El silencio es tan profundo como la eternidad.
Thomas Carlyle
El habla es tan tribial como el tiempo.
Allá tan cerca, donde rodaba la mejilla,
hubo una semilla hundida,
donde el aire pareció bailar,
Semillas todas parecidas,
que no iguales,
parecían pelearse por una lágrima,
ellas, en un jardín de vidrios habitaban,
peleando con el humo
y fieles reflejos creadores
del reino mineral,
siendo futuro reino vegetal,
absortas las piedras del silencio,
enmudecían a la sangre del musgo,
mientras la tierra
padeciendo el milagro
de lava fundida,
ardían sus huellas resbalosas del camino,
peleando con el humo,
oh se erizaban los huesos del aire,
escritura caliza
y riera mi arteria,
coagulando allá más lejos
la tierra nueva,
allá lejos
un mundo hecho,
migajas
como nervios de personas
intentaban capturarla,
y entre sus dientes
las profundidades sonoras.
Sobre ello
el hombre no se sembró
aún,
ni del aire,
ni de la piedra,
ni de semilla de aire,
ni de lágrima
un vidrio afable.
Miguel Esteban Martínez García
Förüq y Leannán-Sídhe
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