Hiendes mi pecho ciprés enhiesto,
fiel de siglos y composturas
de guardián tú eres.
Grajea una urraca en tu rama,
y de mirlos y grajos eres morada
tu sabiduría que corta la noche
a tus insepultas raíces canto,
tu tronco esbelto, robusto, afilado,
antaños fieles recuerdan
que brotaste a velar los muertos.
Violeta fulgor,
de tu relámpago, erigido,
sones de escarcha no te erizan.
Sosiego, de tu inmortal azada,
me baña tu sombra,
mi ciprés que acuchillas este cielo,
inmensidad de espejos y robustas razones.
Filo de tu follaje verde,
vigía señero, cada cementerio,
desde Egipto vienes
a colonizar un mundo donde arraigas
y anclas protección,
múltiples generaciones aguardas
pocos te entenderán como yo
padre de mi espíritu,
que mi corazón celta te habla,
cuchillo mío verde
vida de toda muerte,
arteria de Tierra tu dureza
despertar de Sabiduría de Odín.
Förüq y Leannán-SÍDHE
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
Castilla La Campiña
Caracol silvestre, caracol serrano. Te escribo caracol del camino enervado ¡Oh tus fauces! Blandas que muerden su estadía alimenticia. Del romero al tomillo, desde la jara resinosa, al brezo flamante. Tu deslizar por el terreno húmedo, de la amapola a la caléndula arvensis con su savia dura. Desde el musgo a la piedra igual a la siguiente; idéntica a la anterior. Oh caracol, judío blanco, oh caracol marrón de todo jardín, caracol estriado la pulcritud de carbono de tu casa, mi casa. Miguel Esteban Martínez García UME unidad media estancia Guadalajara
Comentarios
Publicar un comentario