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Luna magnética XVII Querer dispone

 










Si alcanzase mi vista
el pensamiento,
sería sí barco mútuo,
el alma libre
gozase ídem de aliento
y misma razón,
el cielo de beldad te hizo cargo,
cómo puedo callar mi silencio dime
si en ti vive y trasciende,
todo lo que puede ver,
arde y en ti suspira
mundo ha de subir concepto,
daño ni desventura procura,
provee la necesidad de jactura
conozco el paso
que tormentoso entraño,
de gran curiosidad
y gran cuidado alzado,
a costa del vivir
se creó el deseo,
dolor,
oh cuánta semejanza
con no poder vivir,
cielo, aire, mar, tierra, fuego,
de bella mano os llamo,
ojos de igualar al humano,
de agua clara,
y oro crespo esparcido,
aura bella que a  leerte baja,
de gracia, cordura, y valor excelso,
de bella luz, 
aquella que yo adoro,
sin ser rey
ni tener su gloria,
tu pureza extiende mi día,
suspiro y lloro
valiendo la porfía,
canción llevo en papel,
que  ardo en fuego eterno,
en frío, y soledad de cuidada amiga,
altivo desdén consumo,
de rivera dulce mi premura,
cómo callar lo que no digo,
si tan sólo aflora
como sierpe blanquísima,
ahora el suelo,
alzarme bien prometido puedes,
a quién engaña tu recelo,
aquel mi jardín preciado
te responde,
creciendo mi sueño,
de nuestro amor
que alimento,
llorad canto y destierro,
que dolor mi alma no siente,
ni lágrimas plañe mi fuente,
quedé con mi conciencia
en amarte como el querer nunca pudo,
y la medida para amarte
es amarte sin medida.
En medio de mis males
guarnecidos pedernales,
columna de cristal,
inquebrantable torre,
de piedra de Sol
que da pecho,
porque mi bien 
agua de ternura
en dorado techo
ha hecho,
propiedad de corazón abierto
¿Qué ganaría el ajeno
hiriendo a un muerto?.




El Inocente Förüq

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