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Luna magnética X Ocaso nuestro




 El pequeño Peter en noguera mi amor por Musa. 

















No quiero ver la luz
resplandeciente y atónita
quiero su oscura promesa
de sublimar el sortilegio
embeber rayos de luna,
crispados y feraces
duros y limpios,

quise erigir tu sonrisa,
en noches desmanteladas
en almas giran veloces
colchones de nubes,
eres religión
en cuarto para sembrarte
felicidad cursada
de oro en vena
y radio irisado 
al ocaso mis castos dioses,
soy la semilla
ven a mí una vez más
los lustros caen veloces
como aspas del anillo solar,
hilvano lo divino,


lo invisible llama a lo visible,
lo amarillo llama a lo amarillo,
no poseo corona
más que magarzas vivas,
y una dopamina que hace surco,
no hay sinestesia
que no marque tu susurro precoz 
y prevalente,
avanzo profunda ojera de luna,
quiero habitar tu corriente,
que me cales como tu basto argento,
y lo siento señora
valerme quiera,
ni tiempo bárbaro se me pareciera,
de ramilletero ciego
hoy me bailo,
¿subes a mi agua?
A un vals descorchado
de manzana prohibida
y sidra tu sangre
arriba la nube,
perdido en tu ciudad,
de cables cruzados,
vine a por tu reflejo,
no me iré sin coronarte amor,
beso por beso
te elevo,
el futuro empieza ahora,
buscando por más de ti,
llegado a ser momento perpétuo
en tu vida,
habitar tu recuerdo,
dejarte tejido el sueño,
hermana de negro hilo,
disparo tu plata me surca
esta concordia
que me avanza
no hay invenciones en esto
de vidas que no poseo,
y las muertes traigo yo,
afilan mi espalda,
en esta noche lluviosa de septiembre
¿qué me está pasando?
creí ser el mismo,
déjame morir en ti
que revalide
cumbre, cénit, extasía,
amor, halo y cuerpo,
vida, belleza, y dulce tormento,
tu boca y mi boca uniéndose
por regar la caléndula
nos enraíza el corazón,
despierto francamente despierto,
promesa férrea
que nunca permitiré
relegues
y dejes de ser mi sueño real.



El Inocente

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