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De Musa encantadora

 


Justo donde la tierra no golpea,
hiende a sus entrañas,
donde los vidrios no sacuden tristezas,
se silba el aliento
en venas sanguinosas de escala,
y suave torna aire y vapor,
oh mariposa de metal Musa,
de aire melódico y ensortijado,
de palabras blandas, audaces,
de cefirillos y timbales de cobre,
leves plumas de su oreja sonrojada,
mis palabras son murmurios
como caracoles amarillos de celos,
y corona de caléndulas,
resuenan batidas
donde mi amor insiste,
ardiendo,
parece que el amor fuera
un filo pudiente
al ascua temperada de corazón 
por pecho enigmático,
cocería cintura
si de allá fuera este cansancio fugaz,
arco y saeta oscura,
oh luz sin acabar ni comenzar,
¿Quién avanza ?
¿Quién repara y suelda eje?
Mis labios tránsfugos
huyen de mi carcel para morder los tuyos,
tu mar, siembra mi corazón,
lentas aguas mi iris
taciturno,
de partida con mis párpados,
cruz y raya
o tu bosque sin gota de sangre,
mariposas a algún lugar,
entonces
besos de sal y arena,
chillido de caracola
que entona en sal y arena
travesía entre tus modeladas
reflejas piernas gemelas,
caracola
que viene la ola
de tu mar y luna
que entonas
en y través mi boca,
activo mi juramento:
Jamás sola
porque vivo.


El Inocente Förüq

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