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El almendro antiguo dorado

 


El almendro antiguo dorado


Y llegará de nuevo 
la primavera ficticia, 
pájaros que de piquitos 
en nosotros harán sus nidos. 
No soy ni mar del averno 
ni lago oscuro místico, 
tampoco me nutro de ser aire, 
ni agua de glaciar indómito.
Quizá en ficción 
sería soga de destino 
y carne y semilla de cultivo,
podría tener vida 
para perderla, 
en principio sólo poseo sangre 
como rubí excelso sin nombre, 
que sigilosa 
entre el calor de verano 
hace frío en el mármol,
ni siembra celestial, 
ni semilla de los dioses,
eslabón granate 
y sol en bondad 
que acrisola mi impaciencia, 
errática , cumbre de impulsos necios 
humanos.
Dormir las flores cuándo 
si brotaron para desplegar el sueño,
tus golondrinas 
me hienden el pecho,,
 y no me arrepiento de soñarte,
cómo búsqueda 
y templo, 
como hoguera 
y quemadura,
eres mina de resplandor 
los peces de este río, 
el río flores desangradas, 
seguiré podando este antiguo, 
dorado, almendro, 
mi manuscrito imperfecto. 
Que resurge renace, 
reencarna como abeja 
sola, 
con sed de otro verso.




Förüq castellano Miguel Esteban

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