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Pájaro de metal, Día de Anillo Solar XVIII

 























I
Ustedes visteis otrora luz
del Inocente marcado,
entre flores una
noche otoñada
recogeréis insomnes trinos
de estrellas desvencijadas
cristalinos trinos de fulgor
perenne, tras la
saliva montañosa,
oh, candor de noche efímera,
virginea, de amor puro,
en tierra, en luna, y
hogueras capaces,
de repentina sien,
y mirada rápida,
de luz vieja entre
céfiros vetustos,
sin apariencia, ni dolor sordo.


II
De postrer regazo,
su purísimo hielo,
de metal postrado,
entre cimas y
valles desangelados
que calma baila,
sigilosa,
de otra aurora eternal,
y sola hoja flameando,
en viento de todos y ninguno,
de música encima las nubes,
ríos, y copas azules,
amor de quieto éxtasis,
y luna de ferviente tajo,
oh, mágico ventisquero,
encima un blindado
contaba huecos en ausencia
de la pelusa.



III
Arrepentimiento abría
la tierra, de mágica, ignorada, 
melancolía niña,
oh, asido del destino, 
traslúcido de eje, tersura,
enhechizado, de inevitable
sortilegio,  y rayo frío,
celestial, era este, 
un suspiro sideral, 
guerra tierna vuelta
oscura espada solar,
palabras estremecidas,
por cenizas de grises
álamos,
ferviente colorea mi luz,
adivina mi forma,
en silencioso verbo,
perenne como hoja de ciprés
su enhiesta sombra.


El Inocente Förüq


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