropo sanguinoso,
nervio silente que me escala,
juntos, sin nada que perder
por y para siempre
la terra,
la maravilla,
el gusano que soy
y seré
muerta mi araña
es mi juicio quien queda,
y yo daré el final,
a esa mente
a todo escapa.




Miguel Esteban Martínez García
Förüq y señora Hada Leannán-Sídhe , Lhiannan-Shee

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oda al caracol silvestre

  Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara

Pioneer

 

Al Duero

        Duero: Grita mi estupor y cuchillos hieren volteando una boca que la onda mece flameando. Se duerme la costilla en el altiplano enjutado de hayas y fresnos recuerda su geología únicamente saboreada por el soñar de los picos, virginal cuna del Duero con tus curvas en rotonda de castizas fuentes y abrevaderos, dulce azada de agua que bascula el sentir de la enamorada palabra, por cimas tu voz se hace meseta haciendo el amor con los pájaros dormidos, templo y morada de la cepa que a ti te alcanza, agua furtiva corre por tu era y reposa en tu infinita onda, que se riza, que se insinúa en vaporizadas Torres de belleza, que en tu alma anidan, sortilegio de rosa y clavel cenit del dolmen tallado, quién a ti en la vastedad del ser en su pecho te lleva prendido el fuego en fanal hoguera en anchos panales de tus abejas. Cuentan de la vida del chopo tus diez mil espumas, que por sierras tu rúbrica dejas, navegante con alas azules el terreno que jamás te vence, secretos...